Evaluando el plebiscito

Los interesados en el triunfo del NO infundieron miedo con sus mentiras, tergiversaciones y chantajes; los votantes por el NO lo hicieron por ignorar el contenido de los acuerdos y cuáles son los derechos humanos, por fanatismo religioso e intolerancia; los abstencionistas no participaron por apatía, abulia, desinformación o porque les da lo mismo el NO que el SÍ; el huracán ayudó al NO inundando y mojando.

En esta imagen, robada del Facebook, se resumen las graves mentiras y chantajes. Mucha gente ignorante se asusta  ante el coco que le van a entregar el país a las FARC, afirmación que hacen porque en lo acordado se establece un fondo de tierras, unas del Estado, otras de expropiaciones, otras de baldíos. Este es el punto que más afecta a los triunfadores en el plebiscito pues como la mayoría de ellos son latifundistas y compinches de los paramilitares apoderados de grandes extensiones, ven venir un elefante encima, la extinción de dominio. Le añaden que nos van a imponer el castrochavismo y que se va a sustituir la Constitución Colombiana por esos Acuerdos.  Obvio que los guerrilleros han estado siempre del lado de los pobres y aspiran a construir una sociedad más igualitaria, lo cual no quiere decir que en los acuerdos se haya incluido el cambio del sistema capitalista por el socialista. Decir que el máximo comandante de las FARC va a ser presidente de Colombia es una estupidez de marca mayor, otro coco; mas si hubiere tal opción sería muy lejana y, además, si hemos tenido en la presidencia de la república bandidos disfrazados de gente de bien por qué un guerrillero arrepentido no puede llegar también al solio de Bolívar?

En la imagen también se incluye el fanatismo religioso, pero habría que agregarle el odio hacia las personas LGTBI. Es imposible cambiar en dos decenios una cultura acumulada durante varios siglos, resultando muy fácil convencer a un fanático con el cuento que la familia tradicional va a ser destruida y que en su lugar se va a establecer una tal “ideología de género”, tema sobre el cual ya se habían manifestado en el paro contra la Ministra de educación y que no pasa de ser la garantía de los derechos humanos a niños y adolescentes.

Si estas cosas no las entendieron los votantes del no, mucho menos lo más engorroso, el Tribunal especial para la paz y la justicia transicional, aquello de restaurar lo destruido, decir la verdad, reparar a las víctimas, en lugar de ir a la cárcel, como si la cárcel rehabilitara a alguien. Tampoco saben que la mayoría de los paramilitares no fueron juzgados por tribunales colombianos ni pagaron cárcel  por sus enormes y numerosas masacres y fechorías; ellos fueron extraditados por narcotráfico a USA, delito que pagaron en poco tiempo y nada más. Y su patrón Uribe se queja dizque porque los acuerdos de la Habana favorecen la impunidad de las FARC. Se empeña en ignorar que para quienes no digan la verdad habrá cárcel hasta por 20 años.

Es facilísimo para quienes quieren manipular a un pueblo cuasianalfabeta, pues para ello disponen de medios de desinformación y de un sistema educativo que en vez de ayudar a las personas a pensar por sí mismas, a ser autónomas, lo que hace es convertirlas en marionetas, alienarlas. A esto es a lo que se denomina educastración y fue lo que triunfó en el plebiscito del 2 de octubre.

Armenia, 4 de Octubre de 2016

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