Gerardo Hernández Nordelo a los 54: “Estoy viviendo el sueño que cumplí”
Horas antes de cumplir 54 años, o “cuarentaysiempre” como le gusta definir su actual edad a Gerardo Hernández Nordelo, el hombre que el imperio condenó a entregar dos vidas en prisión más 15 años, juega con sus tres hijos como un niño más, muy cerca de la playa. Es su quinto cumpleaños libre y luce más sonriente y sereno que siempre.
“Hace un rato un gran amigo de la infancia me decía ¿quién te hubiera dicho esto, que ibas a estar rodeado de muchachos, con tu esposa…pasándola bien, disfrutando tu cumpleaños, con tantos que pasaste tras las rejas? Era una fecha que uno no quería ni recordar, porque paradójicamente, cuando venía ese día, uno no quería ni recordar que cumplía años. Pero mi vida ha dado un cambio tremendo, para bien.
La casa que él y Adriana, con la ayuda de amigos y familiares, han alquilado cerca del mar, parece un círculo infantil en horario de juegos. Y en la televisión sólo pueden verse muñequitos. No es tiempo para adultos. Le pregunto si es esta era su idea del cumpleaños.
“Hay que tenerlos en cuenta para todo. Antes uno podía viajar un poco más lejos, irse quizás para el Escambray, a lugares que a uno le gustan. Ahora tenemos que tener en cuenta a los muchachos y todo lo que hay que mover, los distintos intereses. Entonces vinimos para aquí cerquita, a Santa María del mar, con la familia que es bastante extensa y ha estado pasando por acá y pasamos unas horas buenas con los muchachos en la playa.
Recuerdo su carta a los hijos por nacer y el miedo de tenerlos un poco más viejo que los padres de otros niños de la misma edad, pero ya no parece importarle tanto.
“Para nada, al menos todavía que los puedo acompañar tirándome en el piso con ellos para jugar. La gente me pregunta cuántos años tengo y les digo: ninguno. Yo los cumplo pero no los guardo (ríe).
En quién o quiénes que no están pensarás al amanecer del 4 de junio, pregunto.
“En mis padres. Primeramente en mi mamá, ese ser humano excepcional que era, lleno de bondad y de buen humor y en mi padre, ellos fueron quienes me dieron la vida. Pienso también en mi hermana fallecida en 1998, en las personas que en ciertos momentos estuvieron cerca y ya no están. Y, por supuesto pienso en los que sí están, en los que siempre, de una manera u otra, me hacen llegar su mensaje o me acompañan y que son muchos afortunadamente, amigos y familiares.
“Pero, sobre todo, pienso en las personas que hicieron posible que un día como hoy yo lo esté celebrando aquí con mi familia. Tú sabes que el plan del imperio con nosotros era que este cumpleaños fuera uno más como tantos otros que pasé en prisión.
“Si estoy aquí se lo debo a los esfuerzos de muchísimas personas, a muchas compañeras y compañeros de Cuba y el mundo que pusieron su granito de arena para que este día estuviéramos disfrutándolo aquí como lo estamos disfrutando, incluida tú y tantos compatriotas que nos apoyaron de muchas maneras.
Pero la prisión lo visita de vez en cuando. Una carta, una llamada telefónica, un recuerdo…
“Hace unos días hablé por teléfono con Eladio Bouza, un cienfueguero que yo recuerdo de cuando llegué a Lompoc -mi primera prisión de máxima seguridad después que nos sentenciaron en Miami y nos repartieron por cinco diferentes prisiones. Yo llego a Lompoc en California y pido tener una reunión con todos los cubanos para aclararles quién yo era y si alguien tenía algún problema con eso, dejar las cosas claras.
“Recuerdo que en esa reunión faltaba un solo cubano, Eladio, que estaba trabajando tiempo extra en una fábrica de la prisión. Cuando yo digo quién soy, uno de Baracoa, al que le decían El Indio, comenta: “ah, te vas a llevar bien con Fantomas”.
“Fantomas le decían a Eladio, un cubano delante del cual no se podía hablar mal de Cuba porque se fajaba. Es un prieto alto él, con un vozarrón tremendo y siempre estaba discutiendo en defensa de Cuba. En efecto, hicimos muy buenas migas en prisión, muy buena relación.
“Él es uno de tantos casos injustos, que están haciendo cadena perpetua por una bobería, porque lo cogió algo que se llama la ley de los tres strike o ley de carrera criminal, que dice que a la tercera convicción (condena), no importa lo que sea, te dan perpetua. Hay personas haciendo perpetua por robarse una caja de cigarros, sencillamente porque era su tercera condena.
