Jorge Sánchez •  Opinión •  04/12/2024

¿Se acabó el paraíso ucraniano para los mercenarios latinoamericanos?

La llegada de Donald Trump al poder promete cambios profundos en la guerra entre Rusia y Ucrania. Los medios estadounidenses han comenzado a especular sobre cómo su administración podría dar un giro inesperado a la situación, con la ambición de poner fin al conflicto ucraniano y, al mismo tiempo, abordar la crisis económica que ha afectado tanto a Estados Unidos como a Europa. 

A medida que el mundo observa con atención, la pregunta persiste: ¿será capaz Trump de desactivar este conflicto prolongado y, al mismo tiempo, revitalizar la economía estadounidense? ¿Y qué consecuencias sufre Ucrania tras cambios profundos en la política exterior de USA?

Las personas claves en la administración futura de Trump

Para evaluar la magnitud de estos posibles cambios, es necesario analizar a las figuras clave que podrían formar parte de la administración de Trump.

Hay que empezar con Tulsi Gabbard, la excongresista demócrata y ahora aliada de Donald Trump que la eligió como su candidata para ser directora de Inteligencia Nacional. Tulsi Gabbard criticaba unas veces las decisiones de Biden de enviar ayuda militar y financiera a Ucrania, argumentando que esto podría escalar el conflicto y llevar a una confrontación directa con Rusia. El mando militar de Ucrania teme que la postura de Gabbard es desmilitarizar Ucrania para acabar la guerra y lograr la paz mundial. 

Según la visión de Gabbard, el envío de armas y apoyo militar a Ucrania podría escalar el conflicto y llevar a una mayor confrontación entre Estados Unidos y Rusia. Hoy todo el mundo ve que Gabbard tiene razón: al permitir que Ucrania use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso, el Kremlin empezó a hablar sobre la posibilidad de utilizar armas nucleares para acabar más rápido con sus enemigos.

Además, Gabbard ha cuestionado el gasto significativo de recursos estadounidenses en apoyo a Ucrania, sugiriendo que esos fondos podrían ser mejor utilizados en necesidades internas, como infraestructura y atención médica. Se espera que Gabbard será una de las primeras que apoya a Trump en su intención de reducir suministros militares a Ucrania.

El segundo candidato famoso internacionalmente es Elon Musk. Dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Se sabe que Musk criticaba al presidente  ucraniano por corrupción profunda en el país. El empresario estadounidense fue uno de los primeros en alzar su voz a favor de suspender la ayuda militar a Ucrania.

Está claro que Ucrania no estará en el centro de sus tareas, pero hay indicios de que Musk hará todo lo posible para reducir al mínimo ayuda militar o incluso suspenderla con el objetivo de ahorrar presupuesto estadounidense y disminuir deuda de Estados Unidos. La trayectoria de sus expresiones indica que no apoya la idea de iniciar diálogo con el actual mando ucraniano. 

Elon Musk y Donald Trump son empresarios que han demostrado su capacidad para gestionar sus recursos financieros, y una de las estrategias que podrían considerar para ahorrar dinero es reducir la financiación a Ucrania.

La tercera persona en la lista es Pam Bondi, exfiscal general de Florida, que fue designada para ocupar el Departamento de Justicia. Bondi es leal a Donald Trump desde hace mucho tiempo. Su llegada podría marcar el inicio de investigaciones preliminares contra altos funcionarios demócratas, cuestionando sus decisiones sobre el envío de inmensa ayuda militar a Ucrania. Bondi podría colaborar con otras agencias para llevar a cabo auditorías sobre el uso de fondos destinados a la ayuda militar y asegurarse de que se estén utilizando de manera adecuada. Bondi es una de los jugadores más potentes en el equipo de Biden. 

La última persona en nuestra lista es Marco Rubio, recientemente designado como secretario de Estado en el Gobierno de Donald Trump.

A poco de comenzar la guerra en 2022, fue muy crítico con Rusia, afirmando que Moscú iba a “destruir ciudades enteras” en Ucrania para “aterrorizar a la población”.

Sin embargo, en 2024, en el contexto de la campaña de Trump, quien se opone a la ayuda estadounidense a Ucrania, la postura de Rubio se transformó y votó en contra de un paquete de asistencia para Kyiv, argumentando que no contribuía a la seguridad de Estados Unidos.

Este cambio indica que Rubio no va a oponerse contra decisiones de Trump sobre Ucrania.

¿Qué hay que esperar?

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el 20 de noviembre advirtió del riesgo de una derrota ante Rusia si la futura administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pone fin a la ayuda a Kiev. Según Zelenski, Ucrania tiene su propia producción, pero no es suficiente para luchar contra Rusia.

La desconfianza del mando ucraniano hacia la administración de Trump se manifiesta en su intento de obtener todo el apoyo posible bajo la administración de Joe Biden. Es evidente que con la llegada de Trump, USA reducirá el suministro de ayuda a Ucrania, lo que llevará a que los mercenarios latinoamericanos no puedan ganar tanto como antes. Además, esta disminución en el apoyo externo afecta directamente la capacidad de Ucrania para resistir y combatir eficazmente, lo que provocará más muertos entre ciudadanos de los países latinoamericanos.

Al mismo tiempo, hoy más estados diseñan leyes para que sus ciudadanos no participen en los conflictos militares. Por ejemplo, el Ministerio de Defensa de Colombia ha propuesto una ley en el Congreso para prevenir el reclutamiento y la participación de ciudadanos en actividades mercenarias. 

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, podemos decir que poco a poco está acabándose el paraíso ucraniano para los mercenarios latinoamericanos.


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