María Limón: “hay incapacidad en reconocer la valía de las mujeres”
Ha sido una de las mujeres gestoras más activas en el sector de medios comunitarios. Su activismo empezó en ámbitos culturales universitarios, sobre todo cinéfilos, así como en voluntariados en ONG. Trabajó durante 9 años en un sindicato. La movilización del 15M coincidió con su implicación en la radio comunitaria sevillana Radiópolis. Durante 4 años ha presidido la Red de Medios Comunitarios.
¿Has tenido alguna dificultad por el hecho de ser mujer en el desempeño de tu función?
He tenido muchas dificultades desde mi nombramiento como presidenta en Radiópolis. Cuando empecé a participar en la radio su membresía estaba compuesta muy mayoritariamente por hombres de 45-55 años. Destaco este dato porque entiendo que influye en determinadas generaciones. A pesar de que supuestamente defienden el feminismo, el peso del patriarcado es importante debido a los pocos liderazgos de mujeres en los movimientos en los que han crecido. Cuando yo empecé de presidenta en Radiópolis tan solo había 2 mujeres en la junta directiva y actualmente está en el 50%. La persona que me ha relevado en el liderazgo es una compañera mujer. Ha sido una progresión fundamental, así como la participación en distintas comisiones de trabajo de mujeres y feministas.
¿Cómo afecta eso en el día a día?
Eso supone presenciar muchas pero que muchas asambleas llenas de discursos masculinos y poco trabajo real de arremangarse, y donde las mujeres pareciera que nos convertimos en secretarias. Las dificultades fundamentales son la incapacidad de reconocer la valía, las ideas de mujeres, los pocos cuidados, las pocas gracias, los pocos afectos en ese sentido, y un sentir constante de hacerte saber que tienes mal carácter y donde ahí se justifica cualquier cosa sin más argumentos. La realidad es que ese poco reconocimiento y afecto, es el que provoca sacar ese carácter. ¿Qué hubiera pasado si yo tuviera el mismo carácter pero fuera un hombre?
Vaya panorama…
También me ha sucedido con mucha gente, muchísima, que te valoran, te hacen saber lo que le has apoyado, las oportunidades que has ofrecido en el trabajo en red, y viceversa. En esa bidireccionalidad se han forjado alianzas, cariños y trabajos compartidos muy potentes. A pesar de todo lo expuesto, quiero destacar que me siento una persona muy reconocida y querida en muchos movimientos sociales, en redes a iniciativas de Sevilla y fuera de ella. En Radiópolis también, pero ha habido zancadillas terribles, y difíciles de digerir a veces. En algunos casos el componente de ser mujer tiene un peso importante.
¿La cultura del patriarcado existe en los medios comunitarios?
El machismo se manifiesta en el poco interés de poner en el centro temas que tengan que ver con la igualdad , los cuidados, la visibilización de los muchos trabajos que se hacen en el día a día. Dices ideas que luego recogen otras personas (hombres) y es entonces cuando esas propuestas son visibilizadas y reconocidas. Un clásico de lo que nos pasa continuamente a las mujeres. Es muy frustrante. Por otro lado, cuando se convoca a participar para trabajar en el uso de lenguaje no sexista, no hay afluencia apenas. Al final somos las mujeres las que hemos asegurado esos contenidos y, poco a poco eso, va calando de forma muy significativa. En la ReMC, no obstante, casi nunca he sentido nada de lo expuesto. Es una red mayoritariamente masculina, pero con personas comprometidas con el feminismo en la teoría y en la práctica. A veces afloran micromachismos, pero de eso las mujeres también adolecemos en algunas ocasiones, y siempre se puede hablar , tomar conciencia y trabajarlo de la mano, hombres y mujeres.
¿Y en el plano técnico?
Otro ejemplo de empoderamiento en mi medio comunitario ha sido el de liderar todo el tema técnico de software y hardware, pero sobro todo la FM. En ese sector sí que te encuentras mucho machismo, pero con el tiempo vas demostrando conocimiento y capacidad de valorar decisiones, inversiones, estrategias y te ganas el respeto. Pero de forma mucho mas lenta por ser mujer.
¿Qué retos conjuntos tiene que afrontar el sector de los medios comunitarios en cuanto a género?
Creo que la Red de Medios Comunitarios tiene el gran reto por delante de ponerse a trabajar para que la vocalía o espacio dedicado a las mujeres se convierta en algo transversal en todo lo que se emprenda. En la web deberíamos habilitar un espacio para contenidos de mujeres (códigos, archivos de expertas, enlaces a webs feministas, etc). Esta serie de entrevistas que visibilizan a las mujeres es una continuación del trabajo realizado por dos mujeres presidentas anteriores como es el caso de Mirian Meda, o el mio propio. En las asambleas anuales se sigue poniendo de manifiesto que hay muchos más hombres que mujeres, aunque han aumentado. Sería esencial seguir trabajando para que el equipo de coordinación sea paritario. Es difícil conseguirlo a veces por la menor presencia de mujeres en las radios en general, pero debe ser un objetivo al que no debemos renunciar y lo estamos consiguiendo.
¿Lo mejor y lo peor de tu labor en la gestión de un medio comunitario?
Lo mejor de trabajar en un medio comunitario es casi todo. Es muy satisfactorio hacer propuestas para enredarse con colectivos, con iniciativas que promuevan la participación, trabajar la incorporación de nuevos programas, organizar actividades culturales y por supuesto contar historias desde el compromiso social. Lo peor, la precariedad y los problemas técnicos.
¿Qué has aprendido en la radio comunitaria que te sirve para otros ámbitos?
Todo sirve. Trabajar desde la comunicación comprometida desde el prisma de los derechos humanos es una herramienta de conciencia maravillosa. Te permite conocer a tanta gente estupenda que se mueve por cambiar las cosas, tantas causas justas, tantas situaciones en las que puedes echar una mano… Me ha enseñado a escuchar, a dialogar. Al fin y al cabo la clave de la radio es la palabra y el silencio. Soy mejor persona sin duda desde que me enmarroné.