Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  12/06/2022

Cumbre no, ¡Sima!

El mensaje principal que debe salir de esta reunión debe ser el de la voluntad de enfrentar, con el esfuerzo mancomunado de todos, las situaciones que agobian a nuestros pueblos. Si somos capaces de comenzar a responder esos reclamos dando, ante todo, continuidad a los contactos que ahora inauguramos, habremos logrado el principal objetivo de esta reunión, que es la de forjar un marco de discusión, como primer paso hacia una mayor unidad, una amplia y efectiva colaboración y, en su momento, la necesaria integración económica y política.

Los pueblos de nuestra América tienen por delante la magna tarea histórica de formar la comunidad latinoamericana y caribeña, como condición ineludible para su definitiva libertad, su derecho a soñar en esa América Latina como la soñaron Bolivar y Martí.

Fragmento del mensaje entregado por Fidel Castro a los jefes de Estado y Gobierno participantes en la I Cumbres Iberoamericana, realizada en México el 18 de julio de 1991, en Luis Suárez Salazar (comp), Fidel Castro Ruz: Las crisis de América Latina.

Párrafo perteneciente al libro Fidel 17 aproximaciones; capítulo Las batallas contra la “Globalización neoliberal” y contra el ALCA. Edita Fondo de Cultura Económica. John Saxe-Fernández (coordinador).

 

El título de la nota que tiene delante, Cumbre no, ¡Sima!, pertenece al Doctor Luis Toledo Sande, escritor, periodista, profesor, investigador, licenciado en Estudios Cubanos, Doctor en Ciencias Filológicas, y en su momento Agregado Cultural en la Embajada de Cuba en España, una personalidad conocedora, en toda su profundidad, de los acontecimientos actuales tanto de Latino América como del resto del mundo, y maestro de la Historia de Cuba. Cumbre no, ¡Sima!, es la mejor forma de explicar el resultado de la reunión en Los Ángeles del imperio estadounidense y los representantes de los gobiernos que domina o, en el caso de los que no domina, que le han dicho: No sirve para nada la reunión si se aparta a Cuba, Venezuela y Nicaragua. A los tres países independientes del imperialismo se le han sumado otros como México, y es que México nunca, nunca abandonó a Cuba. Andrés Manuel López Obrador lo declaró desde el primer momento del anuncio de la ¡Sima!, nunca dejará a Cuba sola, nunca apostará por la destrucción de la Revolución que es el mayor ejemplo de Humanidad que se ha dado. Y así ha sido, Cuba ha sido apoyada por la mayoría de los gobiernos latinos de América: la propuesta del Presidente Fidel Castro con las que se abre la nota se van cumpliendo, se abren espacios de comunicación entre todos los pueblos, espacios en los que se busca la unidad: Los pueblos de nuestra América tienen por delante la magna tarea histórica de formar la comunidad latinoamericana y caribeña, como condición ineludible para su definitiva libertad, su derecho a soñar en esa América Latina como la soñaron Bolivar y Martí.

El resultado es una No Cumbre, que la reunión deje a la luz la debilidad imperial, la decadencia. El que tan solo mire para atrás conforme cae habla de su falta de horizonte, o que no quiere ver la sima por la que cae tras semejante fracaso. No ha sacado nada y se le escapan los pueblos añorando un nuevo orden mundial en el que ejerzan su soberanía.

Estoy seguro que recuerdan las palabras del Presidente Chávez en una de las llamadas Cumbres: ¡ALCA! ¡ALCA! ¡Al carajo! Pues empezaba a visualizarse la decadencia del imperio más fuerte de la historia humana.

Tras el hundimiento de los países de lo que se conocía como Socialismo real, el neoliberalismo, el sistema que desarticula los Estados para que las multinacionales se hagan con todos los bienes comunes y dejen arruinarse las escasas leyes de defensa de la clase obrera, el neoliberalismo segó la hierba bajo nuestros pies. Las Cumbres en las que reunía a los gobiernos serviciales, desde 1994, fecha de arranque del ALCA, tuvieron que leerse las condiciones que EEUU les ponía para acabar de ser colonia: la primera de ellas era admitir el dólar como moneda única en el continente sur, (imaginen lo que significaba para las arcas de los multimillonarios gringos cuando hoy sabemos que el comercio del mundo a base de dólares les deja el 50% de los beneficios que obtiene EEUU); segundo, que todos los recursos de Latinoamérica se entregasen a las multinacionales gringas y nadie pudiese comerciar con ellos fuera de EEUU, y en caso de pretenderlo con algún producto, el gobierno de ese país debía solicitar el permiso pertinente al gringo; y para garantizar la puesta en línea del dinero, los recursos, y el comercio, debía aceptarse la posesión militar de todo el continente, con lo que el territorio entero quedaba en manos del ejército imperial, que adelantaba todo tipo de instalaciones militares. ¿Puede alguien soñar con más poder que el que se prometía el neoliberalismo imperial? Pero no les salió: ¡ALCA! ¡ALCA! ¡Al carajo!

