Venezuela ante la razón cínica. No más mentiras
Entiendo que alguien puede estar en desacuerdo con el gobierno de Venezuela, uno puede hasta adversar a Maduro en lo personal, por sus formas, por sus acciones, o por sus omisiones, es lícito entender que el gobierno Bolivariano de Venezuela no lo está haciendo bien, cada uno tiene derecho a opinar como le dé la gana.
El proceso bolivariano en la etapa de Maduro recibe críticas hasta de una parte de la izquierda que lo considera estancado, personalmente puedo sumarme a esta crítica. Y como no el proceso Bolivariano es duramente atacado por toda la derecha nacional e internacional que lo ven como una amenaza a sus intereses en la zona.
Es de recibo reconocer que Maduro no tiene el carisma de Hugo Chávez y no ha sabido contrarrestar la guerra sucia de las oligarquías.
Han surtido efecto las campañas de mentiras, la muerte de un líder tan carismático y ejemplar como el comandante Hugo Chávez ha sido un duro golpe, también el terrorismo alentado desde EEUU con la colaboración de países como Colombia, tratando de crear un clima de miedo e inseguridad en el pueblo venezolano con el aumento de la criminalidad, o generando conflictos en la zona, unido a una oposición mafiosa financiada desde dentro y desde fuera de Venezuela por los poderes fácticos, han ido consiguiendo su objetivo de confundir y erosionar a esta incipiente revolución social.
Han surtido efecto los millones invertidos por los poderes fácticos y las oligarquías para confundir a la opinión pública mundial, los mamporreros del sistema han hecho su trabajo, las horas de desinformación en los medios de comunicación de masas han creado una opinión sobre una realidad muchas veces inventada, la mentira repetida una y mil veces se ha vuelto a convertir en verdad para millones de personas, los desinformados y engañados del mundo creen que Venezuela es hoy una dictadura, y sus presidentes, el tristemente fallecido Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro, ahora, son terribles dictadores.
Desde la izquierda no podemos dar la callada por respuesta ante la campaña de mentiras de la derecha, no se puede tolerar que desde los medios al servicio de la oligarquía y desde las filas de los “progres del mundo” se diga que en Venezuela hay una dictadura.
El pueblo venezolano escogió su gobierno en unas elecciones democráticas, unas elecciones limpias vigiladas por observadores internacionales, les guste o no el resultado esa es la verdad.
Es vergonzoso ver repetir la mentira de que Venezuela es una dictadura una y otra vez, una mentira repetida hasta la saciedad para convertirla en verdad, como en el caso de las armas de destrucción masiva en Iraq, o la supuesta revolución en Ucrania, que con el apoyo de los mismos medios y oligarquías que hoy atacan a Venezuela consiguieron poner en el poder a un gobierno de ideología NAZI, utilizando la protesta violenta en la calle para derrocar a un gobierno que había sido elegido en las urnas pero era demasiado pro-ruso a los ojos de Occidente.
Los mismos medios que definen como violentos y terroristas a los manifestantes que protestaban en Hamburgo contra la cumbre del G-20, son los que no nos cuentan que los pacíficos opositores en Venezuela han quemado vivos a jóvenes chavistas, han linchado a policías y van armados cuando participan en las supuestas protestas “pacíficas”. Un tremendo esfuerzo de desinformación mal intencionada que busca dirigir la opinión pública, una mentira repetida que busca convertirse en verdad.
Debemos recordar cosas tan obvias como que en las dictaduras no se celebran elecciones, que en las dictaduras la oposición no da ruedas de prensa, que en las dictaduras no existen medios de comunicación que critiquen al gobierno, que en las dictaduras cuando hay protestas en las calles sacan los tanques, que en las dictaduras los presos políticos no reciben visitas y suelen desaparecer o morir en extrañas circunstancias, que en las dictaduras suele haber fosas comunes y miles de desaparecidos. En el estado español deberíamos saber bien lo que es una verdadera dictadura, la tenemos muy fresca.
La realidad es que la oposición Venezolana está apoyada por las oligarquía y los poderes económicos nacionales y extranjeros, está apoyada por los grandes medios de comunicación, está apoyada por los EEUU, la apoyan personajes como Trump, Aznar, Felipe González, Albert Rivera y un largo etcétera de personas no gratas para la clase obrera del mundo entero, la realidad es que la oposición venezolana está liderada por la derecha más clasista y golpista que podamos imaginar.
En este caso puedo repetir aquella afortunada frase que definió lo que significo Hugo Chávez en vida, “para saber quién era Hugo Chávez debemos fijarnos en quienes lloran su muerte y en quienes la celebran”, lo mismo pasa con quienes defienden y atacan al proceso Bolivariano.
Nos guste o no el pueblo venezolano tiene derecho a decidir o su destino sin injerencias extranjeras.
Después cada quien puede tener la opinión que le venga en gana. Pero Venezuela es de todos los venezolanos y en democracia decide la mayoría.
Entiendo además que Maduro y el pueblo venezolano no necesita que los defendamos y si lo hacemos es por un deber con la verdad y la justicia.
*Concejal de Esquerda Unida de Narón, militante comunista y sindicalista organizado en la CIG.