Agotamiento y entrampamiento del sistema capitalista
A más de ocho años del inicio de la gran crisis económica (2008 para adelante) y prácticamente a cuarenta y tres años (desde el año 1973) del inicio del actual ciclo económico largo de crisis y estancamiento, sus consecuencias son extremadamente crueles sobre todo en los países oprimidos del planeta.
Pero para las decadentes burguesías financieras aquello no existe, aunque en el fondo muy temerosas ante su futuro, aún se sienten en las alturas como dioses, muy seguras por las potencialidades armamentísticas que supuestamente les brindarían sus ejércitos y sus estados. Para ellas las luchas de las masas pobres del planeta no tienen trascendencia alguna, pero, vayan a ver, para apagarlas movilizan divisiones enteras de sus fuerzas armadas.
Cierto, en estas condiciones, la historia ha seguido su curso gravando en sus páginas los grandes hechos que han venido suscitándose alrededor del mundo. En esto el hecho más importante ha sido la gran crisis económica iniciada el año 2008 y en la que las grandes protagonistas, qué duda cabe, han sido esas masas ridiculizadas por las ignaras y decadentes burguesías. Pues, obsérvese por donde se observe, bajando desde las alturas al llano, es decir, desde las fantasías (estadísticas, etc.) hacia la vida sencilla (economía real), la sobre producción de mercancías, única causa de la gran crisis económica, ha sido originada por la grave caída del consumo ¿De quién? Pues de esas enormes masas (entes vivientes y objetivos que se alimentan, se visten, se educan, etc.), más de siete mil millones de personas que circundan el planeta, sometidas a crueles estrecheces y con cuyas circunstancias queda demostrado aquello que se llama: “La historia la hacen las masas”.
Y en el fragor de estos palpitantes hechos es imposible no advertir el serio agotamiento del modo de producción capitalista que en estos últimos años (2014, 2015 y 2016) se ha vuelto muy claro (prolongado estancamiento de la economía mundial) que está conduciendo a un grave riesgo el proceso de su acumulación y reproducción, lo digo a sabiendas de sus extremos altibajos, que en la actualidad está agravada con el desfase de la continuidad del ciclo económico largo.
En general el agotamiento del modo de producción capitalista proviene de la profunda caída de las tasas de ganancia de los capitalistas como consecuencia del aumento de la composición orgánica del capital que en estos últimos tiempos ha sido vertiginoso, es decir, aquí nos estamos refiriendo a la supremacía del capital constante (maquinarias, nuevas tecnologías, robot, etc.) sobre el capital variable (capital utilizado en el pago de los salarios del proletariado que conducen de acuerdo a esta situación a bajos salarios, mayor número de horas de trabajo, incremento de la plusvalía relativa y un gran número de desempleo).
Ciertamente esto es un presagio del advenimiento de la revolución comunista que obligará a las direcciones de los partidos comunistas del mundo a observar el asunto del poder con mayor responsabilidad para trasuntar victoriosas las próximas batallas que se aproximan.
Veamos esto:
1.- Los grandes incrementos de la composición orgánica del capital:
La composición orgánica del capital se refiere a la relación habida entre el capital constante y el capital variable. A este respecto Marx dice: “Esta revolución se refleja, a su vez, en la composición variable del capital –constituido por una parte constante y otra variable–, o en la relación variable que existe entre su parte de valor convertida en medios de producción y la parte que se convierte en fuerza de trabajo. Denomino a esta composición la composición orgánica del capital” (Marx, 1999, t. 1, p. 771).
Sin embargo debemos tener en cuenta que la composición orgánica del capital crece con la acumulación del capital, es decir, esto está referido al crecimiento del capital invertido en medios de producción. No olvidemos que en esto es muy importante la concentración y centralización del capital que en la época de los monopolios, es decir, en su fase imperialista, es lo central. Esto en la actualidad (2000-2016) es palpitante. Entonces el agolpamiento de las burguesías por la plusvalía relativa es desesperante que ha llevado al proletariado a situaciones crueles de sobre-explotación y estreches económicas.
Si nos atenemos a la nueva situación mundial, particularmente a partir del año 2000 para adelante, observaremos que en los principales países capitalistas (China, Estados Unidos, Rusia, etc.) existen fenomenales desarrollos científico-tecnológicos. Esto no podemos ocultar. Hablamos de la biotecnología, cibernética, robótica, etc. Esto debe ser sorprendente. No olvidemos que China está considerada la nueva gran fábrica del mundo.
