Objetivo: asedio y saqueo de Venezuela

«Más que por la fuerza, nos dominan por el engaño». Simón Bolívar.

 

Tras su vuelta del paraíso – fiscal – panameño, la ‘paloma’ Bergoglio ha descendido ahora en el edén de los petrodólares de Abu Dabi. Invitado por el jeque, animado éste por un encomiable intento personal de llamar a la fraternidad entre los seres humanos, aprovecha ahora el papa para extender hacia oriente sus brazos. No porta en ellos sendas ramas de olivo y de higuera. Por desgracia su mano derecha administró la absolución por sus pecados al carnicero general golpista argentino Videla, y con la siniestra empuña los títulos de propiedad, como mayor accionista, de una de las empresas de armamento más grandes del mundo, Beretta. Y si le preguntaran por allá qué fue de los millones de andalusíes y canarios bajo el yugo inquisitorial, expoliador y genocida nacional-catolicista, el ‘vicario de Cristo’, y jefe de Estado que se ha incautado de los públicos inmuebles históricos que le ha apetecido en Expañistán… mejor se pone a rezar un responso.

 

Los emiratíes, grandes comerciantes amantes de la cetrería, saben distinguir perfectamente la categoría cinegética de los halconcillos de Francisco I y Arturo Sosa, el denominado ‘papa negro’ nativo de Venezuela, último general de su misma orden militar-religiosa, la Compañía de Jesús. ¡A la batalla Jesús nos llama!, debió exclamar el líder del PSOE – tapado del opusino-loyolismo -, al toque de corneta de Mike Pence, vicepresidente de los antojos de su amito Trump, mascarón de proa de los intereses del principal lobby estadounidense: el clúster petro-armamentista.

 

Aunque el papel del apoyo al advenedizo y golpista Guaidó, formado por los jesuitas de la caraqueña UCAB, por parte de Marruecos, se entiende mal en el contexto árabe. Si bien pudiera considerarse un aparente acierto táctico esa oportunista genuflexión en calidad de peón del imperio en la cola de los tiralevitas, estratégicamente supone un error colosal, por el que al menos su ministro de Exteriores debería dimitir o ser cesado de inmediato. Tras la devastación de Iraq y Libia, que el gobierno de un país de mayoría musulmana se postre en vasallaje ante el filibusterismo de los yanquis en el Caribe le terminará pasando factura. ¿Ignora Rabat que tras el indigno y cobarde ultimátum al legal y legítimo gobierno bolivariano, mañana podrían dárselo al Magreb para administrar los USA y Europa los recursos naturales del Sáhara Occidental?

 

La pregunta que no se hacen los medios de comunicación jacobinos, ensordecidos y babeantes por los tambores de guerra, es la siguiente: ¿qué clase de legalidad constitucional detenta el temerario presidente Periquito Sánchez para dar un ultimátum a un Estado soberano extranjero? ¿Lo que causa de facto el Estado de Alarma, por ser esta inicua acción Casus Belli en el Derecho Internacional, y lo que provoca un clima prebélico entre la gente, no tendría que haber sido sometido a discusión y aprobación por las Cortes Generales, como se desprende del Artículo 116 de su ‘constitución’-papel mojado?

 

Y los millones que clamaban paz a boca llena en tiempos del pequeño bufón sobrero de la foto de la Azores, Aznarín, ¿seguís ahí… dónde os habéis metido? Aunque seguro que la vicepresidenta Carmen Calvo, experta ‘constitucionalista’ a la carta, ya ha madurado las argucias ignacianas para hacernos pasar por el aro justificando en vano el despropósito. Al expresidente Zapatero, a pesar de ser hermano de un obispo, no lo sacarán en la foto: ha sido un niño desobediente que se ha salido del guión de Washington por su experiencia mediadora sobre el terreno. Casuísticas loyolistas tramposas y hermenéuticas para tahúres, con la doble moral de siempre, que no falten.

 

El Secretario General de la ONU Antonio Guterres había advertido que la organización internacional no se sumaría a iniciativas para imponer ‘diktat’ alguno contra Venezuela. Desoyendo a la ONU ahí está Perico ‘el conquistaor’ panocho Sánchez haciéndole el trabajo sucio a la ultraderecha ensotanada, que pone mohínes de disgustito para ocultar sin resultado el regocijo. Por otro lado hasta la BBC admitió en su día que hay ‘impresiones exageradas y mitos sobre la crisis en Venezuela’. 

