André Abeledo Fernández •  Opinión •  01/09/2024

Venezuela merece respeto, merece que gritemos la verdad

“A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quiénes están del otro lado”. Leonard Cohen.

En el caso de Venezuela esta frase cobra todo el sentido del mundo.

¿Quien apoya a la oposición venezolana?, ¿quienes son los grandes amigos de la oligarquía venezolana que dirige esta oposición vendepatrias?.

A María Corina Machado la apoya Netanyahu, y es financiada por el sionismo internacional, además también por Washington que lleva décadas tratando de tomar el control sobre el petróleo, el coltán, el litio, y el oro de Venezuela, a esta gente el pueblo venezolano les da igual, lo que importa realmente son sus recursos energéticos.

En América los grandes amigos de esta oposición venezolana son los Yanquis y sus perros falderos, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador, El Salvador… países que han renunciado a su soberanía y se han puesto a los pies de los EEUU y del sionismo internacional.

Pero tampoco puedo dejar de hablar de esa falsa izquierda de mentira que hipócritamente le siguen el juego al imperio norteamericano, por miedo, por dinero, o porque nunca han sido la izquierda.

Lula me ha decepcionado porque el conoce lo que es la derecha fascista, saben lo sucio que juegan, como le dieron un golpe de Estado judicial, lo metieron en la cárcel para que no pudiese presentarse a las elecciones, y ni siquiera le permitieron salir de la cárcel para acudir al entierro de su nieto muerto.

Del presidente de Chile no esperamos nada, se puso al servicio de los EEUU desde el principio, de Petro no sabíamos que pensar, pero Lula era alguien a quien creía diferente.

Como dijo Fidel Castro: «Si hay cansancio, jubílese; pero no se convierta en freno, no se convierta en obstáculo, no se convierta en estorbo.  Hay mucho que hacer y esta tarea es de revolucionarios. 

No basta con haber sido revolucionario ayer, hay que saber ser revolucionario hoy, hay que saber ser revolucionario mañana.  Y hasta, incluso, se puede ser revolucionario no estorbando, no estorbando.»

Como dijo el Che Guevara: Camaradas, «la revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella».

El pueblo venezolano escogió su gobierno en unas elecciones democráticas, unas elecciones limpias vigiladas por observadores internacionales, les guste o no el resultado esa es la verdad.

Es vergonzoso ver repetir la mentira de que Venezuela es una dictadura una y otra vez.

Han surtido efecto los millones invertidos por los poderes facticos y las oligarquías para confundir a la opinión pública mundial.

Los mamporreros del sistema han hecho su trabajo, las horas de desinformación en los medios de comunicación de masas han creado una opinión sobre una realidad muchas veces inventada, la mentira repetida una y mil veces se ha vuelto a convertir en verdad para millones de personas, los desinformados y engañados del mundo creen que Venezuela es hoy una dictadura.

Sus presidentes, el tristemente fallecido Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro, ahora, son terribles dictadores.

Desde la izquierda no podemos dar la callada por respuesta ante la campaña de mentiras de la derecha, no se puede tolerar que desde los medios al servicio de la oligarquía y desde las filas de los “progres del mundo” se diga que en Venezuela hay una dictadura.

En el estado español sabemos bien lo que es una verdadera dictadura, la tenemos muy fresca, las fosas comunes son la prueba de genocidio ideológico.

La realidad es que la oposición Venezolana está apoyada por las oligarquía y los poderes económicos nacionales y extranjeros, está apoyada por los grandes medios de comunicación, está apoyada por los EEUU.

La apoyan personajes como Trump, Elon Musk, Netanyahu, Milei, Feijóo, Borrell, Abascal, Ayuso…lo mejor de cada casa.

La realidad es que la oposición venezolana está liderada por la derecha más clasista y golpista que podamos imaginar. 

En este caso puedo repetir aquella afortunada frase que definió lo que significo Hugo Chávez en vida, “para saber quién era Hugo Chávez debemos fijarnos en quienes lloran su muerte y en quienes la celebran”.

Lo mismo pasa con quienes defienden y atacan al proceso Bolivariano. 

El pueblo venezolano tiene derecho a decidir su destino sin injerencias extranjeras.Después cada quien puede tener la opinión que le venga en gana.

Pero Venezuela es de todos los venezolanos, y en democracia decide la mayoría.

Maduro y el pueblo venezolano no necesita que los defendamos, y si lo hacemos es por un deber con la verdad y con la justicia, un deber internacionalista.


Opinión /