José Camargo •  Opinión •  08/01/2019

El cuento fatídico de verano de la rosa

El cuento de Verano de la Rosa titulado –El fracking Caribe- (publicado el 12 de diciembre de 2018), está cargado de una gran fantasía, cualquiera que lo lea en estas épocas de tragedias, tiene la posibilidad de reírse a carcajadas. Y también de sorprenderse de esa gran imaginación de este ilustre gobernador del Atlántico. Pero, el final del cuento, es el final de todos los cuentos en este país, el paraíso que pinta para la región Caribe es inalcanzable, al menos para el departamento de La Guajira.

Este cuento se desarrolla en una tierra que es como el paraíso terrenal, la ciudad de Midland ubicado en el condado de Midland (Texas) que está catalogada como la ciudad del Fracking, la capital energética del mundo. Verano de la Rosa pareciera expresar: La vi con mis propios ojos…no fue que me lo contaron. El Fracking logró transformar a Midland en una dinámica ciudad empresarial y comercial. Este es el referente que puede motivar la aplicación del Fracking en la Costa Caribe (Cesar, La Guajira) según las cuentas de este gobernador, que se jacta en decir que es un gran defensor del medio ambiente. Los Guajiros, podemos seguir el camino de los países de: Francia (2011), Bulgaria (2011), Escocia (2015), Gales (2015), Holanda (2015), Alemania (2016), Irlanda del norte (2017), Uruguay (2018). Estos países suprimieron la mortal utilización de la tecnología de fracturación hidráulica o Fracking y además algunos estados de los Estados Unidos luchan por evitar la aplicación de esta técnica (incluyendo al estado de Texas). En Méjico, Andrés López Obrador, señalaba que: “No vamos a utilizar ese método ya para extraer petróleo”.

Eduardo Verano de la Rosa, dibuja la tragedia Caribe, en el hecho de los altos costos del gas y la falta de disponibilidad en el futuro cercano. Hay que embarcar a La Guajira y el Cesar en una aventura de exploración y producción de petróleo y gas a través de métodos no convencionales (FRACKING) y en su cuento nos intenta engolosinar con las bondades del proyecto Cuenca Ranchería-Cesar con cifras que hablan de inversiones millonarias US$30000 millones(exploración y producción) 124000 nuevos empleos directos e indirectos, regalías por US$1000 millones que “podrían cambiar la ecuación económica de la región en favor de nuestras comunidades”, instalación de nuevas empresas prestadoras de servicios a fines a esta actividad. Esta parte de la historia del cuento de Verano de la Rosa provoca indignación, porque es el mismo argumento utilizado en la historia de la explotación de la mina del cerrejón. En Riohacha, aun no se ha creado la primera microempresa relacionada con la actividad minera que lleva más de 35 años de estar contaminando el medio ambiente guajiro, la Multinacional Cerrejón ha arrancado de las entrañas de nuestras tierras, 650 millones de toneladas de carbón (existen verdades ocultas de la real dimensión de esta catástrofe ambiental) y los gobiernos territoriales para el desarrollo regional le fueron transferidos $8.1 billones en regalías entre 1990-2016(Centro de Pensamiento Guajiro 360) y los cacareados empleos nos arrojan una alta tasa de obreros con enfermedades típicas de este trabajo. El municipio de Barrancas (La Guajira) el único testimonio de “prosperidad” que tiene para mostrar es el camión minero bautizado como “El Gigante Amable”.

No será los resultados de las investigaciones en materia ambiental y sismicidad realizadas por los centros de pensamientos y universidades proclives al fracking en los EE.UUU los que determinen la conveniencia de la aplicación de esta tecnología en regiones como el Cesar y la Guajira. Hay algo que se llama PUEBLO y que no se puede desconocer y menos invitarlo a un debate donde sea un convidado de piedra. Una cosa más: Utilizar esta tecnología en el departamento de la Guajira o en cualquier otro lugar de Colombia es un acto criminal, perverso, inhumano. Le sugiero, al gobernador Verano de la Rosa que se estudie el Plan Integral del Cambio Climático-Departamento de la Guajira, este documento es muy posible que no se encuentre en los archivos de las Universidades de los Estados Unidos.

Las empresas nacionales e internacionales que están al acecho para derrochar hasta la última gota de agua de nuestra Guajira: Ecopetrol, Canocophilips, Exxon Móvil y Drummond, encontrarán la oposición de un pueblo que se niega ver destruida esta tierra, por efecto de la ambición de oxigenar un modelo económico que poco le importa la salud ambiental de un país. Finalizando el año-2018-la Agencia Nacional de Hidrocarburos le confirmaba la triste noticia a Colombia de que todo estaba listo para iniciar las pruebas exploratorias en Santander, Cesar y la Guajira.


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