Tres puntos y dos puertas para salir de una pandemia
Las crisis siempre las hemos pagado los mismos, pero en algún momento habrá que «darle la vuelta a la tortilla y que los pobres coman pan y los ricos, mierda, mierda», como cantaban los soldados republicanos que defendían la República de la esperanza frente al fascismo, ellos soñaban ya entonces con un mundo mejor, con justicia social.
Esta pandemia del COVID-19 ha dejado claro que los trabajadores realmente esenciales, los verdaderamente imprescindibles, no son los mejor pagados, ni los más valorados.
Pero sin ellos el sistema no puede funcionar, puesto que es la clase trabajadora la que lo mueve todo y cuando paramos, todo se para.
Existen tres puntos clave para superar esta pandemia como sociedad y recuperar el estado del bienestar.
Lo primero salvar vidas.
Lo segundo garantizar la calidad de vida de la ciudadanía.
Lo tercero no permitir que pongan precio a nuestras vidas.
Existen dos puertas de salida para esta crisis sanitaria y económica.
Una se abre hacia una sociedad más desigual, con más miseria, con menos derechos, con más paro y precariedad laboral, con peores servicios públicos, que no deja de ser en el fondo el camino más rápido hacia la próxima pandemia.
La otra se abre hacia un nuevo modelo económico y social, donde el Estado interviene en los mercados marcando el precio de los productos básicos, donde se blindan los derechos y la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora para que también pueda reactivarse el consumo, donde se nacionalizan los sectores estratégicos y se refuerzan los pilares de cualquier sociedad sana, que son la sanidad y la educación.
El presente y el futuro dependerá de que puerta abramos para salir de la pandemia, tenemos la de la derecha y la de la izquierda.
En resumen, ¡socialismo o barbarie!.