Milei y el cierre de los medios públicos en Argentina
Esto no solo es un disparate, sino un ataque a la diversidad que tiene muy pocos parangones en el mundo, porque la agencia EFE no es rentable desde el punto de vista económico, da pérdidas y España la mantiene; la agencia AFP no es rentable desde el punto de vista económico y Francia la mantiene, y lo mismo la Deutsche Welle de Alemania.
El expresidente de Télam, periodista, analista político, profesor de historia, Martin Granovsky, conversó en exclusiva con el periodista Jorge Gestoso y TeleSUR sobre la situación de los medios de comunicación en Argentina y las políticas de privatización y eliminación del actual presidente Javier Milei.
Jorge Gestoso (JG): Gonza Carranza escribió en las últimas horas en su cuenta de X, antes Twitter, “la democracia está en peligro. El Gobierno está vallando a la agencia Télam ahora mismo con trabajadores en su interior. Esto es un ataque a la libertad de prensa y a cientos de puestos de trabajo. Télam fue creado por ley y sólo por ley puede cerrarse». Cuéntanos qué está pasando con los medios públicos en Argentina.
Télam justamente es la agencia de noticias estatal de Argentina o la agencia pública de noticias o la agencia nacional de noticias. Yo fui además presidente de Télam, designado por el presidente Néstor Kirchner en el 2005 y estuve en el último período de Néstor y a comienzos del primer Gobierno de Cristina (Fernández de Kirchner) durante cuatro años y medios…. Conozco ese lugar desde adentro. Conozco a su gente. Conozco la calidad de sus periodistas. Conozco la calidad de sus administrativos y administrativas. Conozco la tradición y la identidad (de la agencia). Ahora el Gobierno anunció, y cuando digo el Gobierno hablo directamente del presidente (Javier) Milei. En el discurso de apertura de sesiones parlamentarias el último viernes 1 de marzo, uno de los anuncios, y yo diría que el casi el único anuncio concreto fue vamos a cerrar Télam. En Télam hay trabajadores y trabajadoras y esa es una parte no menos importante. Es una parte importante. Cerrar Télam significaría desocupación para periodistas, administrativos en una agencia que se ha convertido en una agencia multimediática por otra parte, ya no es la vieja agencia de noticias con los cables perforados con los teletipos; no sé si los que nos están viendo conocieron, yo no solo conocí sino que trabajé con eso. Pero no es eso la agencia sino ya es otra cosa, es una plataforma multimediática importante con lazos con toda América Latina y todo el mundo. Eso por un lado, pero por otro lado, cuando se cierra una agencia de noticias no se cierra una fuente de empleo para los trabajadores de esa agencia de noticias se cierra un medio público, un medio público con alcance nacional en un país extenso y diverso como la Argentina y eso no es poco para un país como la Argentina, un medio público con alcance internacional. En aquella época ya habíamos hecho un portal en portugués y un portal en chino, y teníamos uno en inglés. Teníamos tres portales como se decía en ese momento todavía cuando Télam empezaba a informatizar. Y cerrar un medio público es no sólo ir en detrimento de la libertad de expresión sino que va en detrimento del derecho de la gente, de los argentinos y argentinas y de quien utilice los servicios de Télam, que en su mayoría ya son públicos, más allá de los medios abonados. Entonces es profundizar en algo que es difícil de lograr que es la diversidad, que es la diversidad de voces. A menos diversidad de voces menor expresión democrática, En esto no hay vuelta, esto es así en cualquier lugar del mundo. Esto es lo que está pasando. Hasta ahora es una amenaza, mejor dicho es un anuncio, porque digo que es una amenaza, porque también fue la gran bandera del Gobierno conservador de Mauricio Macri, de 2015 a 2019, también quiso cerrar la agencia pública de noticias. La justicia en aquel momento, uno a uno, fue invalidando los casos de despido en aquel momento, En ese momento fue el despido con la idea de un cierre posterior. Ahora es directamente el cierre, la hecatombe directa. Es el estilo Milei.
