Andrés Kogan Valderrama •  Opinión •  04/03/2025

Elon Musk y la masculinidad distópica

Elon Musk y la masculinidad distópica

Si existe un personaje que sintetiza de mejor forma el contexto mundial distópico que nos encontramos actualmente, es sin duda Elon Musk, quien pareciera querer llevar al extremo una masculinidad de la muerte por toda la Tierra y más allá de ella incluso..

Lo menciono a propósito del inmenso protagonismo que le ha dado Donald Trump a Musk en su gobierno, quien le ha entregado la tribuna perfecta para que se viralice por sobre cualquier otra persona en el mundo, y se presente como un modelo de superhombre, siendo admirado por miles de otros varones.

De ahí que muchos hombres vean a Musk como un ejemplo a seguir, ya que reúne características claves para una masculinidad hegemónica, que más que ir en retirada como nos gustaría, se encuentra en una explícita guerra contra quienes impulsamos masculinidades disidentes, antipatriarcales y por los buenos vivires. 

Dicho esto, si uno revisa un poco la biografía de Musk, de ser un niño tímido, introvertido y víctima de bullying durante su infancia, a pasar a ser el mayor multimillonario del planeta, lo convierten en el caso perfecto de éxito y de superación individual, para todos esos hombres deseosos por destacar frente a otros hombres, y pasar a ser ese macho alfa que tanto anhelan ser. 

Por lo mismo, Musk es visto por miles de hombres como un referente a seguir y un ícono de lo políticamente incorrecto, destacando características masculinizadas, como los son el carisma, la inteligencia, el exceso de confianza, capacidad de gestión, trabajólico, conflictivo y peligroso ante los demás.

Esto en desmedro de características como el cuidado, la empatía, la vulnerabilidad, la escucha, la amabilidad, la tolerancia y la valoración de la diversidad, vistas como femeninas y woke, desde la mirada de la ultraderecha actual, la cual en su batalla cultural busca perpetuar para siempre la masculinidad hegemónica y la desigualdad de género.

Por lo mismo, Elon Musk es el elegido para representar a una masculinidad distópica sin límites, la cual a través de sus megaempresas (Tesla, X, Neuralink y SpaceX) busca llevar al extremo las fantasías masculinas más ambiciosas , como lo son conquistar y.dominar la mente humana, las máquinas, la información, la Tierra y hasta Marte. 

Es decir, una masculinidad de la muerte, que no le importa en lo más mínimo el desastre climático y ambiental que nos encontramos actualmente, producto de lógicas civilizatorias depredadoras, que creen estar por encima de los límites del planeta, como si la vida fuera un juego y un medio para satisfacer los delirios de multimillonarios como Musk.

Lo que es acompañado de parte de múltiples polémicas que ha estado envuelto Elon Musk, que van desde críticas por las malas condiciones laborales hacia sus trabajadores, por oponerse a las medidas sanitarias contra el Covid-19 y denuncias por discriminación racial en sus empresas.

Pero lo más grave de todo, son las propias denuncias por acoso sexual contra  Musk de parte de sus trabajadoras, asi como su discriminación y negación a su propia hija trans, la cual decidió cambiarse el apellido, ante el aberrante trato que recibió de su propio padre por su identidad de género, lo que refleja su incapacidad básica de ponerse en el lugar del otro u otra. 

En consecuencia, cuesta creer que un personaje así sea tan admirado por tantos hombres, que ven en Musk un modelo a seguir, cuando sólo busca dominar, humillar y denigrar a quien tenga por delante, lo que refleja los tiempos actuales y la defensa de algunos de mandatos masculinos insostenibles para la sociedad y la vida misma.

*Andrés Kogan Valderrama.

Sociólogo.

Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea.

Diplomado en Masculinidades y Cambio Social.


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