Entonces la ceremonia de semejante aplastamiento se iba a celebrar en Miami, centro de reunión de todo el fascismo latinoamericano. ¿Qué decir de ese régimen que da “democracia” por donde va? Ya vemos lo que se proponía en Miami a los países que acudían, los tiranos formaban la clase política dominante. El representante del régimen imperial era Clinton, tan hipócrita como todos los anteriores y los posteriores. En el contenido de la propuesta para crear el ALCA se encontraba el espíritu de superioridad racial, de desprecio cultural, de avasallamiento laboral, de explotación colonial hasta el fin. Fue salvando la situación la movilización continua de los pueblos que hicieron cambiar gobiernos, construyeron fuerzas populares con ideas de soberanía e independencia. Llegó el 2005, año en el que el Presidente Chávez puso fin al propósito imperialista con su ¡Al carajo!

Desde entonces los gringos sienten temblar sus piernas al borde de la Sima. No hay tal Cumbre si la mayoría de los gobiernos y los pueblos no aceptan el juego, y es que ha crecido en ellos el espíritu de solidaridad, de unidad, de independencia y soberanía. La lección de Cuba ofreciendo a lo que tiene sin pedir nada a cambio a hecho ver lo que es cada uno de los protagonistas: el poderoso arrogante y soberbio, capaz de dejar morir, si no matar, por la Covid y el hambre, y el otro protagonista, el humilde digno y solidario que los más pobres reciben a los médicos y los maestros con todo su corazón.

Golpes de Estado, revueltas callejeras con intervención mercenaria, apropiación de todos los recursos, petróleo, reservas de oro y dinero en los bancos, amenazas de fuerza, bloqueos, sanciones, han dado como fruto que al crimen se le llame crimen y a la solidaridad se la llame solidaridad, los dos extremos. El fracaso imperialista ha hecho más evidente su desesperación en medio de la pérdida de fuerzas, se le ve hundirse en la sima, hasta ha cambiado la sede de Miami por Los Ángeles. En Miami el fascismo se encuentra localizado, es un pozo al que acuden los gusanos a comer cuerpos corruptos. Sin embargo Los Ángeles es la referencia de los latinos del continente sur, y esos a los que representa Biden quieren que los pueblos del sur los vean como gente que los respeta, que ya no son aquellos fascistas que los esclavizaron. ¿Y los pueblos y gobiernos? Lo que hemos visto con la inasistencia de unos y la crítica de muchos es que lo que llaman Cumbre no es más que un trampantojo, algo que pretende aparentar lo que no es. ¿Y qué es?: si de Latinoamérica 26 países se muestran distantes, ajenos, o sencillamente contrarios a salvar la cara al régimen imperial, es que se le deja caer, es que avanza la idea de la unidad, de la soberanía, de la igualdad.

Para suplir todas las faltas, el personaje que se vanagloriaba públicamente de haber bombardeado Belgrado, recurre a llamar al antiguo imperio de América del Sur, viejo y sarnoso, para que acuda en su ayuda y trate de convencer a los que fueron sus esclavos, ¿va a convencer el iniciador de la explotación de los pueblos del sur? Como no puede ser todo más rijoso y decadente, el chico que le limpia las botas a Biden, Pedro Sánchez, también le va a preparar un escenario en Madrid para que descanse a su paso por la sima que cae. Pedrito le prepara un ágape de la OTAN para que se le alegre la cara, en ella va a dar órdenes con las que busca la reconquista del mundo perdido. Ya saben, occidente, EEUU-Europa, contra el resto del mundo, las guerras ya las han puesto en marcha. ¿A quién le interesa la OTAN?

Para que el fracaso de la Cumbre de hoy sea la sima por la que cae el imperio, Cumbre no, ¡Sima!, para que sus planes usando la OTAN no sirvan a su recomposición de explotador, hay que trabajar por la unidad de todos los pueblos, y retener más que nunca las palabras del Presidente de Cuba, don Miguel Díaz Canel, cuando cita a Marti refiriéndose a EEUU: “Lo primero que hace un pueblo para llegar a dominar a otro es separarlo de los demás pueblos. Creen en la superioridad, incontrastable, de la raza anglosajona contra la raza latina. Creen en la bajeza de la raza negra que esclavizaron ayer y vejan hoy, y de la india que exterminó. Creen que los pueblos de Hispanoamérica están formados principalmente de indios y de negros. Mientras no sepan más de Hispanoamérica y la respeten más, ¿pueden los EEUU convidar a Hispanoamérica a una unión sincera? ¿Conviene a Hispanoamérica la unión política y económica con los EEUU? https://youtu.be/RJl_2MSVDKU

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad (REDH). Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.

Su último libro: Palestina es Palestina


Opinión /