 

EEUU, con sus satélites europeos y latinoamericanos de mamporreros de su propaganda masiva, impone embargos, sanciones y se incauta de los recursos financieros del Pueblo venezolano con corsaria impunidad; los magnates venezolanos reaccionarios se dedican a evadir miles de millones de dólares, invirtiendo en propiedades inmobiliarias en Manhattan y el madrileño barrio de lujo de Salamanca, descapitalizando al país al tiempo que cantan la llorona milonga por los ‘pobrecitos venezolanos’, sin cesar de vilipendiar a sus representantes constitucionales… ¿y los ‘perrodistas’ del régimen del 78/ 39bis vuelcan los focos sobre el sufrimiento infringido a la inocente población, para tratar de intoxicarla y soliviantarla contra su gobierno legal y legítimamente elegido con supervisión internacional? Mayor injerencia y cinismo criminales imposible.

 

Lo que no pueden ocultar es que no ha sido Europa por unanimidad la que ha hecho de Tío Tom del Pentágono. Nueve de los Veintiocho no aprueban el aventurerismo de Sánchez y sus palmeros vaticanistas del Trifachito, en especial Casado y Rivera. Con la comprensible excusa del ejemplo del desastre libio al sur, sobre todo la tercera economía de la Eurozona, Italia, sacará una gran y merecida tajada de esta arbitraria bravuconada del gobierno sanchista y de las JONS. Un enorme acierto a medio plazo, sus empresas aventajarán a las españolas por la miopía del infame presidentucho por carambola, con ochenta diputaditos y ahora en el aire por no poder aprobar los presupuestos. Enhorabuena, Sánchez, por haber hecho el ridículo en una Nación hermana de treinta y dos millones de habitantes, asediada por la insaciable avaricia gringa. Y por haberte situado a la derecha de Salvini y Aznar con la muleta podemita, cada vez más devaluada por sus incoherencias, de socio de gobierno…

 

Damos las gracias a la admirable comunidad canaria en Venezuela, en especial en el emblemático lugar histórico de Carabobo, por no haberse puesto de parte del monigote usurpador del clerical-imperialismo, el godo por vocación Guaidó. Hacemos un llamado urgente al Pueblo guanche para que declaren persona non grata en las Islas Canarias al padre del nuevo Tenesor Semidán suramericano, de ese indecente traidor golpista Juan Guaidó. A él tampoco le importa el Estado de Sitio al que someten al Pueblo, haciéndole pasar sufrimientos durísimos, con el sólo objeto de intentar derribar al heroico Movimiento Bolivariano. Toda agitprop es poca para que Caracas pique y acepte la envenenada ‘ayuda humanitaria’ de Bogotá, Brasilia y su capo de Washington, y así este último encontrará la apolillada excusa ‘altruista’ habitual para intervenir manu militari por supuesta ‘emergencia’ (inducida por los mismos yanquis y sus facinerosos lacayos).

 

Aunque no se pierdan lo mejor… ahora el presidente Maduro, merced a los desatinos del fascista de manual Sánchez, estaría legitimado para declarar la independencia de Puerto Rico, de Córcega, Groenlandia, la Nación flamenca, Escocia, Catalunya, Euskal Herria, Al-Andalusía, Kanaryas, etc, y abrir sus embajadas soberanistas en Caracas, en justa reciprocidad. Mientras el mezquino gobierno colombiano se prepara para invadir Venezuela u organizar golpes de mano, de marioneta de la Casa Blanca como cuando la chapuza de magnicidio de los drones, instamos al gobierno a que regale parte del petróleo venezolano a China a cambio de infraestructuras para su refinado, el desarrollo de proyectos de carácter social y de defensa, junto con Rusia. ¿Y qué le impediría ahora a Moscú, por cierto, anexionarse Lituania, Letonia y Finlandia tras la exitosa ampliación de sus territorios en Crimea, puesto que en sus fronteras del Báltico justifican golpes de Estado foráneos? ¡Ánimo, Putin, ‘yes you can’… sí se puede!

 

Termina el Año chino del perro y comienza el Año del cerdo… tengamos cuidado con los buitres leonados disfrazados de  democrática ‘paloma’ de opereta, o el Pueblo terminará con un nivel de vida peor que el de esos dos animalitos, sin que el hipócrita aroma romanista a incienso consiga enmascarar el hedor.