La paz será para todas o no será
La cumbre por la Paz de Madrid concluyó ayer con una declaración que remarca que “es posible, y nuestra obligación como humanidad, construir y defender la paz 360º, de norte a sur, de este a oeste”. Tras la terrible noticia del asesinato de más de 30 personas por parte de las fuerzas de seguridad Marroquíes en nuestras fronteras, estas palabras toman aún más fuerza: Más armas y más alianzas militares no construyen un mundo en paz. Además, quienes blanquean y justifican la violencia y la guerra contra los pueblos empobrecidos, están invalidados para representar alternativas y construir soluciones y aunque dicen defender la democracia y las libertades, sólo las quieren para ellos.
No podemos permitir que quienes piensan que algunas vidas humanas no importan, nos planteen cuáles son nuestras prioridades y cuáles son nuestros peligros. Dividir el mundo entre “nosotros” y “ellos”, argumentar que la migración es un “problema”, hablar de “defendernos” o de mantener nuestra “seguridad” pretende distraernos de las causas que originan la violencia. Este fin de semana en la Cumbre por la Paz, destacábamos que la paz no es la ausencia de guerra, sino la construcción de una justicia social sin comillas.
Quienes defendemos la paz no defendemos ni una idea abstracta ni una propuesta naif. La paz es una lucha material y realista que mira a un mundo en crisis que se dirige hacia el desastre climático, nuclear y humano y construye una enmienda a la totalidad ante este mundo que nos niega, nos mata, nos empobrece, nos divide y nos explota. Luchar por la paz es atajar las razones de la guerra, es enfrentarse a quienes deciden que hay vidas que no importan e intentar imponernos prioridades que no son las nuestras. Quienes trabajamos por la paz, entendemos que no podemos construir derechos basados en la negación de los derechos a los demás. La paz será para todas o no será.
Esta cumbre por la Paz ha sido un momento importante para construir una brújula conjunta de futuro. Más allá del evento en sí, ha sido un espacio para desarrollar estrategias de futuro, para reflexionar sobre las alternativas a un mundo de paz y justicia social y para defender que el mundo también nos pertenece. La paz debe ser masiva, estar en el centro de todos los movimientos sociales, ser un grito global que nos conecta en la lucha contra la imposición de una mentalidad de bloques y guerra fría, donde construir y aportar respuestas comunes y caminos que atienden a las causas y los problemas de la inseguridad real que vivimos día a día. Nuestros problemas de seguridad son la seguridad alimentaria, energética, laboral, habitacional o de nuestros cuerpos e identidades diversas.
Nos negamos a asumir un nuevo orden mundial que construya unas relaciones internacionales basadas en la guerra. Ante la agenda 2030 de la OTAN que habla de la OTAN 360º, de la OTAN global, de la guerra global; nosotras destacamos la agenda 2030 de la ONU, que necesita la paz 360º para luchar contra la pobreza, la crisis climática y por el acceso a la salud, vivienda y trabajo. Lo que reside tras el discurso violento contra los otros es imponerse en vez de dialogar y resolver los conflictos.
Todas las guerras importan, todas las muertes importan, el peligro no viene de las personas de Sudán a pie cruzando África, viene en jet privado desde el Norte Global a Madrid esta próxima semana, usando, en nombre de la paz, nuestros destinos, para aumentar la inseguridad y dirigir al mundo hacia la confrontación.
Todas las guerras se terminan con negociaciones y diálogo. Empecemos ya. Todos los derechos se construyen desde abajo. Nos vemos a las 12h en Atocha contra la OTAN. Nos vemos a las 18h en Callao contra la Masacre en Melilla. Como dice el eslogan feminista “ Ni guerra que nos destruya, ni paz que nos oprima”. Sí a la Paz. No a la OTAN. No a las guerras.