Tengamos presente que los capitalistas en sus intentos por salir de sus graves situaciones de crisis, en su insano juicio por mantener sus cuotas de ganancias intactas y en las mismas proporciones, elevan considerablemente la parte del capital constante en detrimento del variable. Sin embargo, estos no entienden por qué a pesar de todos aquellos esfuerzos esas cuotas no mantienen los mismos nivel de sus ganancia ni eliminan las crisis económicas. Los capitalistas ofuscados en medio de aquellos propósitos mecanizan intensamente sus fábricas con robots y nuevas tecnologías. Y en estas condiciones la interrogante que se les plantea es la siguiente: ¿Acaso habéis olvidado que los robots carecen de estómago? ¿Ahora quién consumirá vuestros productos si habéis despedido al elemento central (el proletariado) de vuestro vetusto sistema? ¿En que se basa la producción capitalista? ¿Acaso no es en la plusvalía, los medios de producción, en fuerza de trabajo y todo lo demás? ¿Y aun así os quejáis de las graves bajas del consumo? ¿Os pregunto cuánta cantidad de desocupados habéis originado solo desde 2008 para adelante?. El apunte que abajo adjunto es solo una muestra de lo generalizado que pueda estar ocurriendo esto en los países capitalistas más desarrollados.
Veamos un apunte:
“La fábrica Changying Precision Technology Company en Dongguan ha automatizado sus líneas de producción que utilizan brazos robóticos para producir piezas para teléfonos celulares. La fábrica también ha creado equipos de mecanizado autónomos, camiones de transporte autónomos, y todo el resto del equipamiento del almacén también ha sido robotizado. Sin embargo, aún hay personas que trabajan en la fábrica. Tres trabajadores comprueban y vigilan cada línea de producción y otros empleados supervisan el sistema de control por ordenador. Anteriormente, había 650 empleados de la fábrica. Con los nuevos robots, ahora hay solamente 60. Luo Weiqiang, gerente general de la compañía, dijo al Diario del Pueblo que el número de empleados podría bajar hasta 20 en el futuro”
Continua: ““Los robots han producido casi tres veces la cantidad de piezas que se producían antes. De acuerdo con el Diario del Pueblo, la producción por persona ha aumentado de 8.000 piezas a 21,000 piezas. Eso es un aumento del 162,5%. El aumento de la tasa de producción no ha llegado a costa de la calidad. De hecho, la calidad ha mejorado. Antes de que se implantaran los robots, la tasa de defecto del producto era del 25%; ahora está por debajo del 5%. Y sabiendo todo esto, la pregunta que todo el mundo debería hacerse es: si esta tendencia, como es de prever, se amplía a todos los sectores productivos, ¿cómo se va a sustentar a ese 90% de trabajadores que se quedarán sin trabajo?” (1).
Sin embargo en las actuales condiciones históricas que presenta el mundo, todo esto (gran desarrollo tecnológico-científico) marcha principalmente adherido a la industria bélica como parte de la carrera armamentística en que están involucradas las principales burguesías financieras, en un marco de extremo cuidado de estos avances, es decir, el control es absolutamente muy estricto. En consecuencia la competencia inter-burguesa por nuevas tecnologías es extremadamente violenta. En otras palabras la monopolización de las nuevas tecnologías es muy fuerte.
2.- Ahondamiento de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas:
Las parasitarias burguesías financieras que antes se jactaban de la eternidad de los niveles elevados de sus cuotas de ganancia ahora no entienden la disminución cada vez más notoria de aquellas. Sus afanes por obtener elevadas ganancias las han obligado a la introducción de nuevas tecnologías, nuevas maquinarias que ellos llaman “mejoras técnicas” y “aumento de productividad”. Esto por supuesto eleva la composición técnica y orgánica del capital, lo que a la larga conduce al descenso de la cuota general de sus ganancias. No olvidemos que las ganancias capitalistas solo provienen de la apropiación de una parte de los salarios del trabajador (proletariado) que en buena cuenta es lo que se llama la plusvalía.
