Francisco Moreno Gómez: «hubo un programa de eliminación, de dar un escarmiento al sector republicano, a la clase obrera»

Moreno Gómez es pionero desde 1978 en los estudios monográficos territoriales sobre la Guerra, especialmente en la provincia de Córdoba (República, golpe militar, guerra, primer franquismo y guerrilla), siendo discípulo de Manuel Tuñón de Lara.

Se dio a conocer con el premio «Díaz del Moral» de 1982. Utilizó una metodología de fuentes plurales, sin desdeñar las fuentes orales, cuando entonces era posible.

Otro de sus campos de estudio ha sido la recuperación de la vida u obra del poeta Pedro Garfias, de la Generación del 27, poeta de la guerra y del exilio en México. Su tercera aportación ha sido un amplio estudio del maquis o guerrilla antifranquista, sobre todo con su obra «La resistencia armada contra Franco» (2001), en todo el centro de España, desde la Sierra de Madrid a la de Sevilla.

También ha escrito sobre la masonería en Córdoba, como discípulo de José Antonio Ferrer Benimeli. Finalmente su obra se ha coronado con la tetralogía: «El genocidio franquista en Córdoba»(2008), «Trincheras de la República»(2013), «La victoria sangrienta»(2014) y «Los desaparecidos de Franco»(2016).

«Se llama genocidio cuando ocurren dos coincidencias, una intención de eliminar, el afán de eliminar, y que se delimite un grupo [por motivos políticos, los republicanos] que es el que ha de diezmarse […] La desbandada de guerra de Málaga fue un crimen de guerra, porque los crímenes de guerra van contra los soldados por maltrato o contra los civiles en el momento de una operación militar […] La matanza fundacional del Estado Franquista constituye crímenes internaciaonales, que son tres: lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra«.

En esta entrevista, Moreno afirma que «lo de Tribunal Supremo es de aurora boreal», algo que «no se puede tolerar», y recuerda cómo «la ONU ha condenado y criticado severamente la sentencia de febrero de 2012, una auténtica sentencia de punto final contraria a los pactos y convenios internacionales firmados por España». De la misma forma, recuerda que «el tiempo imputable para el juicio de Nuremberg va desde 1933 a 1945, con lo que entra el Franquismo» en ese período como crímenes internacionales. De esta forma concluye recordando el «inmenso error» de decir que «los crímenes de lesa humanidad no son retroactivos».

Este riguroso historiador también toca otros asuntos en la entrevista, como la querella Argentina de la mano de la jueza Servini, el fin de la Justicia Universal en España por iniciativa del PP, o la Ley de Amnistía, que «nunca puede amparar crímenes internacionales».