Esperemos no pasar del #QuedateEnCasa al #SalveseQuienPueda por la irresponsabilidad manifiesta de muchos.

Nos estamos relajando demasiado y aún no hay vacuna para la Pandemia del COVID-19 que nos mantenía en cuarentena, que ha destrozado familias y economias dejando miles de muertos en el camino.

Oír decir a unos padres: «No mando a los niños al colegio por miedo al contagio», pero luego me voy con ellos a un Centro Comercial, a una terracita, o a una playa llena de gente. No nos extinguimos de milagro.

Somos una sociedad sin memoria, sin sentido común, sin empatía, sin disciplina, ¿que más da las cosas que tengamos si no somos nada?.

Estamos deshumanizados, lo demuestra por ejemplo el abandono de perros aumenta un 25% desde el inicio de la desescalada. Cuantos hijos de puta sueltos.

Sería desgarrador que por culpa de que a muchos os gusta la terraza, la playita y el cachondeo, resulte que haya un rebrote del COVID-19. Si luego os veo aplaudir desde el balcón, subo y os tiro cabronazos.

Cuando veo a toda esa gente apelotonada en terrazas, playas, parques, en plena pandemia, poniendo todo su esfuerzo en que tengamos un nuevo rebrote, sin respeto por nadie, ni por ellos mismos, me flojea la fé en la humanidad.

Despues tenemos que ver a Belen Esteban, escritora, experta en pandemias, tertuliana política, cocinera, influencer, ejemplo de opinar de todo sin saber de nada.

Belen Esteban no debate, grita y suelta cosas sin informarse antes. Suelta bulos como los fachas de VOX.

La Esteban aprende política, del programa de Ana Rosa, programa que dice ver todos los días, un programa mentiroso y derechista.

Bravo por el presentador Jorge Javier Vázquez, por poner freno a se discurso plagado de exageraciones, mentiras y bulos propio de un bar.

Todos hemos vivido esta pandemia. Y estamos hartos del discurso de la derecha ultra, hartos del discurso de odio ultraderecha.

Cansados de la critica destructiva sin alternativas. Hartos de gente como Belen Esteban sin más argumentos que sus gritos.

Un reloj parado acierta la hora dos veces al día, Belen Esteban ninguna.

Mientras los grandes empresarios exigen su “paguita”: más dinero público y menos impuestos para ellos. Su patriotismo es el de su bolsillo.

Recordemos también que ell rescate a los bancos se hizo con dinero de todos, el rescate de todos debería de ser en gran parte con el dinero que nos deben.

Dos pandemias nos amenazan, el COVID-19 y el fascismo.

Debemos limpiar con urgencia el fascismo que se mantiene vivo en los tres poderes y en las instituciones para tener una democracia.

La ultraderecha esta envalentonada al ver su discurso de odio represemtado por Casal y Abascal en el Parlamento.

Los patrones y los oligarcas van a presionar al gobierno para que la factura de la crisis sea pagada por la clase trabajadora.

Vivimos un momento crítico en la historia de la humanidad y parece que estamos entre tuertos y ciegos.