— Entonces Martín para los que nos están viendo fuera de la Argentina. Aquí hablamos de que llega al poder, hará unos tres meses, un señor, Javier Milei, que es un ultraderechista, es decir, que ha roto digamos todos los cánones convencionales de lo que era la derecha de Macri en Argentina y se va más kilómetros a la derecha de Macri y hay un elemento ideológico claro, que él ve en esto, los medios públicos, un enemigo. Mitt Romney, aspirante republicano a la Presidencia de EE.UU. por su partido en 2012, que compitió contra Barak Obama, quería cerrar los medios públicos, estamos hablando de PBS Y NPR, considerando que eran agentes opositores a la visión de la derecha estadounidense. Acá en Argentina también, la denuncia es que los medios hegemónicos en Argentina, estamos hablando del Grupo Nación y el Grupo Clarín dominan absolutamente la comunicación en Argentina y no están al servicio de la opinión pública sino de son un brazo del poder, de lo que son las grandes transnacionales de lo que son el poder económico y financiero. Entonces estamos hablando de que de alguna forma este señor Milei veía o ve en los medios públicos un enemigo a su discurso monocromático, algo así entonces.
— Te agrego una cosa a lo que contaste. La otra disposición, siempre la argumentación del presidente Javier Milei es una argumentación antiEstado, él dice que «el Estado es el Diablo», él lo dijo no lo estoy diciendo yo citando mal una frase, no. Él dijo en la campaña electoral el «Estado es el Diablo». Esto como vos sabés así es siempre en los ultraderechistas y ultraliberales, Milei es ambos al mismo tiempo, No todos los ultraderechistas son ultraliberales. Milei es ultraderechista y ultraliberal que tiene una doctrina anarco capitalismo que reivindica, no lo dijo yo, lo dice él, está contra el Estado, en realidad es un engaño porque nunca nadie está contra el Estado, en todo caso, en este caso, está contra el Estado que tiene medios públicos, y contribuye a la diversidad. No está contra el Estado, no levanta las concesiones como vos nombrabas Clarín – Nación. Hay una parte que son concesiones. No anula las concesiones para estar en el aire. Están en el aire en cualquier país del mundo supone una concesión porqué el aire no es privado. Esto es así. Esto no está anulado. Entonces hay un Estado que es eficiente para algunas cosas y otro Estado que es presentado como ineficiente y debe ser suprimido para otras. Para qué. Cuál es el argumento. Hay que ahorrar, Es mucho gasto. Los medios públicos son gastos para las economías de unos si uno lo compara con la propia economía pero no son gastos en términos del Estado y por otro lado son como los ferrocarriles. Los ferrocarriles lo sabemos no dan ganancias sino no solo son importantes socialmente sino la conexión de una ciudad a otra para cargas o para pasajeros significa desarrollo económico y desarrollo social y eso en última instancia también la recaudación de impuestos y ganancias, con esto funciona exactamente lo mismo. son bienes sociales, es infraestructura que ayuda a la cultura, a la identidad a la integración geográfica, a la integración federal, al conocimiento mutuo. Son cosas esenciales, si uno no pensara solo en la ganancia eso sólo ya es positivo, pero si uno piensa de más, en un tipo de rentabilidad que no es la del propio bolsillo también hay una rentabilidad en eso, Ahora tú decías cómo situar a Milei, es lo que fue el Gobierno de Jair Bolsonaro, con una diferencia sobre Bolsonaro, y esto fue conversado entre el equipo de Bolsonaro y el equipo de Milei, pero sobre todo con el hijo de Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro. La recomendación fue las politicas son parecidas, pero nosotros los brasileños, dijeron por la parte de Brasil, fuimos muy lentamente, ustedes aceleren desde el primer día. Esto es lo que está haciendo el presidente Javier Milei en Argentina. Es un huracán, es un tsunami de iniciativas, acciones y ataques. Es todo junto.
— Ahora Martín, hablando como el abogado del Diablo. Él presentó en su campaña con bastante claridad muchos de lo que supuestamente eran los puntos de su programa de Gobierno y ganó cómodamente en una elección limpia y reconocida por todos. Entonces la pregunta para los medios de afuera, es qué les pasa a los argentinos, que de alguna forma para muchos observadores se están dejando avasallar, por ejemplo en este tema, claramente relacionado con la libertad de expresión, que como tu decías bien es parte esencial de la democracia, qué está pasando, se están quedando de brazos cruzados, que la democracia empiece a brillar cada vez más lejos, y lejos y lejos.
— Sí, en un punto esto tiene que ver con la mengua de la calidad democrática que se conecta con otras cosas, y qué otras cosas, por ejemplo, y ahora te contestó. Hay un Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU). Un súper decreto presidencial. El decreto 70 que modifica al mismo tiempo más de 150 leyes. Ese es el ideal de vida política del presidente Javier Milei. Ahora bien, modifica leyes que tienen que ver con la salud pública, con la educación pública, con el uso de los recursos naturales, con el sistema de jubilaciones en Argentina, con el sistema de protección laboral. No modifica cualquier cosa.
