Una nueva mina desde la Camocha en Gijón hasta la Collada en Siero, los vecinos sin saberlo

Desde la Coordinadora Ecoloxista hemos presentado alegaciones ante la Consejería de Economía y Empleo del Principado sobre el proyecto de ampliación de la mina de fluorita de Viesca. Esta ampliación afecta a una extensión de 10 km en dirección NNO-SSE, desde las estribaciones de Gijón en la Camocha hasta la localidad de la Collada de Arriba en Siero.

Nos preocupa que no se informe debidamente sobre este proyecto minero a los vecinos afectados. Deben saber cómo va a afectar a sus vidas, cuantificar la pérdida de su patrimonio y del valor de sus propiedades. Queremos trasladar la idea de que muchos de ellos no sean conscientes de esta situación y de que son muchos los pueblos afectados que no han recibido un comunicado fehaciente por parte del Principado ni los Ayuntamientos de Gijón y Siero.

El nuevo proyecto minero afectará a miles de vecinos de Gijón, Porceyo, Granda, la Camocha, Ruedes, Caldones, Baldornón, Fano, la Pedrera, Robledo y Arroyo. En Siero a las localidades de Vare, la Madera, Brandarasa, La Collada, Rioseco, Carrizal, la Mata, Fresno, el Rebollal y Caxigal. A todas estas poblaciones les concierne lo que está por suceder y que no conozcan el problema cuando las voladuras suenen bajo sus casas. Cuando los ruidos sean inaguantables o cuando el incómodo tránsito de camiones de gran tonelaje erosione y degrade las estrechas carreteras de sus zonas.

Queremos que se tengan en cuenta sus miles de viviendas. Queremos advertir del impacto, de la mengua en la calidad de vida de los vecinos de estas zonas rurales que verán hipotecado su futuro en aras de una actividad que desmejora notable y prolongadamente sus entornos.

Queremos que se tenga en cuenta la posible afección a las aguas subterráneas y a los acuíferos existentes en la zona por los 21 sondeos que se van a realizar. Que se valore honestamente su posible contaminación, ya que no es viable una incidencia en el medio natural sin un estudio previo de las posibles secuelas; aunque Minas considere estas secuelas “temporales, superficiales y de escasa incidencia”. Es nuestra obligación denunciar que en este proyecto no se ha aportado un estudio de infiltración del suelo en los puntos de sondeo y que, por tanto, ignoramos si existe la posibilidad de que los lodos se filtren desde la boca del sondeo o desde las balsas al acuífero subyacente y a las fuentes de la zona.

El Gobierno de Asturias y, de manera especial, los Ayuntamientos de Gijón y Siero, tienen la obligación de valorar el impacto de las actividades mineras. Las secuelas a corto y medio plazo que provocan en los entornos rurales donde se desarrollan. Y, desde luego, tienen la obligación de valorar el impacto que supone para el futuro de estas regiones la perforación de su subsuelo. Un futuro por el que deben velar siendo plenamente conscientes de las consecuencias.