Las vidas de todos ante todo
El confinamiento se decretó para evitar que los contagios masivos colapsen el sistema sanitario de tal modo que la muertes por coronavirus, o por otras afecciones, accidentes, etc, que con un sistema sanitario no podrían ser atendidos correctamente provocasen una mortalidad mayor.
Yo soy cajero de supermercado, mis compañeras y compañeros han ido a trabajar con miedo, no son héroes, ni heroínas, son clase trabajadora y no les quedó otra opción.
Al principio asmáticos, embarazadas y otros grupos de riesgo seguían trabajando sin la protección adecuada, ahora ya veremos.
Hubo que hacerlo, era una emergencia. Pero no parece muy lógico tener que estar confinados en casa para salvar vidas y llenar el metro para ir a trabajar.
Aquí se trata de primero salvar vidas y luego ver como superamos la crisis económica que aún va a venir, sin que se destruyan aun más vidas por culpa de una economía que entrará seguro en recesión, cuando no ya en depresión directamente.
Pero de lo que estoy seguro es que en el metro o en las fábricas estarán los trabajadores y no los grandes empresarios. Y en el almacén de Inditex, por ejemplo, estarán las trabajadoras y trabajadores y no Amancio Ortega. Ese es el caso.
Solo espero que sean realmente los miembros de comité de expertos, los epidemiólogos, quienes tomen las decisiones. Sin presiones políticas, ni económicas, ni desde la derecha, ni desde la patronal.