Narciso Isa Conde •  Opinión •  07/09/2024

¿Sistema democrático neocolonial y neofascista?

Los abrumantes medios de comunicación de este país y del exterior, la llamada clase política, las jerarquías de las iglesias, los jerarcas militares y policiales, las elites académicas…se empeñan en exaltar el sistema imperante en nuestro país y en otras neo-colonias, como un gran ejemplo de democracia.

De entrada el tema nos remite a varias preguntas:

¿Cuál democracia reclama este siglo XXI, después de las experiencias vividas en los siglos XIX y XX, y de lo que va éste?

¿Puede ser llamado democrático el sistema político, económico, social y cultural dominante en la República Dominicana y otros países recolonizados y controlado por elites capitalistas y militares?

¿Qué clase social dicta y controla lo que hay que hacer en estos países?

En el caso dominicano hasta una reciente encuesta manipulada sobre cultura democrática , tuvo que reconocer que la mayoría encuestada percibe que aquí mandan “sectores poderosos”.

¿Qué tipo de Estado existe y quienes lo controlan y manipulan?

¿Cuál género predomina en el ejercicio de todos los poderes?

¿Cuál de los fenotipos humanos impone la ideología de “raza”?

¿Qué generación dicta la política?

¿Cuál es la relación entre militares y civiles?

¿Es libre el país, es realmente independiente, tiene soberanía, se auto determina?

¿Quiénes controlan los partidos y sus candidaturas?

Estas son preguntas obligadas en tales circunstancias.

∙        LA SUBVERSION NECESARIA.

Las respuestas veraces a estas interrogantes nos llevan a  las conclusiones de lo que es preciso subvertir en situaciones como éstas:

-Domina la burguesía transnacional y la gran burguesía local subordinada a ella. Existe una dictadura de la clase capitalista y especialmente de sus poderosas elites.

-Domina junto a ella una alta buro-tecno-partidocracia que controla los partidos a base de dinero empresarial y narco-empresarial y vuelca al Estado y el poder del capital contra la sociedad.

-El poder ha sido masculinizado. Existe una dictadura de género de corte machista; en la familia, en los partidos, en el Estado.

-El racismo tiene múltiples expresiones de poder para discriminar y subordinar, expresado con crueldad frente a los dominicanos/as pobres y negros, y contra la población haitiana o de origen haitiano.

-Los adultos varones son el centro de la sociedad (adulto-centrismo), dando lugar a una especie de dictadura de las generaciones maduras contra la juventud y la niñez.

-El país está bajo la dictadura de EEUU y sus aliados subordinados. 

Por eso, en nuestro caso pasan cosas tan graves como los recurrentes tutelajes financieros del FMI y el BM, los tratados militares con EEUU, las  recurrentes intervenciones militares del Comando Sur, USAID, CIA, DEA, FBI, MAAG; los contratos mineros con Barrick Gold, FALCONDO (niquel)… e innumerables concesiones de exploración que atentan contra la vida de nuestro pueblo, sus fuentes de agua y de vida. Resalta la relacionada con la exploración de tierras raras concedida al ejercito estadounidense.

-El poder militar-policial se ha gansterizado y violenta los derechos civiles.

-La llamada “separación de poderes” de la nombrada “democracia liberal-representativa” que pregonan las facciones dominantes, es pura ficción. 

-De la dictadura bipartidista hemos regresado a la dictadura constitucional bajo control del partido dominante. ¡Y hasta la “democracia electoral” se ha esfumado!

-La TRANSPARENCIA es una ficción, mientras la alta jerarquía gubernamental firma un pacto ético-moral con un presidente que se niega a explicar sus vínculos y los de su partido con la narco-familia López Pilarte, con el capo Miguel Gutiérrez y con las mafias neofascistas de los Guaidó, María Corina, Edmundo González, Macri, Bolsonaro, Lazo, Piñera, Noboa y Milei.  

-La cúpula que controla el sistema lo administra para destruir despóticamente la madre tierra, apropiándose de sus riquezas y atentando contra la existencia de presentes y futuras generaciones, cometiendo un ecologicidio tras otro.

-En fin, la «democracia» fuerte para EEUU y sus lacayos del siglo XXI es  neocolonial y predominantemente neofascista.

∙         DEMOCRACIA PARA ESTE SIGLO.

Todo esto precisamente ha acontecido cuando presenciamos la evolución para peor del capitalismo y el colapso de un tránsito al socialismo que no llegó a ser socialismo (por negar  democracia y devenir en estatismo burocrático),  y cuando emerge la necesidad de una democracia participativa e integral.

Democracia económica.

Democracia social.

Democracia cultural y multiétnica.

Democracia de género.

Democracia ecológica.

País independiente aliado a todos los que logran soberanía y apuestan a una Patria latino-caribeña liberada y a un mundo justo, diverso, multipolar y solidario.

Nación y pueblo soberanos hacia un nuevo socialismo: participativo e impregnado de libertades y bienestar colectivo.

Ese es el gran reto del Siglo XXI. El gran reto nuestro y de todos los pueblos oprimidos.

Y a quienes no se cansan de mentir, alabando “la gran democracia” del Norte Revuelto y Brutal, hay que decirles: 

∙        Que el poder impuesto desde el Complejo Militar-Industrial-Financiero-Informático y Mediático, NO ES DEMOCRACIA.

∙        Que la plutocracia o poder del dinero, más su TERROR-CRACIA, no es DEMOCRACIA.

El sistema antidemocrático dominicano y de países neocoloniales es una suma de despotismos internos y externos, que hay que desmontar descolonizando, para crear democracia integral.


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