Como el Jean Valjean de “Los miserables”, le comento y confirma:
“Bouza lleva casi 30 años preso ya. Me llamó el otro día y estuvimos conversando un buen rato.
“Pero hace poco me ocurrió algo con otro cubano, Israel Roque, de Chambas, en Ciego de Ávila. Lo conocí ya en mi última etapa en prisión, en Victorville, California. Era una persona bastante mayor y siempre me decía: “Cuando yo salgo quiero regresar a Cuba, quiero morirme en Cuba y descansar en Cuba”.
“Cuando yo dejé Victorville no supe más de él. Hasta que hace un par de meses, me escribe una muchacha por Facebook y me dice: “yo soy Karina, la hija de Israel” y me manda una foto de él con ella. En efecto, recordé que él me hablaba mucho de una niña que había tenido con una mexicana, Karina.
Karina me escribe: “Mi padre hablaba mucho de Ud. Yo sé que Ud. es una buena persona. Él tenía muy buena opinión de Ud. Y yo quería decirle que cuando él salió de prisión, él siempre quiso regresar a Cuba, pero fue para México y allí lo sorprendió la muerte. Yo fui a México, lo velamos, lo incineramos y tengo aquí las cenizas. Quisiera cumplir su última voluntad, pero yo no conozco nada de Cuba ni a nadie en Cuba. Sé que tiene familia, pero nunca tuvimos contacto.
“Entonces le sugerí que buscara una carta vieja que tuviera alguna dirección. Y encontró una carta de muchos años, con una dirección en Chambas. Ahí, con la ayuda de los compañeros de la provincia, logramos localizar a la familia de Israel y empatarla con Karina.
“El otro día me reuní con ella porque vino con varios de sus hijos y con las cenizas de Israel. No pude estar con ellos en Ciego, pero sí nos encontramos cuando llegó a La Habana y ahí nos saludamos. Fue mi manera también de rendirle tributo a Israel que ya, finalmente, descansa en Cuba.
Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Es decir, aún no te desprendes del mundo de la prisión…
“No realmente no, pero no es algo que me pese hacer. Hay personas que tienen sus supersticiones y sus cosas y me lo dicen… El otro día me puse un relojito plástico que vendían en prisión y tiene mi número por detrás y alguna gente me decía: “si yo fuera tú, botaba todo eso…”
“Realmente son recuerdos. Ese tipo de supersticiones no las tengo, al contrario, recibo cartas de mis antiguos compañeros de prisión, como del último que fue mi compañero de celda, que está preso también injustamente por algo que no hizo, un mexicano.
“Y muchas personas que conocí en prisión, que después se fueron moviendo de prisiones, pero me escriben a través de los compañeros de Pathfinder. Les envían las cartas a veces y ellos me las mandan por correo electrónico. Mantengo comunicación con varios de ellos, que me ponen al tanto: “fulano salió, a mengano lo cambiaron de prisión, el otro murió…”
Siguen siendo parte de tus relaciones humanas…
“Y no me pesa. No lo veo como un pasado que no quiero recordar ni mucho menos. Al contrario, recordar el tiempo que estuve en prisión, me hace valorar más los esfuerzos de las personas que hicieron que hoy estemos libres los Cinco. No lo miro con pesar sino con alegría, como decir: “De lo que me salvé” y sobre todo reconociendo el esfuerzo que costó que nos salváramos, de tantas personas que contribuyeron a eso.
Le comento que, entre sus alumnos del ISRI parece uno más. Y le pregunto si imaginó que ese sería su destino.
“No lo imaginé, pero sí me satisface mucho que esa haya sido la tarea que me dieron. Me tocó ser vicerrector de Extensión Universitaria, no docente, no de investigaciones, no de otro tipo. Afortunadamente fue Extensión Universitaria, que lleva menos tiempo de buró y mucho más tiempo de práctica, que es lo que me gusta a mí. Hay que estar generando ideas y moviéndose constantemente. Parece ser que los muchachos se sienten satisfechos con el trabajo. Hemos ido viendo los resultados.
“Ahora tuve el honor de que me invitaran a formar parte de la delegación al XVIII Congreso de la OCLAE en Venezuela. Una invitación que, según me dijeron, partió de los propios estudiantes. Para mí fue un verdadero honor estar allí con ellos, codo a codo y ser testigo de la actitud asumida por nuestros jóvenes en tierras venezolanas, la seriedad con la que asumieron la tarea de representar a Cuba en ese Congreso.
“Cuando escucho algunas opiniones pesimistas con relación a nuestra juventud, recuerdo estos momentos: la actitud de ellos cuando el fallecimiento de Fidel y estas vivencias en Venezuela, y pienso cuánto son capaces de crecerse, con cuánta seriedad y con cuánto compromiso con la Patria asumen cada tarea que se les da. Me siento realmente muy optimista con nuestra juventud.