Bien sabemos que sobre la base de la propiedad privada sobre los medios de producción, la finalidad inmediata de la producción capitalista es la producción de la plusvalía, única fuerte de sus llamadas ganancias y ley económica suprema y fundamental del capitalismo.
Sobre la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas, Marx fue muy claro. Sus apuntes mantienen plena vigencia, aun de los tantos años transcurridos, son de tremenda profundidad científica que los “sabios” del Pentágono, en sus diversas vertientes, keynesianas y neoliberales, son incapaces de rebatirlas). A este respecto dice lo siguiente: “Pero hemos demostrado que esta es una ley del modo de producción capitalista: a medida que este se desarrolla, se produce una disminución relativa del capital variable respecto del constante, y por lo tanto del capital total puesto en movimiento. Lo cual significa muy sencillamente lo siguiente: la misma cantidad de obreros, la misma cantidad de fuerza de trabajo que hacia trabajar un capital variable de un volumen de valor dado, pondrá en movimiento, en el mismo lapso, a consecuencia del desarrollo de los métodos de producción propios de la producción capitalista, una masa cada vez mayor de medios de trabajo, de máquinas y de capital fijo de todo tipo, tratará y consumirá en forma productiva una cantidad cada vez mayor de materia primas y auxiliares, y por consiguiente hará funcionar un capital constante de un valor en perpetuo aumento” (2).
Cuando analizamos el bajo crecimiento de los PBI en los principales países capitalistas ocurridos en estos últimos años (2014, 2015 y 2016), ahondado por la gran crisis económica que afecta el sistema, aquello tiene que ver con la tendencia decreciente de la tasas de ganancia del capital. El dato que dispongo y muestro más abajo (un dato reciente) viene de Estados Unidos. Allí el crecimiento del PBI en el primer trimestre de este año (2016) ha sido solo del 0.8%. Si se profundiza la investigación, en efecto esto proviene de la resistencia de los empresarios estadounidenses a invertir en el sector productivo debido a que consideran que allí existen enormes riesgos y, por supuesto, a las tasas demasiadas bajas de rentabilidad de sus inversiones, es decir, nuevamente nos encontramos con la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas.
Veamos el apunte:
“El primer trimestre del año la tasa de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía estadounidense a duras penas alcanzó 0,80 por ciento. Por eso ningún integrante del FOMC salió a festejar que la tasa de desempleo empleo cayera a 4,7 por ciento cuando, en paralelo, la tasa de participación laboral descendió a 62,6 por ciento: miles de personas abandonaron la búsqueda de trabajo ante la falta de oportunidades. Es que la tasa de desempleo oficial oculta el subempleo masivo, si se contabilizaran tanto a las personas que están ocupadas en puestos de trabajo de tiempo parcial así como a aquellas que han abandonado recientemente el mercado laboral, las cifras cambiarían por completo. Hay alternativas de medición, la metodología U-6 que sí considera estos dos rubros, ubica la tasa de desempleo en 9,7 por ciento, esto es, representa más del doble de la tasa de paro oficial. Cabe destacar que la falta de dinamismo de la economía estadounidense es consecuencia fundamentalmente de la extrema debilidad de la inversión empresarial, producto a su vez de una tasa de rentabilidad del capital demasiado baja, o por lo menos insuficiente para poner en marcha nuevas plantas productivas, capaces de generar empleo masivo y con ello, detonar un proceso recuperación de largo aliento. Sucede que los empresarios norteamericanos se resisten no solamente a invertir sino también a elevar los salarios, situación que ha impedido apoyar un incremento sustantivo de la inflación: el índice de precios al consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) aumentó apenas 1,1 por ciento en términos anuales el mes pasado” (3).
3.- Anémica acumulación y reproducción capitalista, y el grave estancamiento de la producción:
Veamos esto tomando como muestra a Estados Unidos. Y la primera constatación que quiero mostrar es que este país (Estados Unidos) ha vivido desde 1971 (cuando se inicia el actual ciclo económico largo de crisis y contracción) fuera de sus posibilidades de producción drenando importantes ahorros y riquezas mundiales, se dice que ahora esto sería nada menos de las tres cuartas partes.
Desde esos años, por supuesto, empezaba a acentuarse su déficit comercial (mayor importación y menor exportación), el mismo que devino en muy grave cuando hizo funcionar con gran impulso la máquina de impresión de la FED que empezó a inflar y distorsionar los mercados financieros.
