SOS Racismo Bizkaia Bizkaiko SOS Arrazakeria •  Opinión •  24/11/2024

Una negligencia más obliga a cerrar el caso de Silvia

Una negligencia más obliga a cerrar el caso de Silvia


El caso de Silvia, una mujer migrada y racializada, que fue víctima de una agresión con violencia por parte de un agente de la Ertzaintza en la Comisaría de Getxo en 2018 representa una cadena de vulneraciones institucionales que continúa hasta hoy.

Lo que empezó como un incidente menor – Silvia cuestionando el trato policial a una persona en situación de calle- terminó en una agresión policial documentada en vídeo y una batalla judicial de seis interminables años de revictimización a una mujer.

Su detención, en el supermercado,  como reconoce la sentencia, careció de justificación legal. Pero lo más grave ocurrió en los calabozos. Las cámaras de seguridad captaron cómo un agente propinó «puñetazos y bofetadas” a Silvia cuando ésta, en estado de vulnerabilidad, intentaba recuperar su cartera con los ahorros destinados a su familia. Esta agresión, clara y documentada, marcó el inicio de una respuesta institucional profundamente violenta.

 La maquinaria del sistema se puso en marcha, pero no para proteger a la víctima: el agresor recibió representación legal del Gobierno Vasco, mientras Silvia solo contó con defensa de oficio, fue el agresor quien le interpuso una denuncia contra ella, etc.. La acusación contra ella alcanzó niveles desproporcionados: siete años de prisión solicitados para quien, como demostrarían las imágenes, era víctima de una agresión policial.

La investigación mostró patrones preocupantes: se ocultó inicialmente la existencia de vídeos, no se fotografiaron las lesiones de Silvia, no se siguió el Protocolo de Estambul para casos de tortura, el instructor no investigó la agresión sufrida por la detenida, se rechazaron los informes psicológicos, etc.

Finalmente, la sentencia de la Audiencia Provincial, consideró al agente de la Ertzaintza como autor de un delito de maltrato. También impuso a Silvia una multa como autora de un delito de desobediencia a agentes de la autoridad.

Y ahora, seis años después cuando Silvia intentaba recurrir ante el Tribunal Supremo por el injusto delito de desobediencia,  en un «olvido» difícilmente casual: el procurador de oficio no presenta el recurso. ¡Qué casualidad que, de nuevo, ocurran acontecimientos turbios, disuasorios y sospechosos!.

¿Cómo es posible que en un caso con agresión policial documentada, donde la acusación institucional pedía siete años de prisión para la víctima, donde existen múltiples irregularidades probadas, el sistema permita que un simple «olvido» procesal cierre la puerta a la revisión judicial?  ¿Es normal que un procurador de oficio se “olvide” presentar un recurso y que eso no pueda revisarse? ¿Quién defiende a las víctimas de semejantes “fallos del sistema”?

Seis años después, no ha habido disculpa institucional, no se han investigado las irregularidades policiales, ni judiciales, las instituciones no han mostrado compromiso ante la cadena de abusos y el sistema ha encontrado la manera de silenciar a la víctima.

El caso de Silvia no es solo sobre una agresión policial racista y machista que obtuvo la protección jurídica  del Gobierno Vaso: es sobre cómo el sistema puede revictimizar a las personas más vulnerables y cómo la «justicia» puede convertirse en un laberinto sin salida para quienes no tienen recursos para defenderse.

El «olvido» del procurador es el último capítulo de una historia que ejemplifica cómo la protección “política” de las fuerzas de Seguridad, el racismo institucional, la violencia contra las mujeres migrantes y la desigualdad en el acceso a la justicia siguen siendo realidades cotidianas en nuestro sistema judicial.

Agradeciendo el coraje y perseverancia de Silvia, junto a todas las personas y organizaciones que le hemos apoyado durante todo este tiempo, desde la rabia y la indignación, no nos vamos a quedar calladas, seguimos diciéndole: ¡Silvia no estás sola!

En el día internacional  contra las violencia machistas, denunciamos la violencia institucional, policial, machista y racista que ha sufrido Silvia y convocamos a colectivos y ciudadanía a participar en la Rueda de Prensa que celebraremos ese día  para dar a conocer la actualidad de este caso.


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