“Yo me gradué en el ISRI, fui para Angola inmediatamente y tan pronto regresé de Angola, ya estaba envuelto en mis nuevas tareas. De manera que hubo como una ruptura bastante brusca con mi vida de estudiante. Y ahora me siento psicológicamente como si hubiera retomado ese momento de mi vida. A veces me siento como un estudiante más en ese instituto. Me han preguntado si deseo hacer otra cosa, si tengo otros planes. Yo siempre digo que esa fue la tarea que me dieron y hasta que no me saquen de ahí, no me voy.
“La tarea que te dieron”, es decir, no la escogiste. ¿La escogerías ahora, después de probarla?
“Pienso que sí. Me hicieron la pregunta varias veces cuando regresamos. Unas veces más formalmente y otras de manera informal, me preguntaban qué quería hacer y yo siempre dije: “No tengo ninguna preferencia más que servir a la Revolución. Soy un soldado de la Revolución y a donde me digan voy. La tarea que me den, asumo que es porque alguien consideró que podía hacerla bien y a eso dedico mis esfuerzos, cualquiera que esta sea”. Me tocó esa, desde luego que lo agradezco muchísimo. A veces me han preguntado si no deseo pasar para el MINREX, etc. Yo siempre digo que estoy bien allí, haciendo exactamente lo que hago, como Vicerrector de Extensión Universitaria, con todas las actividades de los estudiantes.
René escribió un libro de tres tomos, Ramón acaba de presentar el suyo. ¿Gerardo no escribirá?
“No lo dudo. Hay muchas anécdotas, que a juzgar por las reacciones en los conversatorios, son de interés. Las personas constantemente nos hacen preguntas y todavía quedan muchas cosas por contar sobre gente que uno conoció en prisión, como te decía, que se estudió sus casos y sabe que son inocentes, que están haciendo tiempo, porque cayeron víctimas del sistema, que cometieron un error quizás, pero no un error como para darle cadena perpetua, personas que uno conoció, que cometieron pequeños errores y después se fueron enredando en el sistema, vivencias también de la solidaridad, de gestos hermosos que recibimos durante muchos años y que vale la pena recordar, así que no descarto la posibilidad.
“Soy un poco vago para escribir, pero no descarto que algún día haga un libro. Por ahora, lo que hago es que converso mucho sobre esos temas en los lugares a donde voy, que hay conversatorios, las personas nos hacen preguntas y yo los refresco conversando. Pero no dudo que algún día lo recojamos en un libro, sobre todo para Gema y los muchachos, para que no pierdan esa parte de la vida del padre, que la tengan bien documentada.
Gerardo y Gema. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
“Gema y los muchachos”, ¿hay una relación especial con ella?
“Bueno sí, Gema porque fue la primera y un poco es el símbolo, ¿no? Por más que nosotros nos esforcemos por verla como lo que es, una simple niña de un matrimonio cubano, muchas personas, con razón, también la ven como un símbolo, el símbolo de la victoria en la causa de los Cinco. Hubo que aunar muchos esfuerzos. Se unieron muchas manos para hacer posible que Gema esté hoy con nosotros y que esa historia nuestra tuviera ese final feliz.
“Y bueno, están los jimaguas también, obviamente. Ellos también son fruto de esa solidaridad que los hizo posibles. Y relaciones especiales, tengo con los tres. Aunque Gerardito ha roto un poco el molde ese que dice que los varones son de las madres y las hembras de los padres. Él ha roto el molde porque tiene tremendo lío conmigo (ríe). Está súper súper apegado con el padre. Pero realmente y por suerte, con los tres tengo una relación muy linda, cada cual son su personalidad, porque los tres tienen personalidades diferentes.
“Gema es la más…obviamente es la mayor y la que más conocimientos tiene, pero es digamos, la maestra y va teniendo su genio también. El otro día le dije que ella no era madura y me respondió: “porque yo no soy un plátano”, jajaja.
“Ámbar es, aparentemente, la más tiernecita, la más calladita, la más tranquila, pero es la más calculadora y tiene tremendo genio. Salió a la madre. Gerardito es el más loquito, el más escandaloso, el más gritón, pero es un pedazo de pan.
La familia. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
¿Eres realmente feliz?
“Sí, muy feliz. Y se lo agradezco a Adriana, que es una excelente madre y se ha echado encima a los tres muchachos, porque a veces por cuestiones del trabajo y demás actividades, no estoy todo el día con ellos como ella. Ella se ha echado encima toda la carga de la atención a los muchachos y lo ha hecho de manera excelente.
