Hoy en Palestina sobrevivir es resistir. Un genocidio, una pandemia y un pueblo abandonado.
No podemos guardar silencio ante la barbarie, los pueblos no tenemos que obedecer las órdenes de un Imperio en decadencia.
Si los gobiernos callan y otorgan ante el sufrimiento del pueblo palestino, los pueblos debemos gritar y apoyar la resistencia del pueblo palestino.
Una agresión constante contra el pueblo palestino, continua la traición, en plena pandemia del COVID-19 los abusos por parte del Estado de Israel con la convivencia del gobierno de los EEUU continúan.
Aprovechando que el mundo esta ocupado tratando de combatir una pandemia, Israel recrudece su ofensiva contra el indefenso pueblo palestino.
Donald Tump, el presidente de los EEUU, el desequilibrado extremista que gobierna a bandazos la potencia militar más poderosa del mundo, ha decidido pasarse por los forros todas las resoluciones internacionales al reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital y territorio de Israel.
Podemos ver claramente hasta qué punto el sionismo controla las decisiones políticas de Washington.
Esta decisión muestra claramente a Trump como un títere del sionismo y valedor de los intereses de Israel en Oriente Medio.
Esta terrible decisión consiguió que una vez más se rieguen las calles de Palestina con sangre inocente, fue una humillación más para un pueblo tan torturado como el palestino y también un insulto a todos los organismos internacionales.
Los EEUU de Donald Trump no siquiera hacen el paripé de respetar ciertos límites, la nueva administración no respetará nada, ni tratados internacionales, ni soberanías nacionales, ni a su propio pueblo durante las protestas contra el racismo estructural y el fascismo de las instituciones yanquis.
¿Quién responderá por toda la sangre que se esta derramando por las decisiones de un Presidente que desprecia la vida humana?.
Nadie dirá nada por los niños que van a ser asesinados, por todos los detenidos y torturados, por la familias destrozadas, por las casas demolidas, por las detenciones arbitrarias.
¿La comunidad internacional volverá a dar la espalda al horror?
¿Otra vez la comunidad internacional permitirá el genocidio de un pueblo?
Hoy en Palestina sobrevivir es resistir.