Miguel Muñiz Gutiérrez •  Opinión •  04/11/2020

Conocimientos, ignorancias y especulaciones. Cuatro documentos sobre el colapso ecosocial

Se sabe que el colapso ecosocial determina ya la existencia de personas y seres vivos en varias regiones del mundo. Se sabe que en la región en que vivimos las personas redactoras de este Boletín, el colapso aparece como algo lejano y sospechoso, mezcla de catastrofismo y teoría conspirativa; y se sabe que los medios se encargan (vía entretenimiento) de que parezca más lejano aún.

Se ignora lo más importante, cómo conectar el conocimiento de los impactos sociales y económicos del neoliberalismo, con el conocimiento de los impactos globales y locales, de tipo ecosocial.

La combinación de conocimiento e ignorancia lleva a la especulación imaginativa.

Sobre esta cuestión presentamos cuatro propuestas de lectura necesaria, lecturas que requieren tiempo y digestión intelectual, adecuadas a la periodicidad mensual de este Boletín, que invitan a reflexionar a fondo. Abrimos con el debate sobre estrategias adaptativas y resilientes, que se desarrolla desde hace meses entre Emilio Santiago Muiño (y otras personas) y Jorge Riechmann (y otras personas); seguimos con la continuidad de las posturas de Jorge, respetuosamente críticas con las opiniones de Jaime Vindel; continuamos con un despliegue especulativo e imaginativo de Andreas Malm, y cerramos con un documento, difícilmente clasificable, también de Jorge Riechmann.

1) El artículo de Emilio Santiago Muiño, Futuro pospuesto: notas sobre el problema de los plazos en la divulgación del Peak Oil, de marzo de 2019, no podía prever las desastrosas consecuencias del coronavirus sobre la industria del fracking. Es el único punto débil de un texto extenso y riguroso (4 apartados, 476 líneas en total, con un mínimo de enlaces) que analiza las variables que impiden hacer predicciones ecosociales, pese a que tienen una fuerte base analítica y un sólido soporte científico. Muiño valora las causas, consecuencias e implicaciones de ese hecho, y propone estrategias de corrección.

2) En octubre de 2020 –con la pandemia marcando respuestas sociales y económicas en un laberinto de desconciertos–, Jorge Riechmann publica un breve artículo de 45 líneas: Sobre los puntos ciegos del “colapsismo”: diálogo con Jaime Vindel, en que traza un boceto contrapuesto al texto de Santiago Muiño. Una interesante y matizada exposición de duras discrepancias.

3) El 8 de mayo de 2020, en medio de las limitaciones impuestas por el estado de alarma. Se publicó un artículo cuyo título hacía referencia a la edición de un libro colectivo: Como si hubiera un mañana: ensayos para una transición ecosocialista. El artículo contiene la contribución completa de Andreas Malm al libro: Una estrategia revolucionaria para un planeta en llamas, una lectura interesante. Profesor de la Universidad de Lund y activista político y social, Malm, desde el confort de una de las mejores universidades del norte de Europa en un entorno idílico, especula, sobre datos sólidos, con la dimensión revolucionaria de un colapso apocalíptico. Otro texto largo (595 líneas, 4 apartados, 77 notas –mal reseñadas– a pie de página), heterodoxo e imaginativo, abundante en referencias concretas…, y con mucho Lenin; un texto que entra de lleno en territorios que Muiño y Riechmann sólo mencionan vagamente y se resisten a pisar.

4) Y finalizamos con lo más duro. Ocho días después del breve texto anterior, Jorge Riechmann publica Decrecer, desdigitalizar —quince tesis, lectura muy recomendable, por lo que dice y por lo que no dice. Un riguroso análisis atravesado por la angustia que personas intelectualmente honestas experimentan ante los hechos brutales. No son 15 tesis, pues si contamos una tesis intercalada (la 9,5), y la «coda final», tenemos 17. Un extenso artículo, de 551 líneas, que traza su hilo argumental mediante un encadenado continuo de citaciones de toda clase de autores. La consecuencia son 104 notas a pie de página; notas que, entre enlaces y citas textuales, acompañadas en ocasiones de comentarios del autor, ocupan 632 líneas más. Es decir, forman casi un segundo artículo. El resultado final es de, más o menos, 1182 líneas de texto. Al margen del impresionante despliegue de erudición, el artículo merece una lectura reflexiva y crítica, pues pivota sobre dos líneas de análisis, mayoritaria y minoritaria, que, en cierta medida, se contradicen.


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