Se ha dado alguna información sobre la filmación de una o dos películas sobre el Caso de los Cinco, ¿?
“Sí, hay varios proyectos. Hay una película, basada en el libro de (Fernando) Morais “Los últimos soldados de la Guerra Fría”, que ha tenido cobertura mediática por los actores de primera línea que pudieron lograrse, como Penélope Cruz, Gale García Bernal, Javier Bardem…pero paradójicamente, no hemos tenido muchos vínculos con ellos. No sé si con intención o no, ellos no han querido mezclarse mucho.
“El único que quiso conocer a la persona que iba a interpretar, fue Gael García Bernal. Nos conocimos, almorzamos juntos, es muy buena persona, por cierto. Pero en realidad no ha habido mucho vínculo. Había más vínculo con un proyecto de unos canadienses que iba a tener como referencia el libro de (Stephen) Kimber, que creo que ha variado un poco y ahora será una serie sobre sucesos importantes del proceso revolucionario, y uno o dos capítulos estarán dedicados al caso de los Cinco.
“Pero hay otros proyectos. Hay un libro-disco precioso, a cargo de Waldo Mendoza, con cartas de Adriana y mías durante la época en prisión. Es como un proyecto que él hizo recientemente con cartas de Bolívar y Manuelita. Tenemos el honor Adriana y yo de que ahora haga algo similar con nosotros y con canciones preciosas en el que participan como invitados otros artistas.
“Hay un video clip en preparación con una canción hermosísima de César López, dedicada también a Adriana y a mí que la interpreta con Luna Manzanares. “En la ventana del alma” se llama y creo que va a ser el primer video clip de César y es un honor que sea con un tema dedicado a nosotros.
Gerardito ha roto un poco el molde ese que dice que los varones son de las madres y las hembras de los padres. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Durante la entrevista, que Cubadebate publicará íntegramente en su podcast de la próxima semana, hablamos también de su experiencia como diputado, del próximo 6 de junio, aniversario del MININT y de los sueños pendientes:
“Siempre me consideraré miembro del Ministerio del Interior –dijo con naturalidad y orgullo- Fue un privilegio muy grande, como cubano, tener la oportunidad de cumplir una misión como la que cumplimos. Conociendo tantos héroes anónimos y heroínas anónimas, que en su momento hicieron trabajos parecidos o lo hacen o lo harán, para nosotros es un compromiso celebrar una fecha como ésta.
“Mi sueño era salir y luego asumir lo que viniera. Cada vez que me preguntaban cuáles son tus planes, yo siempre decía: “mi plan es tener a mis hijos, a mi esposa…Como ser humano, el sueño mío es levantarme por la mañana y dedicar el día a atender a mis hijos, a mis plantas y a mis animales, que son bastantes. Con eso tengo para 24 horas y posiblemente no me alcance.
“Como sabes, tengo un pequeño zoológico: pollos, patos, tortugas, por tener hasta abejas tengo ahora. Estoy de colmenero. Ese es mi sueño: dedicar mi tiempo, mi vida, a recoger los huevitos de los pollos y esas cosas. Lo que pasa es que como revolucionario uno sabe que siempre hay otras tareas y otras responsabilidades y otras cosas que hacer y hay que cumplirlas. Realmente aspiraciones: ser útil es la única. Donde se considere. Eso lo dije desde que puse un pie en Cuba y es lo que he estado haciendo y he estado cumpliendo. Y eso no ha variado. Si mañana me dicen que tengo que irme del ISRI para otro lugar, lo haré con gusto de nuevo. Somos soldados de la Revolución. Y a ella nos debemos.
Insisto en la calidad de lo pendiente como sueños por realizar y él insiste también en la respuesta:
Quizás no tengo muchos sueños, porque he cumplido los que tenía. ¿Qué más a voy a soñar después de estar aquí con mi esposa, con mis tres niños y rodeado de familiares y amigos que me quieren? La realidad excedió todas mis expectativas y mis sueños. En términos de sueño, no tendría muchas más cosas que lograr. A veces estoy sentado o tirado en el piso con los niños y mirándolos y me parece mentira. Y pienso: de ahí para allá no hay más nada. Después de esta felicidad que uno vive con sus hijos, en su patria, después de haber vivido la experiencia que vivimos, que duró 16 años, sería un poco egoísta seguir soñando.
Hoy estoy viviendo el sueño que ya cumplí y disfrutándolo.
Gema. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Ámbar y Gerardo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Gerardito y el papá feliz. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El hombre que el imperio condenó a entregar dos vidas en prisión más 15 años juega con sus tres hijos como un niño más. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Ámbar. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.