Vale ya de cortar los ríos, como el Cauxa afluente del Narcea
Hemos solicitado la demolición de la explotación hidroeléctrica en el río Cauxa afluente del río Narcea, ubicada en el concejo de Belmonte de Miranda.
No deja de sorprender que esta concesión sea del 30 de octubre de 1990 por parte de la Confederación Hidrográfica del Norte de 3.500 litros/segundo y aún así y siendo por tanto relativamente reciente se haya autorizado con semejante modelo constructivo que aprovecha todo el agua del cauce cortando completamente éste mediante una presa de hormigón de un impacto notable, desviando una pequeña parte por un lateral derecho, hacia una escala claramente deficiente que no cumple su misión originaria, ni permite respetar el caudal ecológico del cauce a juzgar con el modelo constructivo de desagüe a través de una tubería de escaso diámetro, que dudamos mucho deje pasar los caudales ecológicos fijados para aguas altas, medias o bajas según el anexo II del R.D. 1/2006 de 8 de enero, de revisión de los planes hidrológicos de diversas cuencas. Esto resulta también un obstáculo por tanto para el movimiento migratorio de las especies piscícolas presentes en este afluente del río Narcea.
Somos conscientes del estado de funcionamiento de dicha instalación, no comprendiendo el motivo, al encontrarse terminado el plazo concesional de 25 años, que según nuestros cálculos habría finalizado ya el pasado día 1 de febrero de 2021.
Igualmente entendemos que ese abuso de caudal derivado sin respetar en ningún caso los citados caudales ecológicos es un hecho constante y continuado en el tiempo durante todos estos años, para nada un hecho puntual o momentáneo.
Por lo hemos solicitado que sin demora;
La paralización inmediata del funcionamiento de la citada central que entendemos está funcionando sin concesión en vigor, y la exigencia al ex concesionario, de que deje discurrir la mayor cantidad de agua técnicamente posible en tanto se resuelva la demolición de dichas obras.
La inexcusable demolición de las posibles obras que hayan podido realizarse en el río y cauce a costa del titular concesional.
Evitar que en un futuro puedan volver a otorgarse concesiones y autorizaciones allí, garantizando el mantenimiento del medio natural fluvial por lo complejo del sistema de explotación de esta concesión.