Repudio a las expresiones del directivo de DAIA
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La Federación de Entidades Argentino Árabes, FEARAB Argentina, expresa su condena y enérgico repudio a las aberrantes declaraciones públicas, por parte del vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Sergio Pikholtz, quien posteó el jueves en su cuenta personal de X (ex Twitter):
«Como repetimos incansablemente no hay civiles inocentes en Gaza, tal vez sólo los niños de menos de cuatro años. Sin piedad con los asesinos de judíos»,
Su mensaje, no solo busca negar la matanza indiscriminada de civiles palestinos en Gaza que se viene desarrollando en forma continua desde el 7 de octubre último, y que configura un auténtico genocidio, con más de 28.000 civiles asesinados, (70% de ellos mujeres y niños); sino que a su vez valida el asesinato sin piedad de todo aquel “culpable” de oponerse, aunque sea con su mera existencia, al proyecto de expansión y limpieza étnica de Palestina bajo el proyecto expansionista del régimen ocupante de Tel Aviv.
Parece ser que, según los humanitarios criterios del Sr. Pikholtz, para ingresar en ese muy amplio grupo de “culpables” de Gaza, solo basta como requisito el hecho de ser palestino y haber alcanzado la peligrosísima edad de 5 años.
Ante el descrédito internacional que ha surgido como consecuencia de la impune acción criminal del régimen israelí en Gaza y todo el territorio palestino, expuesta a los ojos del mundo, con millones de voces oficiales y de la sociedad civil que se han alzado a nivel global; pretender validar la acción del victimario y presentarlo como víctima ante la opinión pública con palabras como las vertidas por el Sr. Pikholtz, no solo va en desmedro de todo principio de humanismo, sino que representa un criminal mensaje de irrestricto apoyo al genocidio, la limpieza étnica, y más específicamente al infanticidio.
Se trata, claramente, de una inexcusable expresión de pensamientos criminales cargados de odio racista, fundamentalista y genocida de los que la DAIA debería hacerse cargo a través de una disculpa pública institucional, la expulsión definitiva de este directivo y asegurar la no repetición en el futuro de similares episodios mediáticos.