Es tan cierto lo anterior que en los últimos años (viene de un apunte del 2013) se dice que los Estados Unidos habrían creado casi la mitad de toda la masa monetaria de su historia en los últimos cinco años.
Veamos:
“Estados Unidos ha creado casi la mitad de toda la masa monetaria de su historia en los últimos cinco años, y ha vivido el periodo más largo jamás visto sin subir los tipos de interés…” (4).
Por otra parte debemos saber que los niveles de crecimiento en las regiones históricamente elevadas (Estados Unidos y Europa) han decrecido considerablemente. Así, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 1992 y 2013, el PIB de Estados Unidos ha decrecido del 27% al 23%. De la Unión Europea también ha decrecido del 33% al 23%. En tanto de los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) se ha visto incrementado del 5 al 21%. Indudablemente del 2013 para adelante las cifran han ido en aumento siguiendo esta tendencia. La situación económica de Estados Unidos está aún más complicada cuando se observa un mayor flujo de mercancías procedentes de la “Gran Fábrica del Mundo” (China) en su mercado interno que lógicamente aumenta su déficit comercial. Por ejemplo se sabe que los Estados Unidos importan todos sus iPhones de China.
Y siguiendo esta lógica entre 2012-2016 esta ante nuestros ojos el debilitamiento económico de los Estados Unidos e incluso su desplazamiento por China como máxima potencia capitalista. Cierto, desde 2012 China fue el primer país comercial e industrial por ser la mayor fábrica del mundo. Y, desde el 2014, la primera potencia capitalista.
Pero en general la mejor muestra del estancamiento económico la encontramos en los anémicos crecimientos de los PBI tanto en Estados Unidos como en Europa. El último dato que dispongo es el crecimiento en este país (Estados Unidos) de 0.8 % en el primer trimestre de 2016. Lo más sorprendente es que el crecimiento de los salarios reales en este mismo país está estancado desde principios de la década de los años 1970. En tanto el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la Unión Europea durante 2012-2014 alcanzó un 0,4% y en general en el período 2003-2014 aumentó apenas 0,3%.
Veamos esto:
“El Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe creció entre 2003 y 2014 a tasas mucho más elevadas que el de Europa, señala un informe preparado para la cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En el período 2003—2014, América Latina acumuló un crecimiento de 10,7% del PIB, mientras el de la UE aumentó apenas 0,3%” (5).
Además quiero acentuar aquí lo importante que es en esta anémica acumulación y reproducción capitalista, la tendencia de las burguesías financieras por priorizar sus actividades en el sector financiero. Es la tendencia a la primacía de las actividades financieras en detrimento de la producción en cuya esencia está, vuelvo a recalcar, el origen de este estado anémico de la acumulación y reproducción capitalista. En realidad, una tendencia histórica del modo de producción capitalista como consecuencia de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia. Esto en la etapa de los monopolios está absolutamente acentuado.
Sin olvidar que la actual gran crisis económica que viene desde el año 2008 ha sido mortal y las medidas destinadas para salir de aquella, fijadas sobre todo en la emisión descontrolada, solo han sido orientadas hacia los grandes bancos y empresas monopólicas para salvarlos de las quiebras y sus bancarrotas. La economía real ha seguido hundiéndose con cero inversiones por ser consideradas inversiones riesgosas y difíciles de recuperarlas.
Las agitaciones de las burguesías financieras por su accionar en el sector financiero han traspasado incluso los marcos legales que les conferían sus propias legislaciones. Para muestra solo dos ejemplos:
Primero, se sabe que cuatro bancos estadounidenses son dueños del 98 % de los derivados que se han convertido en el principal instrumento de manipulación de los mercados financieros, bolsas de mercancías, materias primas, y por lo tanto de la economía mundial.
Segundo, asimismo en diciembre de 2015 se supo que el banco alemán, Deutsche Bank, estaba comprometido en unos planes de evasión de impuestos para algunos de sus privilegiados clientes.
Veamos esto:
“Deutsche Bank ideó complejas estrategias internacionales de evasión de impuestos para algunos de sus principales clientes corporativos, al tiempo que los gobiernos del G-20 y la OCDE intentaban cerrar los vacíos legales existentes en los movimientos de dinero entre jurisdicciones. Así lo asegura el Financial Times, que cita tanto documentos a los que ha tenido acceso como personas familiarizadas con el proceso. (6).
