Redacción •  Actualidad •  17/06/2019

Ecologistas en Acción apoya la denuncia presentada por Proyecto Gran Simio contra el Zoo Aquarium de Madrid

La organización Proyecto Gran Simio ha presentado una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), en base a un informe veterinario que asegura que los delfines del Zoo Aquarium de Madrid se encuentran enfermos, a pesar de lo cual se les obliga a seguir realizando espectáculos circenses diarios. Ecologistas en Acción apoya esta denuncia para esclarecer los hechos y comprobar si se pudiera estar cometiendo un delito de maltrato animal.

Ecologistas en Acción apoya la denuncia presentada por Proyecto Gran Simio contra el Zoo Aquarium de Madrid

La organización Sea Shepherd Conservation Society -dentro de la Operación 404, que ha estado investigando los delfinarios de diversos lugares del mundo, entre ellos el Zoo Aquarium de Madrid– tomó fotos y un vídeo de los nueve delfines de Madrid, detectando importantes lesiones en todos ellos.

Con el material gráfico, el veterinario y especialista en cetáceos, Agustín González ha elaborado un informe en el que se describen úlceras dermatológicas en forma de cráter de uno de los delfines. Una gran úlcera en otro delfín con pérdida de piel en la boca en el extremo superior de ambas mandíbulas; y de graves problemas oculares en el resto de los delfines que permanecen con los ojos medio cerrados, posiblemente del cloro de la piscina en la que viven.

Con ambos documentos, imágenes e informe, el pasado 21 de mayo, la organización Proyecto Gran Simio dio traslado del informe veterinario y del material gráfico al Seprona por si el Zoo Aquiarium de Madrid, pudiera estar incurriendo en un delito de maltrato animal e incumplimiento de varios artículos de la Ley 31/2003 de 27 de octubre sobre conservación silvestre en los parques zoológicos.

El informe, señala que: “en todos los mamíferos, tanto la dermis como la epidermis, además de los ojos, tienen muchas terminaciones nerviosas por lo que cualquier patología que afecte a estas zonas es muy dolorosa y aún más si ocupa una zona extensa como podemos ver claramente en el caso de uno de los delfines afectados; en cuanto a la que tiene las lesiones de la mandíbula, los delfines tienen una sensibilidad especial en esa zona, ya que la utilizan constantemente para tener sensaciones táctiles, por lo que las lesiones de ese tamaño e importancia las hacen especialmente dolorosas. En las lesiones oculares no es necesario añadir que cualquier tipo de patología en esa zona es particularmente molesta y dolorosa”.

Ecologistas en Acción incide en que este tipo de espectáculos circenses con cetáceos deben prohibirse. Así lo ha acordado recientemente el Parlamento de Canadá y lo recomienda el Manual Guía para la aplicación de la Ley de zoológicos publicado, en 2010 por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y por la Fundación de Biodiversidad.

El experto en cetáceos que avala y firma el informe presentado por Proyecto Gran Simio ante el Seprona cita que: “numerosos estudios avalan que la privación de libertad en cetáceos les causa mucha ansiedad y estrés, así como no poder elegir a sus familias, comunicarse o nadar en espacios abiertos. A esto hay que sumar que estos animales están sometidos a ejercicios de trabajo duro a cambio de alimentos e incluso pasar períodos de privación de alimentos hasta que realizan el ejercicio indicado por deseo del instructor”

Hoy en día no tiene sentido un delfinario y tampoco es educativo bajo ningún aspecto. El que durante el espectáculo se diga por los altavoces donde tiene y para que le sirven las aletas pectorales, el porqué tiene un agujero en la frente o como emiten sonido; no es justificable el mantenerlos de por vida en una piscina diminuta, acostumbrados a nadar muchas millas al día. Bastaría con poner una figura de delfín tamaño real y dar las mismas explicaciones a los visitantes con apoyo de vídeos su anatomía, sin necesidad de mantenerlos en cautividad.

Por todo ello, Ecologistas en Acción apoya el valiente informe del veterinario Agustín González, el estudio realizado por la organización Internacional Sea Shefherd y la denuncia interpuesta por el Proyecto Gran Simio, con el objetivo de que los delfines enfermos dejen de ser forzados a practicar números circenses, en tanto no sanen de sus lesiones; así como que se investiguen los hechos por si se pudieran derivar consecuencias disciplinarias de carácter penal o administrativo.


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