¡Hacer a Estados Unidos blanco otra vez!
La Convención Nacional del Partido Republicano de 2016, bajo la pomposa presión de Donald Trump, fue, en muchos modos, una fuga de vuelta al pasado – a los años de los 1950s y de los ‘60s – era cuando Barry Goldwater, Richard Nixon y Dwight Eisenhower fueron grandes figuras Republicanas y defensores de la exclusión, del miedo racista y del terror de El Otro.
En esos días, el Miedo Más Grande era el Comunismo.
Hoy, los extranjeros dan más miedo –y, naturalmente, los eternos extranjeros, los Negros.
Hace medio siglo todo era miedo, miedo… y más miedo.
Hoy: todavía es miedo, miedo, miedo –y más miedo.
Miedo: es la leche de pecho que amamanta a la política norteamericana.
Éso – y la nostalgia por los años de los 1950s.
Excepto por unos cuantos títeres, ésta fue la Convención Presidencial más blanca en décadas.
Mayormente blancos en el escenario: muchos más blancos todavía en las tribunas.
Y por si acaso los de las tribunas no captaron el mensaje, subió al escenaio Rudy (conocido como, «Adolfo») Giuliani, gritando contra Las Vidas Negras Valen, movimiento al que comparó (no digo ésto en broma) al Movimiento de las Panteras Negras.
En serio.
¿Cuál fue el mensaje central de la Convención? Tengan miedo. Tengan mucho miedo.
«¡Solo Trump puede salvarnos!’
En serio…
La Convención del Partido Republicano fue, «Vuelta al Futuro».
No fue, «Hacer los Estados Unidos Grande Otra Vez».
En verdad fue,«¡Hacer los Estados Unidos BLANCO Otra Vez!».
Y otra vez…
¡Y otra vez!