Ignacio Cembrero - Traducido por María Piedad Ossaba •  Opinión •  05/02/2017

Marruecos: ¿neutralizar la Unión africana o dinamitarla?

Cuando fue nombrado enviado especial de la Unión africana (UA) para el Sahara occidental, en julio de 2014, Joaquim Chissano, el ex Presidente de Mozambique, comenzó inmediatamente   a tocar todas  las puertas para exigir la celebración de un referéndum de autodeterminación en esta antigua colonia española controlada por Marruecos.

Cada uno de sus viajes a Nueva York, París, Madrid o Londres fue precedido por las gestiones de los embajadores de Marruecos ante la secretaria general de la ONU, los Ministerios de Asuntos Exteriores francés, español o británico solicitando que Chissano solo sea recibido  por segundones. Estos intentos de bloquear el emisario de la UA aparecen en los cables diplomáticos publicados anónimamente a través de Twitter a finales de 2014 y nunca fueron desmentidos por las autoridades marroquíes.

El nombramiento de Chissano es sólo un ejemplo entre muchos. La Organización de la Unidad Africana, hasta el año 2002, y después su sucesora la UA, han apoyado siempre, con mayor o menor entusiasmo, el referéndum de autodeterminación defendido por el Frente Polisario.

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«Marruecos encuentra sus raíces»: dibujo  de Mubarak Bouali, Hespress, Marruecos 19/7/2016

« La política de la silla vacía no era rentable  »

Treinta y dos años después de haber dejado la UA, para protestar contra la admisión en 1982 de la RASD* entre sus miembros, las autoridades marroquíes llegaron a la conclusión de que estaban equivocados al haberles dejado el campo abierto a sus adversarios en el seno de una organización que ganó credibilidad e influencia estos últimos años. Es por esto que quieren volver allá, una adhesión que debería confirmar la cumbre de jefes de Estado africanos que se celebra el 30 y el 31 de enero en Addis Abeba.  

Brahim Fassi-Fihri, director del laboratorio de ideas marroquí Amadeus e hijo de un consejero del rey, lo reconoció en una entrevista con la prensa local: « Este retorno [de Marruecos] significa que la política de la silla vacía no era rentable ». « La UA sigue siendo el único caballo de batalla de nuestros adversarios», señaló en una  declaración al Monde, Nasser Bourita, número dos de la diplomacia marroquí, dejando así entender que por otra parte, Rabat ya era un ganador. « Era entonces lógico ir adonde este combate se libra», agregó.

Neutralizar la Unión Africana

El combate a librar, confiesan los diplomáticos marroquíes, consiste en « neutralizar una UA hoy en manos de los anti-marroquíes»  ya que la relación de fuerzas no permite aun conquistarla. Rabat por cierto había pensado, a finales de la última primavera, de tratar de combinar su regreso con la expulsión o, al menos, la suspensión de la RASD como miembro de la Organización. Pero se dio cuenta de que el reto no estaba a su alcance., Se piensa en los pasillos del poder marroquí que el combate apenas comienza.

Marruecos tiene desde siempre un número de amigos en la UA, sobre todo entre los países de la Comunidad económica de los Estados del África del Oeste. Pero, desorganizados diplomáticamente, ellos no podían contrarrestar la influencia de los pesos pesados del continente, Sudáfrica, Nigeria y, en última instancia, Argelia. «  Una vez dentro de la UA, vamos a intentar coordinarnos con nuestros aliados para combatir las iniciativas que nos perjudican », afirma un diplomático marroquí.

No fue solo el Sahara occidental que pesó en la decisión marroquí de solicitar su reintegro dentro de la familia africana. Marruecos aumenta gradualmente su presencia política y económica en África hasta el punto de ser hoy el segundo inversor africano en el continente, especialmente en su parte occidental, detrás de Sudáfrica. Sobrepasa Egipto y Argelia cuyo PIB es aún más elevado. «Nuestros avances en las relaciones bilaterales con los países africanos seguirían siendo incompletas si permanecemos ausentes del multilateralismo africano”, señaló el mismo diplomático.

Conducido por su Rey Mohamed VI, Marruecos se ha puesto en marcha para adherirse holgadamente a la UA. La solicitud fue formulada oficialmente en septiembre. El soberano, desde entonces, no ha dejado de recorrer África excepto cuando la falta de preparación de la visita, como la prevista este mes en el Sudán del Sur, en Ghana y Zambia, lo obliga a cancelarla al último minuto.

Dondequiera que fuera, recordó insistentemente que « las raíces de Marruecos están en África», luego se firmaron algunos acuerdos marco y se formularon promesas sobre la ayuda que los amigos del reino alauí, es decir, los Países del Golfo, podrían un día proporcionar a los africanos. Los diplomáticos marroquíes ya habían deslizado la idea la víspera de la cumbre de noviembre en Malabo entre el UA y la Liga árabe.

También en el plano interno, Marruecos se ha movilizado. La ausencia de gobierno, desde hace casi cuatro meses, no ha impedido que la Cámara de Representantes se reuniera en enero para ratificar el Acta Constitutiva de la UA que establece el « respeto de las fronteras existentes en el momento de la accesión a la independencia», lo que Marruecos viola. Los países signatarios se comprometen también a «defender la soberanía, la integridad territorial y la independencia de sus Estados miembros ». ¡Rabat se compromete entonces teóricamente a la defender la RASAD!