4.- No hay visos de un nuevo ciclo económico largo de avance y prosperidad:
El capital necesita cada cierto tiempo de unas condiciones especiales para continuar con su proceso de acumulación y reproducción. Así ha sido a lo largo de su existencia. Esto ocurre o se presenta con bastante claridad en los periodos de tránsito de un ciclo económico largo de crisis y contracción a uno de avance y prosperidad. Un ciclo económico largo de contracción necesita un ciclo económico largo de ascenso y expansión.
Tras la gran crisis económica iniciada en 2008 ciertamente el sistema ha ingresado en la urgencia de esas condiciones especiales que lo conduzcan a un nuevo ciclo largo de ascenso y expansión. Solo que ahora ese ciclo económico no está por ningún lado. Pero también la revolución social está retrasada. Esto hace suponer que el actual proceso económico capitalista mundial devenga en una situación de entrampamiento histórico y la situación internacional sea vista como muy compleja.
Un entrampamiento que ahoga al sistema en la enmarejada de los ciclos económicos cortos que pinta un futuro nada estable y que en lo inmediato lo enfrenta a la actual coyuntura. En efecto no es más la coyuntura de los ochenta del siglo pasado cuando por ejemplo las burguesías financieras estadounidenses podían apropiarse de las empresas públicas latinoamericanas. Tampoco es la época de los noventa cuando estas mismas burguesías podían succionar los capitales de la implosionada ex URSS. O cuando desde los años noventa del siglo pasado cabalgaban entornillados sobre las espaldas de la China expansiva. Consecuentemente: ¿A dónde pueden apuntar? ¿Al ártico? ¿África? ¿América Latina? En todas ellas hay presencia enconada de capitales chinos, rusos y de otras potencias económicas.
Y la advertencia más sería viene de la constatación que se hace del estancamiento de la economía mundial debido a la falta de nuevas fuentes reales que permitan la acumulación y reproducción del capital.
Veamos:
“De cumplirse este escenario no puede descartarse algún nivel de estabilización de corto plazo. Pero el problema central es que no hay estabilización posible de largo plazo sin nuevas fuentes “reales” para la acumulación de capital. Y es este asunto de carácter estratégico el que, sean cuales fueran los escenarios coyunturales, mantiene latente la probabilidad de una nueva recesión mundial” (7).
En consecuencia el paso a un ciclo económico largo de ascenso y expansión en estos momentos es absolutamente ilusoria e inalcanzable. Los principales centros de poder mundial están en la urgencia de procesos de reacomodamiento, que en realidad es su exigencia de un nuevo reparto de mercados y zonas de influencia, en este caso, esquilmando a los pueblos.
Ahondando aún más este análisis. Obviamente todo lo anterior ha conducido a un anémico avance de la reproducción y acumulación capitalista, que en los principales países capitalistas (Imperialistas) el crecimiento de sus PBI ha sido cero con absolutos indicios de estancamiento de la producción y consecuentemente ha conducido a que el ciclo económico largo de crisis iniciado en 1973 siga invariable aproximadamente durante cuarenta y tres años y, lo más grave, es que no hay siquiera vestigios mínimos de un nuevo ciclo económico largo de avance y desarrollo. Esto es muy grave que ha llevado a un entrampamiento nunca visto en la historia del desarrollo capitalista, conduciendo al sistema a un desbarajuste y caos total
Algo de esto ha aseverado el presidente ruso, Vladimir Putin, en el reciente 20º Foro Económico Internacional de San Petersburgo que tuvo lugar entre el 16 y el 18 de junio de 2016: «Inevitablemente tendrá lugar la reestructuración de industrias enteras, se depreciará una gran cantidad de producciones y activos, se agudizará la competencia tanto en los mercados tradicionales como en los emergentes. De hecho hoy vemos intentos de monopolizar los beneficios de las tecnologías de nueva generación», ha subrayado Putin. Asimismo, Putin ha reconocido que actualmente hay una tensa situación geopolítica que se debe en muchos aspectos a las dificultades económicas. «La actual tensión geopolítica está relacionada en cierta medida con la incertidumbre económica y con el agotamiento de las fuentes de crecimiento, ha sostenido».
