Cecilia Zamudio •  Opinión •  15/10/2019

Ecuador: la lucha popular demostró ser fuerte; la rapiña del FMI sigue vigente

La lucha del pueblo ecuatoriano, durante días en paro nacional contra las medidas impuestas por el FMI, volcado a las calles, enfrentando la represión brutal, es una lección de combatividad para los pueblos del mundo. Esa es la mayor ganancia de la gigantesca movilización popular: el ejemplo de templanza y solidaridad demostrada entre campo y ciudades, la capacidad de movilización de la clase explotada. Por otra parte, varios asesinados por las fuerzas represivas y centenares de heridos quedan clavados en el alma.

Ahora bien, es importante analizar el resultado de las «negociaciones» entre los voceros indígenas y el gobierno de Moreno. Se ha derogado (si cumple el gobierno) UNA sola medida, no el «PAQUETAZO» de medidas económicas (de recortes y privatizaciones) destinadas a llenar las arcas del FMI, mientras se precarizan las condiciones de vida de la clase explotada.

El «préstamo» contraído con el FMI sigue vigente, y ese préstamo más sus intereses lo pagará el pueblo. Despidos masivos en el sector público, acortamiento del tiempo de vacaciones, subida de la edad de la jubilación, recortes en la educación, en el sector de la salud, etc. Una vez más, la socialdemocracia, las mentiras mediáticas, la ONU y la Iglesia, lograron desactivar la lucha popular en las calles. Al parecer se ganó la derogación del decreto de alza de los combustibles (es cuestión de tiempo que el régimen lo reactive con otro nombre). El problema de fondo es el «préstamo» con el FMI, es ese «préstamo»(o mejor dicho rapiña) que hay que rechazar. «Moreno firmó un acuerdo con el FMI para adquirir un préstamo equivalente a 10 por ciento del PIB del país, préstamo que la economía ecuatoriana no requería. Para recibir 10 mil millones de dólares aumentó la gasolina en 123 por ciento, despidió centenas de miles de servidores públicos y dio un perdonazo de 4 mil 500 millones de dólares a los empresarios más ricos del país»[1].

Para pagar ese «préstamo» innecesario, que irá para construir la infraestructura que necesiten las multinacionales extractivas, es el pueblo el que tendrá que apretarse el cinturón, ver sus condiciones de vida más precarizadas, ver cómo los impuestos que paga no van a pagar escuelas y hospitales, sino los intereses usureros al FMI.

NOTAS: [1] https://cecilia-zamudio.blogspot.com/2019/10/ecuador-y-abya-yala-en-lucha-del-saqueo-colonial-al-fmi.html


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