Modifica una parte de la tradición argentina que es una tradición de regulación con participación del Estado. Argentina no es un país estatista pero tiene una participación del Estado como regulador: a veces más intensa, a veces menos. Ese es el objetivo de fondo. Dejar que 10 o 20 grupos, no estamos hablando de millones, controlen el poder en Argentina. La pregunta que uno se hace no solo como abogado del diablo, sino como argentino preocupado. ¿Qué pasó? Y el qué pasó también es ¿qué nos pasó? Sino el qué pasó lo deja a uno afuera. El qué pasó es qué nos pasó. Uno, hubo una especie de pereza intelectual, desde el punto de vista político de no analizar a tiempo qué significaba, y qué poder de implantación real podía tener un personaje que hasta ese momento era un diputado, dos diputados, Javier Milei y otra diputada más, con un partido prácticamente inexistente, sin gobernadores en ninguna provincia y en ningún estado, sin intendentes en ninguna ciudad, y con algunos legisladores sueltos y sin implantación en toda la Argentina. Y resulta que ese fenómeno era un fenómeno en desarrollo al que la mayoría de la gente y de la dirigencia política progresista, peronista, kirchnerista, centro izquierda no vio venir.
Yo no me pongo como abogado del diablo, sino hago un análisis crítico. En buena medida no se vio venir por esta pereza intelectual y política o por minimizar los fenómenos. En Brasil con Jair Bolsonaro sucedió lo mismo. Marco Aurelio García, quien fuera asesor del presidente Lula, y un amigo entrañable me decía que cuando este señor, hablando de Bolsonaro, dedicó el voto al juicio político a Dilma Rousseff (que era la presidenta, que al final fue quitada del medio por un golpe parlamentario en 2016 en Brasil) y dedicó ese voto a quien había sido el militar torturador de Dilma, dijo Marco Aurelio García, que fue una gran personalidad de América Latina, que había que tener cuidado con él (Bolsonaro). Dice Aurelio que lo miraban como este está loco y a su vez caracterizaron a Bolsonaro como un delirante que no tiene ningún futuro político. El resultado: Bolsonaro presidente de Brasil.
Este es un payaso, como va a conseguir votos populares quien proclama el ajuste fiscal, que eso significa bajas de salarios, y al mismo tiempo predicaba la dolarización. La dolarización es una catástrofe como se está viendo en Ecuador, que se ha convertido en un país al servicio del narco. Un país basado en el dólar es el paraíso de la evasión, del lavado de dinero, y de todo tipo de dinero, de narcotráfico, de la corrupción, de la trata, de lo que queramos.
Ahora, la gente no piensa en esos términos, o no lo piensa en esos términos. La gente piensa que está mal, que la inflación con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández es alta, y al mismo tiempo eso es real, no es mentira, y al mismo tiempo hay una bocina que machaca y machaca, poniéndole la lupa a eso y no hablando del crecimiento del nivel de actividad industrial y económica. La Argentina tenía con Fernández Fernández un grave problema de ingresos populares, pero no de actividad. Ahora tienen un gravísimo problema de ingreso que ha caído- con un 80 por ciento de inflación en los últimos tres meses. No es que no hubiera inflación antes, pero lo que hizo Milei fue profundizar lo malo que había antes sin desarrollar nada de lo bueno.
Muchas personas se ilusionaron; Milei va a dolarizar. La gente pensó: “yo gano 100.000 pesos argentinos y entonces voy a ganar ahora 100.000 dólares. Voy a ganar más que un ejecutivo norteamericano”. Y obviamente eso no es así, es una ficción. Ahora la desesperación llevó a creer en eso. Uno de los objetivos de Milei, que a veces recuerda y otras no, es dolarizar. Insisto no hay ningún país del tamaño de la Argentina que haya dolarizado, y los países más pequeños como Ecuador tienen resultados a la vista: con candidatos asesinados, el narco a un nivel de narco estado en algunos lugares. Argentina no está ni de lejos, aunque Patricia Bullrich diga que la Argentina es El Salvador de Bukele, el propio Bukele salió a desmentirla. Le dijo que Argentina tenía problemas menores.
Ese es el otro elemento que debemos agregar. La falta de diversidad, el atropello a la Constitución, con decretos de necesidad y urgencia que representan cientos de leyes que el presidente quiere que sean aprobadas en tres segundo, el insulto permanente a los políticos, a todos no solamente al peronismo, a los gobernadores de derecha y centro derecha. Le dijo Milei directamente al Congreso nido de ratas. A ese Congreso donde fue a hablar el viernes 1 de marzo para inaugurar las sesiones del año no lo dijo, pero días antes lo había llamado así.