5.- Peligroso entrampamiento del sistema y las sombrías perspectivas de los capitalistas:
Partimos siendo muy claros en lo referido a que las crisis en el sistema de producción capitalista han sido periódicas. Marx en “Palabras finales a la segunda edición alemana” publicadas el 25 de julio de 1867 (El Capital: I tomo. Editorial Cartago. Edición de 1975) decía: “por un lado, la gran industria acababa de salir de la infancia, pues solo con la crisis de 1825 se abre el ciclo periódico de su vida moderna”
Ante todo debemos saber que, tras la quiebra de la hegemonía mundial estadounidense y devenida en el mundo nuevos bloques económicos (Alemania, Irán, etc.), los grupos de poder mundial (burguesías financieras) están hoy en la desesperación de ampliar y/o abrirse hacia nuevas regiones. Es la lucha por un nuevo reparto de mercados y zonas de influencia.
Entonces el encono es muy fuerte. En esto la desesperación estadounidense es muy peligrosa. Es el centro de los conflictos actuales. No olvidemos que la causa principal de esto es su bancarrota económica.
Incurso en esto mismo es muy aleccionador lo ocurrido en la cumbre de Ministros de Economía de la Unión Europea (UE) realizada en la ciudad de Breslavia en Polonia el 17 de septiembre de 2011, cuando este país estuvo de turno en la Presidencia de la Unión Europea, del 01 de julio al 31 de diciembre de 2011, donde se vio el asunto de la crisis europea y en la que las partes se hicieron de oídos sordos y hasta cuestionaron los “consejos” de Tim Geithner, Secretario del Tesoro estadounidense, que participaba en esa reunión y que, entre otras, puso en evidencia las duras fricciones existentes entre Estados Unidos y el bloque europeo. En efecto, allí, Geithner exigió a la Unión Europea ponga sobre la mesa sus garantías efectivas para proceder desde Washington el rescate de Italia y España, es decir, la entrega de sus recursos a la voracidad de las transnacionales estadounidenses. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, no se aguantó más y dijo lo siguiente: “No se debate (en este conclave) sobre el incremento o la expansión del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera con un Estado no miembro de la eurozona”, se refería claramente a la intromisión estadounidense en los asuntos internos de esta región. Y, aún más tajante fue la intervención de la Ministra de Finanzas de Austria, María Fekter, que dijo: “No creo que se justifique que alguien esté aquí para darnos lecciones de nada. Si se mira los datos macroeconómicos, Europa está mejor que ellos” (8).
Las presiones estadounidenses, en realidad dominio, contra sus propios aliados han sido permanentes. En esto es muy significativa la presión que ejerció sobre Japón en el marco de lo que se llama “El Acuerdo Plaza” en 1985 para que apreciara el yen. Sin olvidar que en 2003 la FED redujo por primera vez la tasa de interés a un 1%.
Veamos el apunte:
“A fines de 2003 la Reserva Federal redujo por primera vez la tasa de interés al 1% (lo que produjo la burbuja inmobiliaria estadounidense) y desde entonces, las reservas de dólares en los mercados emergentes se sextuplicaron, hasta alcanzar los 7 billones de dólares en 2011. La resultante expansión de la base monetaria de los países emergentes les ocasionó tasas de inflación mucho más altas que en Estados Unidos, además de burbujas internacionales de precios de los commodities, especialmente el petróleo y los alimentos básicos……A todo esto hay que sumar las quejas estadounidenses respecto de las políticas cambiarias de otros países. Hace dos décadas, Estados Unidos presionó a Japón para lograr que el yen se apreciara respecto del dólar, con el argumento de que las políticas cambiarias desleales de Japón eran responsables del rampante déficit comercial bilateral estadounidense con los japoneses. Hoy sucede lo mismo con China, que en la actualidad es blanco de una campaña de acusaciones en Estados Unidos cuyo objetivo es forzar a las autoridades chinas a acelerar la apreciación del renminbi (campaña que se vio reforzada por el enorme aumento de la contribución china al déficit comercial bilateral)” (9).
Así fue el historial de la burguesía estadounidense. Sin olvidar en sus orígenes el uso de la dinamita para dirimir sus diferencias.
