Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  29/01/2025

La vuelta a casa en Gaza

La derrota es de los que no son de Palestina. El Pueblo de Gaza es victorioso, vuelve a su casa lleno de alegría, besa su madre tierra, besa a sus hermanos y hermanas. La derrota es de los que no son de Palestina. Los invasores contemplan con desconcierto el resultado de su genocidio: a pesar de haber asesinado a miles y miles de Niños y Niñas, de hombres y mujeres, no pueden vencer al Pueblo que en presente hace andando la vuelta a casa en Gaza.

Ninguna ley civilizatoria reconoce el derecho de los invasores sionazis, en ningún acuerdo entre los pueblos crecidos contra el colonialismo se incluye el genocidio como un derecho sionazi, ningún documento de paz, igualdad y justicia otorga valor a las fantasías de raigambre supremacista. Los sionazis se inspiraron en el ideario de los conquistadores del norte del continente americano, evangelistas que se decían los “elegidos de dios” para adueñarse del mundo mediante el genocidio y esclavizar a las poblaciones. Los nazis, que hicieron de continuadores de los anglos evangelistas adoptando su filosofía, con ese pensamiento guerrearon en Europa y se fueron contra la URSS. Los sionazis encontraron ellos, que también se atribuyen la “elección divina”, el plan con que mitificar su invasión, y emplearon en Palestina desde 1948 el plan de liquidación del pueblo, de igual manera que lo habían hecho sus antecesores de conquistas.

Desde entonces todo ha sido práctica de los sionazis, bajo el paraguas de “pueblo elegido de dios”, y con semejante propaganda deforman al mundo los empleadores imperialistas, los que usan la mencionada lanzadera neocolonialista. El establecimiento sionazi es la herramienta imperial contra los Derechos de los pueblos.

En los días que vivimos en el altar que llamamos Gaza, los sionazis han sido derrotados. Vuelve el Pueblo de Gaza a sus lugares de pertenencia desde el nacimiento de los siglos, el Pueblo Palestino, el Pueblo de Gaza, es suma íntegra de la tierra. Por ella los primeros prisioneros dieron su vida, por la Patria, y con ellos las familias, los hijos e hijas de ésta. La liberación de prisioneros y prisioneras que hemos visto, su vuelta a los brazos del Pueblo, ha iluminado el camino a casa, cientos de miles, dos millones y medio, como uno solo.

Los dirigentes genocidas tienen delante a la Justicia y ya limitan sus salidas por el mundo porque pueden ser detenidos y llevados a los tribunales, en los que se recogen pruebas de sus crímenes de lesa humanidad. La cárcel más grande del mundo que significa Gaza, es sobre la que lo peor de éste mundo se ha volcado, por eso la victoria de la Resistencia es la alegría de los justos de la tierra castigada y de todo ser humano. Al Pueblo victorioso le hace crecer en el resto del mundo el calor propio de los justos, calor de Palestina.

Hay que continuar movilizándose hasta conseguir que se vacíen las prisiones sionazis, que el Auschwitz construido por los neocolonialistas se quede sin puertas, y se enseñe a las generaciones presentes y futuras, para que sepan y no olviden, lo que significa vivir bajo la ocupación neocolonial, bajo el poder de quienes se dicen “pueblo elegido”.

Es hora de victoria, es hora de vida, es hora de darle la voz a las prisioneras y prisioneros de Palestina, todos ellos son ejemplo vivo del sufrimiento del pueblo, pues no hay ninguna familia sin prisioneros, sin muertos, sin heridos, adelantados combatientes contra el invasor.

Los relojes empiezan su andadura nueva con los pasos libres del Pueblo de Gaza en camino a su casa.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.


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