André Abeledo Fernández •  Opinión •  12/05/2020

Ya basta de pagar siempre los mismos las crisis del capitalismo.

Son momentos de tomar partido, de mantener posiciones firmes para defender intereses de clase. Y eso debemos exigir en estos momentos a un gobierno que se dice de izquierdas, que comparta trinchera con la clase trabajadora para que la crisis del sistema no la paguemos los de siempre. 
 
Porque bien sea por una pandemia, un desastre natural, una guerra, una crisis por sobreproducción o por escasez de recursos energéticos, la factura la terminamos pagando siempre los más débiles o mejor dicho, los peor organizados y menos conscientes de que existe y esta siempre vigente la lucha de clases.
 
El pacto social solo puede existir entre iguales, cuando una de las partes esta en una posición de fuerza el pacto se convierte en imposición. Y ya está bien de que la patronal y las oligarquías, así como la banca y los poderes económicos nacionales e internacionales impongan siempre su ley del más fuerte y sigan haciendose cada vez más ricos a costa del trabajo y el sufrimiento de la mayoría.
 
Es ahora cuando debemos exigir que la banca nos devuelva el rescate que consiguieron gracias a el chantaje y a un gobierno amigo, nos deben dinero y este es el momento de que paguen. También es momento de que las grandes fortunas y las multinacionales empiecen a tirar del carro de verdad y se dejen  de gestos cara a la galería mientras siguen aumentando sus beneficios. 
 
Este es el momento de recuperar los sectores estratégicos para lo público, de fortalecer la sanidad y la educación universal y gratuita. 
 
Son momentos de no poner ni aceptar escusas, de organizarse como mayoría, como clase trabajadora que no pide nada, exige que le devuelvan los derechos y el estado del bienestar que nunca hemos podido disfrutar realmente. 
 
Son tiempos de organización y lucha para recuperar lo que es nuestro y sobre todo para poder dejar un futuro mejor a nuestros hijos que el presente que nos ha tocado vivir.
 
Porque aquella generación que no es capaz de dejar a la siguiente un futuro mejor es una generación fracasada y perdida. 

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