Comunicado del Comité Europeo de Solidaridad con la Revolución Popular Sandinista
Si bien estas fortalezas se han expresado, recientemente, en la presencia de gobiernos progresistas de izquierda en varios de los países latinoamericanos (Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, entre otros.) también vemos como los Estados Unidos a intervenido para derrocar los gobiernos con artimañas jurídicas que corresponden a los nuevos golpes de estado «suaves» en oposición a la utilización de militares reaccionarios (Honduras, Paraguay, Brasil) y el apoyo que le ha brindado a los conservadores norteamericanos e ha instituciones «para alcanzar la democracia» (USAI, NED, CIA) para empujar a las derechas locales a fin de derrocar «electoralmente» a los gobiernos progresistas (Argentina, Perú. )
Sin embargo, su política mas fuerte es la de estrangular financiera y económicamente a los países que no comparten sus intereses, prueba de ello es el bloqueo de más de 50 años a Cuba y las acciones que llevaron a cabo con Chile cuando Allende llegó al poder; lo que han hecho con la República bolivariana de Venezuela cuando Chávez y ahora con Maduro; y lo que están haciendo con la Nicaragua Sandinista.
Nicaragua desde el ascenso, por segunda vez, del Frente Sandinista de Liberación Nacional al gobierno, a visto un resurgir económico, social y político. Con cifras reconocidas por los organismos internacionales, Nicaragua a reducido la pobreza y la desigualdad social con programas alimenticios, de viviendas dignas, de educación preescolar, primaria y secundaria, de micro-créditos, de entrega de títulos de propiedad, de fortalecimiento y apoyo agrícola.
Nicaragua es considerado el país más seguro de toda Centro América, sus políticas sociales y económicas han fortalecido el empleo y la estabilidad social dándole a niños, jóvenes y adultos las oportunidades de estudio, empleo, salud, deporte, recreación, cultura creando así un clima de tranquilidad y de rechazo a una vida inútil, banal y delictiva. Las fuerzas de seguridad del estado, provenientes del ejército revolucionario, con eficiencia y ética han sabido contra restar todos los intentos de las redes de narcotraficantes que han querido implantarse en el territorio, ejerciéndose una política de justicia, de acompañamiento social y de resguardo de la población ante cualquier acto o grupo delictivo, por lo cual merece como hemos dicho el título del país centroamericano más seguro.
La instauración de un gobierno de diálogo y alianza, en Nicaragua, con todos los sectores dinámicos de la sociedad nacional han permitido un clima de realización de proyectos económicos desde la producción de alimentos (agrícolas y pecuarios), el turismo ecológico y sostenible, hasta la producción de energía alternativa (eólica) que han permitido un crecimiento sostenido desde el 2006. Esto han sido acompañados con los programas de inversión pública dirigidos al mejoramiento de la red de salud, la construcción de infraestructuras educativas y de vías de comunicación (carreteras y puentes) están orientadas a generar mayor riqueza al país, empleo y bienestar para toda la población.
La estabilidad política y social que vive Nicaragua es producto del aprendizaje del gobierno revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el cual ha sabido construir diálogos y negociaciones con los otros sectores políticos de la vida nacional poniendo siempre como requisito el trabajo a favor de mejorar, todos los días, las condiciones de vida de la población, favorecer una mejor distribución de la riqueza nacional y garantizar la paz y justicia social por el cual el pueblo y el FSLN han luchado incansablemente, todo esto dentro del marco de la Constitución y con el fundamental resguardo de la soberanía y la autodeterminación del pueblo.
Diez años de trabajo y superación de la pobreza y las desigualdades sociales en que se encontró el país antes de asumir el gobierno de presidente Daniel Ortega, de nuevo el imperialismo quiere desestabilizar. La elecciones del 6 de noviembre 2016 donde se observa un aceptación significativa (mas de 55% de la población) a reelegir al Comandante Daniel Ortega como presidente y a elegir además al cargo de vicepresidenta, a la compañera Rosario Murillo, actual Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía a generado una embestida de descrédito contra estos dos combatientes y a las instituciones del poder judicial y del poder electoral. Una campaña mediática el la cual, la pequeña oposición electoral de derecha se presenta como víctima de una gobierno que concentra todos los poderes pero evidentemente, no reconoce que se ha beneficiado de todo el crecimiento económico alcanzado y que es de sus propias divisiones por las ansias de poder y la posibilidad de recibir ayuda financiera del imperio que en la actualidad, no representan ninguna alternativa electoral ante el pueblo Nicaraguense.
Sin embargo, un sector apatriada de la derecha Nicaraguense aliándose con los más reaccionarios representantes de la derecha norteamericana han logrado que se apruebe una «Ley extraterritorial conocida como Nica Act» en la cual se impide que se otorgue cualquier préstamo de los organismos multilaterales de crédito hasta tanto no se realicen «elecciones libres, justas y transparentes» mostrando con esto una incontestable injerencia de los Estados Unidos a los asuntos internos de un país soberano.
Esta nueva injerencia afecta el clima de tranquilidad y paz que vive Nicaragua desde hace 10 años, intenta desestabilizar la inversión social necesaria para el fortalecimiento de la economía que ha demostrado un crecimiento sostenido, intenta desacreditar la institucionalidad establecida de un gobierno de diálogo y alianzas nacionales y crear un clima de inseguridad y temor en la población jugando a la sombra de la guerra de los años 80 y finalmente, vemos como este acto forma parte del proceso de nuevas guerras « no convencionales » que quiere instaurar Estados Unidos en América Latina y romper con los procesos de avance de las izquierdas, de los procesos de integración regional (ALBA, CELAC, PETROCARIBE, CARICOM) y de la política exterior Multipolar que viene imponiéndose desde los países del sur y los países no-alineados.
Nosotros como
Comité Europeo de Solidaridad con la Revolución Popular Sandinista
1) Rechazamos categóricamente el « NICA ACT » como una nueva injerencia por parte de los Estados Unidos hacia Nicaragua.
2) Exigimos el respeto de Nicaragua como país independiente y soberano quien se rige por su Constitución, que cuenta con Instituciones que se rigen por la Constitución de la Nación, que cuenta con un gobierno electo con más del 65% de los votos y que el 6 de noviembre 2016 el ciudadano Nicaraguense se dirige a ejercer su legítimo y soberano derecho y deber de elegir sus nuevas autoridades gubernamentales.
3) Exigimos que cesen las campañas de descrédito y desestabilizaciones que los medios de comunicación internacional realizan contra Nicaragua, país que suscribe los tratados internacionales que garantizan los derechos humanos establecidos en la Carta de las Naciones Unidas y que garantiza la justicia de la institucionalidad en su país.
4) Exigimos que Estados Unidos actúe coherentemente y que se detengan los actos de orden legislativos y extraterritoriales que irrespetan la soberanía e independencia de las naciones y la autodeterminación de los pueblos; que solo generan desestabilizaciones con grandes consecuencias sociales y económicas sobre las poblaciones y desequilibrios geopolíticos innecesarios para la Paz del Continente y el Mundo.
Comité Europeo de Solidaridad con la Revolución Popular Sandinista