Redacción •  Internacional •  28/03/2018

Un grupo de neonazis atacaron a estudiantes de la Universidad de Derecho de Montpellier que leían un manifiesto contra las medidas neoliberales del Gobierno Macron

La universidad ha estado cerrada desde la violencia de la semana pasada. La Facultad de Derecho en Montpellier sigue cerrada, cuatro días después de que la violencia ocurriera en un anfiteatro. Varios cientos de estudiantes se reunieron para solicitar la reanudación de las clases el lunes.

Todos condenan los hechos y dicen estar sorprendidos por lo que sucedió.

Un grupo de neonazis atacaron a estudiantes de la Universidad de Derecho de Montpellier que leían un manifiesto contra las medidas neoliberales del Gobierno Macron

El pasado 22 de marzo, un grupo de fascistas enmascarados, armados con tablones de madera, asaltaron el salón de actos de la Facultad de Derecho de Montpellier, ocupada en ese momento por estudiantes que leían un manifiesto contra las reformas educativas del gobierno neoliberal de Emmanuel Macron. Heridos, rostros ensanrentados, insultos … Las imágenes transmitidas en las redes sociales conmocionaron a la opinión pública, y a consecuencia de ellas se abrió una investigación policial y administrativa, para tratar de descubrir quiénes son estas personas encapuchadas. Este lunes, dos inspectores de Educación Nacional llegaron a Montpellier para realizar investigaciones internas; «La misión que se nos ha encomendado es arrojar luz sobre los acontecimientos y tratar de identificar todos los elementos que han favorecido y han hecho posibles estas intrusiones», dijo la inspectora Françoise Boutet-Waiss. Estamos en el comienzo de la investigación, por ahora, no sabemos más que lo que se ha publicado en la prensa y en las redes sociales. Su informe se hará público, y debería permitir conocer quizás un poco más sobre las circunstancias de esta expedición punitiva.

Mientras tanto, las redes de la universidad están cerradas desde el viernes por la mañana. Y este lunes, varios cientos de estudiantes de derecho y ciencias políticas se reunieron para solicitar la reanudación de los cursos, porque dicen, el final del año se acerca rápidamente.

Aunque la reanudación de los cursos fue la principal demanda de una parte de los estudiantes de Derecho, desde el pasado lunes la violencia inusitada en la noche del jueves al viernes estuvo en boca de todos. «¿Cómo puede un grupo encapuchado pueda entrar a una facultad, mientras los estudiantes son registrados regularmente en la entrada?» Algunos se preguntan. «¿Quienes son?» Preguntan otros. Aquí, todos condenan este grupo que ha sembrado el terror, en el anfiteatro de la Facultad. «Los rumores dicen que estudiantes y profesores podrían haber participado. No sabemos», dejó caer un estudiante, aturdido.

Comunicado CDR Brigadas Internacionales

«El día 22 de marzo de 2018, grupos organizados de nazis atacaron a los estudiantes de derecho de la Universidad de Montpellier que ocupaban un aula y ponían de manifiesto, pacíficamente, su oposición a las nuevas medidas capitalistas contra los universitarios hijos de la clase obrera.
Los fascistas causaron varios heridos. La policía no hizo nada. Los medios de propaganda capitalista, a nivel internacional, casi no se hicieron eco del acto terrorista.
Algún estudiante afirmó que bajo uno de los pasamontañas nazis, reconoció a uno de sus profesores.
Hay muchas sospechas de que las más altas autoridades universitarias, que llegaron a aplaudir los sangrientos hechos, estén implicadas en la bárbara acción terrorista de los fascistas».

La prensa española propiedad de grandes grupos privados no se ha hecho eco de este nuevo ataque fascista, tampoco los medios públicos. Habitualmente, estas agresiones fascistas o neonazis -cada día más frecuentes en Europa- se encubren evitando describir a los agresores como nazis o pertenicientes a partidos como la Liga Norte en Italia, Amanecer Dorado en Grecia, o el Frente Nacional en Francia, entre otros muchos. El periodista Pascual Serrano nos ofrecía a principios de marzo otro ejemplo de este lamentable encubrimiento en sus Perlas Informativas; «Tenía Mein Kampf. Cuántas vueltas para evitar decir que era nazi y de la Liga Norte«;

No solo eso. Un sector de la justicia española permanece casi impasible ante estos peligrosos grupos. El pasado 25 de marzo, el Juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso de los seis jóvenes de ideología neonazi que en 2014 fueron detenidos en la capital por la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional bajo la acusación de integrar un grupo criminal dedicado a incitar el odio contra distintos colectivos y difundir mensajes xenófobos. El fiscal había solicitado dos años de cárcel y multas de 4.050 euros por delito de incitación al odio, así como otros nueve meses de privación de libertad por pertenencia a grupo criminal alegando que eran dirigentes de diversas organizaciones (Respuesta Estudiantil, Juventud Patriótica, Acción Nacional Revolucionaria, Frente Nacional y Social, Ultravioletas, Resistencia Nacional Valladolid), de extrema derecha o fascistas que utilizaban sus sedes y actos diversos para difundir y promover entre sus miembros el rechazo a inmigrantes, ideas antisemitas, homófobas y posiciones políticas diferentes. En varios registros, cinco de ellos en Valladolid y uno en Laguna de Duero, la policía se incautó de abundante material de ideología neonazi, entre banderas con águilas preconstitucionales, esvásticas, cruces gamadas, camisetas con el emblema Ultrasur, libros como ‘Mi Lucha’ o ‘La Tesis Prohibida’, el programa nacionalsocialista de Gottfriedad Feder, libros de Rudolf Hess, banderas de Adolf Hitler, otras con calavera, otras con esvásticas, cinco bengalas, una defensa eléctrica, un puñal… etc.

La juez dictaminó tres años y cuatro meses después que «los derechos a la libertad ideológica y a la libertad de expresión permiten, inicialmente, no sólo asumir cualquier idea, sino expresarla e, incluso, difundirla, y acomodar a ella el desarrollo de la vida propia, siempre con los límites que impone la convivencia respetuosa con los derechos de los demás».


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