Chile. «Que no te irás y no me dejarás caer» escribe hermano de AlonsoVerdejo, joven asesinado en marcha por 51 años del golpe de Estado
Durante la marcha tradicional que se realiza todos los años en
Santiago, desde la Alameda hasta el Cementerio General, donde
participan millares de familiares, amigos y pueblo que recuerda a las
y los luchadores sociales caídos durante la dictadura pinochetista y
los gobiernos civiles posteriores, este 8 de septiembre fue asesinado
el joven Alonso Verdejo y otros dos muchachos resultaron heridos, a
manos de Patricio Salerick Villafaña Juica. El principal sospechoso de
los crímenes habría empleado un puñal o cuchillo para atentar contra
los jóvenes que participaban en la caminata, en la calle Recoleta y
Santos Dumont, según las grabaciones y denuncias de medios
independientes.
Los datos entregados por el Ministerio Público, afirman que el
presunto asesino del estudiante Alonso Verdejo, tiene 32 años de edad
y es de nacionalidad chilena.
Nicolás Verdejo Bravo, hermano de Alonso, es arquitecto y autor de la
prestigiosa Editorial LOM. Al enterarse del crimen, escribió: «Las
líneas más difíciles de mi vida me tocó trazar. Mi amado Alonso, mi
hermano, amigo, compañero y alma inmensamente generosa y rebelde se
queda conmigo como un dolor que acepto padecer. Todo con tal de sentir
su tierno sigilo; que no te irás y no me dejarás caer. Te amé desde
que te cargué en mis brazos hace insuficientes 27 años, y te amaré
cada día que me quede de vida. Descansa en paz, chancho precioso.»
“Soy un contramarcha”, dijo el victimario Patricio Villafaña, tras su
audiencia de formalización, donde quedó bajo la medida cautelar de
prisión preventiva, por ser considerado un peligro para la sociedad.
El joven Alonso Verdejo recibió dos puñaladas con un cuchillo y
conforme al reporte de carabineros, murió momentos después en el
Hospital San José, por la gravedad de sus heridas.
Independientemente del trágico hecho -que se agrega a las agresiones
con resultado de muerte que han ocurrido los últimos tiempos en medio
de manifestaciones populares, como por ejemplo, en el tiroteo acaecido
contra los participantes del Primero de Mayo alternativo en la
Estación Central de Santiago, cuando en 2022 fue asesinada la
comunicadora social de Señal 3 de La Victoria, Francisca Sandoval, por
balazos provenientes de miembros del crimen organizado-, la romería de
este año al cementerio más grande Chile fue especialmente reprimida
por parte de las Fuerzas Especiales (FFEE) y el Grupo de Operaciones
Especiales (GOPE) de carabineros.
De hecho, el ataque conjunto de coches blindados lanzagases y
lanza-aguas contra los asistentes comenzó prácticamente antes que la
marcha saliera de la Alameda, lo que causó la fragmentación inmediata
de la caminata y aumentó la tensión social de los manifestantes,
quienes debieron reagruparse en diversos tramos del trayecto que
conduce al Cementerio General, siendo reprimidos permanentemente.
Incluso, ya una vez alcanzado el punto de llegada, las fuerzas
policiales ingresaron violentamente a la necrópolis metropolitana.
Asimismo, y más allá de los múltiples casos de carabineros de civil
concurrentes a las protestas públicas con el propósito de provocar a
los participantes, no se descarta la posibilidad de que en el país, al
igual que en otros lugares del continente, las fuerzas coactivas del
Estado actúen coludidas con organizaciones e individuos ligados a la
delincuencia y las mafias privadas. Ello, con el propósito de que los
uniformados no parezcan implicados en incidentes que dañen su imagen
ante la población, de modo de transferir o «tercerizar» a criminales
comunes «el trabajo sucio».