André Abeledo Fernández •  Opinión •  28/01/2025

La internacional de la ultraderecha fascista esta lamiendo las botas de Donald Trump

Los vendepatrias se atraen como la basura atrae a las moscas, los traidores se sienten cómodos con sus iguales, la ultraderecha arrastrada disfruta de humillarse ante el amo Yanqui, orgullosos con los humildes, pero de rodillas ante los poderosos.

Personajes al servicio del poder que no conocen la dignidad, ni el honor, o el patriotismo. Edmundo González y María Corina Machado son ejemplo de indignidad vendepatrias, como lo son Milei o Abascal.

El nivel de los invitados a la investidura de Donald Trump es como el túnel de los horrores: Netanyahu, Abascal, Milei, Meloni, Bolsonaro, Bukele, toda la caverna oscura de la ultraderecha mundial.

Abascal o Milei a su llegada a EEUU han sido tratados como don nadies, como lo que son realmente, los han ignorado como lo han hecho siempre, pero ellos se arrastran con gusto ante el amo Yanqui, no conocen la dignidad.

Elon Musk el nuevo asesor de Donald Trump es también su alma gemela, es un racista y un clasista millonario de cuna, un homófobo, un niño pijo que se hizo rico gracias a las minas de diamantes ilegales de sus padres en la Sudáfrica del Apartheid y al trabajo casi esclavo de los pobres que trabajaban en sus minas de Diamantes de Sangre.

El ridículo personaje Milei es el de un enfermo, también un sionista, pero sobre todo un anormal, denunciado por pedófilo, endogámico, esquizofrénico, adicto a los antipsicóticos, un psicópata y un sociópata que habla con su perro muerto y le pide consejo, un ser sin empatía, un economista mediocre, con las neuronas justas para vender Argentina al Sionismo internacional.

Santiago Abascal es otro de esos personajes que han vivido toda su vida del cuento, de la banderita y la pulserita, de los chiringuitos primero en el Partido Popular y luego de VOX, un patriota de su cartera, dispuesto a venderse y a recibir dinero de cualquiera, un militarista que no hizo la mili, un personaje que dice representar a la España que trabaja y no ha cotizado en su vida, es el español que menos ha trabajado en la historia.

Son un ejercito de lameculos proyanquis que van de patriotas y se arrastran ante los poderosos mientras tratan de humillar a los humildes, lamebotas profesionales, vendepatrias que no conocen el significado de la palabra dignidad, no saben lo que es el honor y llevan el patriotismo en su cuenta corriente.

Vienen tiempos difíciles con fascistas y mediocres en puestos de poder.


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