Dinamitar la Unión Africana

Encabezados por Argelia, pero sin Jefe de Estado reconvertido en peregrino africano que pueda dar la réplica al monarca alauí, los adversarios de Marruecos, concentrados esencialmente en el cono sur de África, también se movilizaron. Si los diplomáticos marroquíes hablan de « neutralizar » la UA para que no les sea más hostil, los argelinos dicen que los marroquíes pretenden más bien « dinamitar » a una organización que funciona razonablemente bien. «Las lamentaciones marroquíes sobre el Sahara corren el riesgo actualmente de envenenar la vida de la institución hasta el punto de bloquearla  », advierte un diplomático argelino.

Porque una vez dentro, Marruecos tiene realmente la intención, en una segunda ronda, de intentar poner la  RASD fuera de la organización. La tarea no será fácil. El acta constitutiva de la organización no prevé la expulsión de un país. Sería necesario pues modificarla, por una mayoría de dos tercios, para luego proceder a la exclusión de los independentistas saharauis. Conociendo las intenciones marroquíes, es poco probable que la mayoría requerida de los miembros se preste a la maniobra.

Los más fervientes partidarios de la RASD creyeron, en un primer tiempo, que podrían impedir el retorno de Marruecos en el seno de la UA, pero el candidato a la adhesión reunió fácilmente una mayoría mucho más  amplia que lo estrictamente necesaria entre los 54 países miembros de la organización. Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, y Ramtane Lamamra, el ministro argelino de Asuntos Exteriores, se han resignado a finales de enero a dar a media palabra la bienvenida a la candidatura de Marruecos.

Un dictamen jurídico

Si no se logra evitar la adhesión de Rabat, un puñado de partidarios de la RASD van a intentar retrasarla, según fuentes argelinas. Para ello, quieren someterla a una especie de examen de paso (dictamen jurídico) para dilucidar si hay una contradicción entre su promesa, hecha el 18 de enero, de respetar las fronteras coloniales y la Constitución de 2011 que pone de relieve “la integridad territorial [del reino] en sus fronteras auténticas”. No se trata obviamente de las de 1956, cuando Marruecos accedió a la independencia, sino de las que engloban el Sahara occidental. A la espera de este dictamen jurídico, que se emitiría la víspera de la próxima cumbre africana en junio, el candidato deberá esperar

Los países, una decena incluyendo Argelia, Sudáfrica y Angola, que desean hacer pasar esta prueba al aspirante marroquí, no son lo suficientemente numerosos para imponerse. Sin embargo van a lograr provocar un debate en sesión plenaria donde expondrán sus argumentos: la adhesión de Marruecos no debe conducir a la impugnación de la pertenencia de la RASD en la UA y Rabat debe dar garantías sobre su sincera voluntad de negociar de buena fe con el Polisario aceptando, para hacerlo, los buenos oficios de la UA.

Para estar seguros de que las autoridades marroquíes cumplirán sus compromisos, sería conveniente poner en marcha, según estas potencias africanas, un comité de seguimiento de su adhesión. Es impensable para Marruecos de aceptar estar bajo tutela

La delegación marroquí no asistirá a este debate en plenaria. La Presidenta saliente de la Comisión de la UE, Nkosazana Dlamini-Zum, resolvió la controversia de otra manera. « La decisión [sobre su admisión] no será comunicada oficialmente al Reino de Marruecos que al final de la Cumbre », anuncia un comunicado firmado por ella el 26 de enero.

Haciendo de tripas corazón, los que sostienen el Polisario comenzaron a encontrar algunas ventajas a la reintegración de Marruecos en la UA. Destaca por ejemplo, el antiguo embajador Abdelaziz Rahabi, que sentarse en la misma mesa que la RASD es « un reconocimiento indirecto» de su enemigo. La UA constituiría así, según Rahabi, « un espacio de aproximación entre las dos partes » que facilitaría quizá la reanudación de un diálogo interrumpido desde 2008.

Después de todo, Marruecos y Mauritania han sesionado juntos durante seis años (1963-1969) en la OUA*, ignorándose antes de decidirse a establecer relaciones diplomáticas. Los ejemplos de lo contrario son más abundantes. Senegal ha convivido con los Saharauis en la UA, sin nunca reconocerlos y muchos países árabes han hecho lo mismo con Israel, en diversos foros internacionales, sin establecer ningún vínculo con lo que denominaban la « entidad sionista».

Luchar ahora en dos frentes

Mohamed Khadad, el interlocutor del Polisario con la Minurso, el contingente de las Naciones Unidas desplegado en Sahara, encuentra otra razón para no insistir demasiado en el regreso de Marruecos. Para Khaddad, uno de los principales problemas de la causa saharaui es que es ocultada por la prensa occidental y las grandes potencias. «La sentencia del Tribunal europeo de justicia de diciembre, que estipula que el Sahara occidental no forma parte de Marruecos, y los debates agitados que van a desarrollarse a partir de ahora en el seno de la UA van a ayudar a hacerlo conocer aún más», se consuela.

Marruecos, es cierto, va a luchar ahora en dos frentes. Al norte, lo hará a través de sus aliados europeos, empezando por Francia y España, para limitar las consecuencias de la sentencia de diciembre, sobre todo de su relación con la Unión Europea. Al sur, para completar su reintegración africana, eliminando de la UA, su principal enemigo. ¡Más que nunca su diplomacia va a practicar el monocultivo saharaui!

Notas de la T

*La RASD : La República Árabe Saharaui Democrática es un Estado con reconocimiento limitado formado por la antigua provincia española del Sahara español que fue ocupada ilegalmente en 1976 por Marruecos y Mauritania y luego completamente anexada por Marruecos en agosto de 1979, al retirarse Mauritania de la zona que ocupaba.

*La OUA: la Organización para la Unidad Africana (1963-2002)


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