Dr. Néstor García Iturbe •  Opinión •  02/11/2017

EU.- Corea del Norte.- Trump no visitará la zona desmilitarizada

Después de haber anunciado en repetidas oportunidades que durante su viaje a Corea del Sur visitaría varias bases militares estadounidenses y además daría un paseo por la Zona Desmilitarizada, ahora se anuncia por la Casa Blanca que de acuerdo con el programa “no tendrá tiempo para ir a la zona desmilitarizada” según reflejó en CNN Jeremy Diamond.

Todo parece indicar que después de alardear de que visitaría Corea del Sur y  deseaba pararse en la zona desmilitarizada, en un lugar donde pudiera mirar hacia Corea del Norte y que supieran  él estaba allí, se le enfriaron los pies.

Aquello del “fuego y la furia”, para lo cual las fuerzas armadas de Estados Unidos  desde hace varias semanas, han estado trasladando para Corea del Sur, equipos de tecnología avanzada de todo tipo, al parecer,  ya no se aplicará, gracias a la decisión de alguien con un raciocinio más adecuado que el de  Trump.

No dudo que el gobierno de Corea del Sur haya influenciado en esto.  En una de sus últimas declaraciones el presidente, Moon Jae-In,  planteó que  “Es importante gestionar la situación de forma estable: todos nuestros esfuerzos deben estar destinados a prevenir el estallido de una guerra y mantener la paz. Hay que tener la cabeza fría y evitar enfrentamientos militares accidentales”.

Si alguien ha medido adecuadamente lo que pudiera resultar para su país  un conflicto entre ambas naciones, es evidente que esa persona debe ser el presidente de Corea del Sur. El conflicto sería un campo de experimentación para los últimos modelos de armamento del Complejo Militar Industrial, que ya se encuentran en su país y los muertos no serían en su mayoría estadounidenses.

Independientemente de que en una guerra siempre hay destrucción y muerte por ambos bandos, el que los Coreanos del Norte cuenten con Armas Nucleares y misiles adecuados para trasladar estas al territorio del Sur, además de a otros países, incluyendo una parte de Estados Unidos, aconseja tratar de buscar una solución diplomática para resolver el asunto.

Las consideraciones de Trump cuando conoció de que Tillerson, su Secretario de Estado estaba promoviendo conversaciones con los Coreanos del Norte, fueron de que  este “estaba perdiendo del tiempo”, sin embargo Corea del Norte ha continuado trabajando en su desarrollo nuclear. 

Ya tiene la bomba de hidrógeno, que  una sola debe tener una potencia de 15 megatones, (15 millones de toneladas de TNT), comparada con una bomba atómica en base a uranio  de una potencia de 15 kilotones (1 ,5 millones de toneladas de TNT), resulta diez veces más destructiva que la que lanzaron sobre Hiroshima.  Haciendo un cálculo aproximado, la bomba de hidrógeno pudiera destruir los cinco barrios de la ciudad de Nueva York, una parte de New Jersey y una porción importante del resto del  estado de Nueva York y Connecticut.   

Seguramente esta cuenta se ha sacado en el Pentágono, además de conocerse que el tiempo transcurrido ha estado a favor de Corea del Norte, que continua avanzando en su programa nuclear y de misiles, además de  tomar medidas para perfeccionarlo y ampliarlo.

Dentro de los cambios de la situación mundial, el gobierno de Estados Unidos tiene que pensar bien lo que hace, pues esta pudiera ser una  guerra en la  que parte de sus efectos se sientan en el territorio continental estadounidense, a diferencia de la Primera y Segunda Guerra Mundial.


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