Lo que el mundo le debe a Julian Assange
Recuperamos este trabajo, de hace unos días, llamado «Lo que el mundo le debe a Julian Assange» es un trabajo producido por Euskadi-Cuba y Cubainformación TV para el espacio «Ojo con los medios», del medio Tantaka TV.
Versión en euskara (lengua vasca)
Lo que el mundo le debe a Julian Assange
Quien informó sobre numerosos crímenes contra la Humanidad, lleva 6 años y medio encerrado en la embajada de Ecuador en Londres. Es el periodista australiano Julian Assange, fundador de Wilileaks.
Esta organización destapó 700.000 documentos, que revelaron: los asesinatos, la corrupción y los abusos contra los derechos humanos, por parte de EEUU, en países como Irak o Afganistán; sus prácticas de espionaje masivo, incluso a gobiernos aliados; las torturas en cárceles secretas o en la Base Naval de Guantánamo; y todo tipo de casos de diplomacia sucia.
Para ello contó con la colaboración de varios importantes medios corporativos, como “The New York Times” o “El País” que, durante meses, hicieron un enorme negocio con los escándalos publicados. Pero el filón Wikileaks se agotó. La CIA creó entonces una gran campaña de desprestigio contra Assange y WikiLeaks. Y aquellos medios le dieron la espalda.
Como por arte de magia, apareció la pieza jurídica necesaria para su persecución: una ciudadana sueca, curiosamente vinculada a organizaciones anticastristas, denunció a Assange por supuestos delitos sexuales.
En 2012, el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa protegió al australiano, dándole asilo en su embajada en Londres. Desde entonces, la policía de Reino Unido lo cerca para detenerlo. La falta de asistencia sanitaria adecuada, de ejercicio y de aire fresco, han deteriorado gravemente su salud.
No importa que, en 2016, Naciones Unidas exigiera su liberación, por violación de sus derechos legales. Londres se negó a cumplir esta decisión.
Los gobiernos de Reino Unido, Suecia, Australia y EEUU colaboran para dar cazar al periodista. Una vez en EEUU, la Ley de Autorización de Defensa Nacional permitiría su detención indefinida. Y un hipotético juicio militar podría condenarlo a pena de muerte.
El mundo está en deuda con Julian Assange: informó con valentía de importantes crímenes de estado. Su caso debería aterrorizar a la prensa. Pero no. Los medios corporativos, que hicieron un gran negocio con sus revelaciones, le pagan ahora con la indiferencia y el olvido. Pero ¿se podía esperar otra cosa de la gran prensa internacional?
Guión: José Manzaneda. Presentación: Ana Gil. Edición: Esther Jávega.