RED PT-FP •  Opinión •  11/07/2022

En Baleares: sea como sea, la función debe continuar… (pinochos de salón)

El pasado 6 de julio la Consellería de Educació de Illes Balears ratificó lo que muchos ya esperábamos, la injusta expulsión de decenas de profesores y profesoras Técnicos de Formación Profesional de las bolsas de interinidad; injustamente, ya que digan lo que digan el Sr. Martí March (Conseller de Educación), el Sr. Antonio Baos (Director General de F.P.) y la presidenta de la Comunidad Autónoma Francina Armengol, la continuidad de este profesorado es perfectamente legal, como se está constatando en otras CCAA.

Desde el inicio de este proceso, la Administración Balear ha mostrado su falta de empatía hacia este colectivo, legislando una y otra vez contrariamente a sus intereses, prometiendo informes jurídicos que avalaran sus decisiones que, a fecha de hoy, deben pulular por los despachos, si es que alguna vez se llegaron a redactar.

Recordemos que hace 6 años (plazo que se les dio para obtener una titulación de grado) el Gobierno Balear ya condenó a este profesorado poniendo plazo a su exterminio, sin ninguna prerrogativa legal que escudara dicha actuación, estrictamente por una decisión unilateral de su entonces Conseller de Educació, que firmó el actual Director General de F.P., entonces destacado cargo del sindicato CCOO (esperemos que sin ninguna vinculación sindical a fecha de hoy).

Más grave aún es el hecho de que, el colectivo afectado por esta regulación laboral, se compone de hombres y mujeres de 55 a 60 años, que durante décadas han cumplido con todos los requisitos que la Administración les ha ido exigiendo para impartir docencia en el Cuerpo de Profesores Técnicos de FP.

La resolución conocida ahora, corona un perverso plan de acciones encaminadas a desprenderse de este profesorado, muy alejadas de las posturas que mantienen otras CCAA, en las que incluso patrocinan la inclusión de este colectivo en los anunciados procesos de estabilización de profesorado longevo; posibilidad que también se esfuma para estos trabajadores públicos que han impartido la docencia durante décadas en las Islas Baleares.

No debemos olvidar que quienes secundan esta iniciativa activa o pasivamente (socios de Gobierno), enarbolan la bandera de la defensa de los colectivos más desfavorecidos y su inclusión en el mercado laboral, pero que al mismo tiempo no dudan en excluirlos después de décadas de dedicación a la función pública, amparándose en cuestiones legislativas, cuestiones que a fecha de hoy no impiden que estas personas continúen ejerciendo su labor docente.

Por si no fuese suficiente, en breve volveremos a disfrutar el espectáculo de las campañas electorales, donde seremos testigos de las acostumbradas promesas en defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras, en especial de los colectivos más vulnerables, mayores de 50, mujeres, etc., borrando de su memoria a los que ahora dejan en la estacada.

De aquellos políticos que hoy actúan en contra de nuestro colectivo, esperamos que antes de vociferar en los mítines en defensa de los colectivos más vulnerables, tengan la dignidad de explicar los motivos para sacrificar a quienes, a fecha de hoy, cumplen los requisitos para continuar en sus funciones (como reconocen otras CCAA y como marca la nueva “Ley de F.P.” en su Disposición transitoria Cuarta).

Dicen las malas lenguas que se actúa así porque existe miedo a que algunos colectivos inicien acciones legales si se admite a este profesorado, aunque queremos pensar que son solo rumores, pues lo contrario supondría una actuación cobarde y preventiva, muy peligrosa para la democracia en general que además puede arruinar la confianza del electorado.

Como dijo Julio César:“¡Alea jacta est!”. Nuestros compañeros y compañeras ya han iniciado el camino pedregoso de recursos ante la justicia, de años de espera fuera de la docencia, de indemnidad para quienes con nombre y apellidos han perpetrado este atropello, con posibles indemnizaciones y repercusiones legales a cargo del bolsillo de los ciudadanos y ciudadanas de las Islas, en vez de sobre quienes, pudiendo hacerlo, no han incluido a este profesorado en las próximas bolsas de interinos docentes.

En esta función electoral que disfrutaremos en breve, no se debe olvidar que aparecerán artistas de nivel que realmente buscan el bienestar y la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía, pero también nos encontraremos con “malabaristas de las esperanzas”, con “tahúres de la necesidad” y con lo que algunos llaman “pinochos de salón”, a nosotros nos gusta más “pinochos de sillón”.

Pasen y vean.

Asociación RED de Profesorado Técnico de Formación Profesional


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