Es como decir, vengo aquí, ustedes son unas ratas, yo vengo igual a proponerles cosas con las que seguramente no estarán de acuerdo y al mismo tiempo restringe el dinero que la nación tiene que transferir a cada uno de los 24 estados de la Argentina. Y entonces lo que hace es una extorsión. Y esa es la denuncia que hicieron no sólo diputados y gobernadores peronistas sino una parte de los diputados, senadores y gobernadores de derecha y centro derecha del Pro y del radicalismo. Eso es extorsión, que es la otra parte de la conformación de Milei.
Entonces dentro de este cuadro, suprimir los medios públicos, achicarlos o privatizarlos en algún caso; su proyecto para la TV pública y radio pública es privatizarlas. La Agencia Télam es hacerla desaparecer, palabra que en Argentina tiene una tradición negativa y truculenta.
— Dónde tú ves en función de la limitación que van a tener en los medios públicos de acuerdo a lo que se ve venir, el nivel de derecho a conocer, a saber del ciudadano y la ciudadana argentina cuando prácticamente le están sacando lo sistemas de peso y de contrapeso, de escuchar por lo menos las dos caras de cada moneda. ¿Es preocupante para ti?
— Es preocupante Jorge, porque al mismo tiempo una de las medidas anunciadas es la suspensión de la pauta oficial, de la publicidad de los actos del Estado, porque esa es la pauta oficial, la que se coloca en los diferentes medios por un año. Esto significa dos cosas: para los medios que no son los medios más grandes, significa la quita de una fuente de financiamiento público importante. Que era un financiamiento diverso, no era un financiamiento direccionado políticamente. Esto por un lado. Por el otro significa que el Estado no puede hacer campaña de difusión de utilidad pública. Por ejemplo, uno de los problemas que tenemos en Argentina, lo tiene Brasil también, es el dengue. El dengue está extendido y están apareciendo casos de muerte por dengue. La primera picadura del mosquito puede ser peligrosa, la segunda puede ser mortal. Esto es un problema de salud pública. Frente a esos problemas de salud pública, no hay, como se suspendieron los anuncios, la publicidad y los actos de Gobierno y las campañas de utilidad pública, frente a este problema no hay ninguna campaña oficial. Esto también es una dificultad. Dificultad económica por un lado para los medios pequeños y medianos, y dificultad de conocimiento de la población de cosas que no son propaganda oficial, son publicidad de actos del Gobierno o recomendaciones para una convivencia que en este caso evite la muerte.
No estamos hablando de algo simbólico, sino de algo bien real, ese es el otro elemento que hay que agregar, la desaparición o achicamiento de los medios públicos, porque esto también perjudica lo que vos acabas de decir, que son esos contrapesos, entonces el medio grande no precisa de pauta oficial, el medio mediano o pequeño sí la precisa. Y yo no tengo vergüenza en decir esto, porque esto lo hace Italia, desde hace décadas, por ejemplo. Algunos dicen te van a decir, palabras muy conocidas en Venezuela, eso es chavismo o castro chavismo. Milei habla de comunismo cuando la Guerra Fría terminó con la desaparición de la Unión Soviética en 1991. Jorge, van 33 años o van a cumplirse en unos meses 33 años de la desaparición de la Unión Soviética, no podés hablar de comunismo como si fuera un enemigo en medio de la Guerra Fría contra algo que dijo Milei en su discurso: “La Argentina es -dijo- el faro de Occidente”. La dictadura militar, cuando el presidente de los Estados Unidos, James Carter, uno de los que se preocupó por los derechos humanos en Argentina, la dictadura militar decía “Carter será occidente, pero nosotros somos extremo occidente, la argentina debe ser la reserva de occidente”, y Milei dice que “la Argentina debe ser el faro de Occidente”.
Por eso digo, los subsidios a los medios ya no sólo públicos, y el mantenimiento de los medios públicos está en Italia, y está en Italia con alguien emparentado con Milei como la primera ministra Giorgia Meloni. Esto es no solo un disparate, sino un ataque a la diversidad que tiene muy pocos parangones en el mundo, porque la agencia EFE no es rentable desde el punto de vista económico, da pérdidas y España la mantiene; la agencia AFP no es rentable desde el punto de vista económico y Francia la mantiene, y lo mismo la Deutsche Welle de Alemania. Estamos hablando de occidente, no de extremo occidente como le gustaría a Milei o a la dictadura militar. Esto sucede en los países que Milei llama normales. Bien, yo también quiero esa normalidad.