Y, como quien dice, la historia ha seguido su curso, ahora el sistema capitalista mundial está ingresando a un punto de inflexión de lo más importante, un punto que va marcar un antes y un después, de esta segunda fase del sistema capitalista, es decir, el imperialismo. La continuidad de los ciclos económicos largos, las altas tasas de ganancia capitalista, al parecer ha llegado hasta el año 1971 en que se inicia el último largo ciclo económico de crisis y estancamiento en el que está entrampado ahora y, que en estos últimos años, 2008 para adelante, tras la bancarrota de la economía estadounidense, exige un nuevo rumbo, pero, en una situación de imposibilidad de un proceso normal de acumulación y reproducción capitalista, sujeto en una total disminución de las tasas de ganancia capitalistas, es decir, de completo agotamiento del sistema. Un periodo de inflexión absolutamente histórico.
Cierto, el imperialismo, denominado por Lenin fase superior del capitalismo o fase de los monopolios, está ingresando ahora a un periodo de sobredimensionamiento incontrolable del sistema financiero, sobrecargado de capitales ficticios que conducen a las burguesías financieras a una situación de extrema degradación que los enfrenta con virulencia al sistema productivo. Estas (burguesías financieras) ya no piensan en la producción para cumplir sus metas, por ejemplo para salir de la gran crisis económica, sino, en lo más fácil, es decir, en ocupar mercados y zonas de influencia para lo cual sus ejércitos y sus armamentismos han devenido absolutamente en trascendentales, de vida o muerte, para su existencia. Los hechos actuales que gravitan en el contexto internacional lo demuestran así.
El sistema, como consecuencia del anémico proceso de acumulación y reproducción, el ahondamiento de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalista y su desfase en la continuidad del proceso del ciclo económico largo, ahora se siente absolutamente en una verdadera situación de entrampamiento histórico que lo agobia y lo incapacita al avance. Las caducas burguesías financieras magullan entre dientes el control de zonas estratégicas, sobre todo, de aquellas donde hay riquezas energéticas, es decir, petróleo y gas. Y consecuentemente no es una coincidencia el que las depredadoras burguesías estadounidense están orientándose ahora con desesperación y vehemencia, con las manos ensangrentadas y en medio de una gran carrera armamentística hacia Oriente Medio donde precisamente está el reservorio más grande del petróleo y el gas del planeta-
El asunto es: ¿Qué depara a la humanidad el nuevo periodo de sobredimensionamiento incontrolable del sistema financiero, sobrecargado de capitales ficticios al que está ingresando finalmente el imperialismo? ¿El fascismo? ¿La revolución comunista? La historia tiene su palabra…
NOTAS:
1.- “UNA FÁBRICA CHINA NOS MUESTRA UN RETRATO SOBRE NUESTRO FUTURO…Y YA PODEMOS TEMBLAR”. Nota publicada el 03 de agosto de 015, en: https://elrobotpescador.com/2015/08/03/una-fabrica-china-nos-muestra-un-retrato-sobre-nuestro-futuro-y-ya-podemos-temblar/.
2.- Marx, Carlos: El capital. III tomo. Editorial Cartago. Edición 1975. Página 234.
3.- “La economía de Estados Unidos no logra salir del atolladero”. Autor: Ariel Noyola Rodríguez. Nota publicada el 16 de junio de 2016, en: ALAI ALATINA.
4.- “El espejismo de Estados Unidos”. Autor: Daniel Lacalle. Nota publicada el 23 de noviembre de 2013, en: el confidencial.
5.- “PIB latinoamericano creció mucho más que el de la UE en la última década”. Nota publicada el 09.de junio de 2015, en Sputnik.
6.- “Deutsche Bank diseñó planes para ayudar a empresas a evadir impuestos”. Nota publicada el 01 de diciembre de 2015, en: Librered.net).
7.- “Consecuencias de un riesgo global inminente”. Autor: Paula Bach-Nota publicada el 26 de abril de 2016, en: http://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=gacetilla-articulo&id_article=37464).
8.- “Duro cruce entre EEUU y la UE”. Noticia publicada el 17 de septiembre de 2011, en: Associated Press-AP.
9.- “El Odiado patrón del dólar”. Autor: Ronald McKinnon. Nota publicada el 25 de enero de 2013 en: Crisis siglo XXI.
(*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA:
Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org