André Abeledo Fernández •  Opinión •  05/05/2020

EEUU intentó otro Bahía Cochinos con mercenarios pero esta vez en Venezuela.

EEUU intentó otro Bahía Cochinos con mercenarios pero esta vez en Venezuela. Y como en Cuba «por allí vinieron pero allí quedaron».
 
Si somos sinceros la invasión mercenaria fue una auténtica chapuza, unos centenares de iluminados sin luces, creyéndose capaces de doblegar la decisión del pueblo venezolano de seguir con el proceso bolivariano. 
 
Este es una nueva agresión a Venezuela, un nuevo patético intento de una oposición tan fascista como inútil para tratar de dar su deseado golpe de Estado.
 
O intentan conseguir la intervención de los EEUU en su propio país para matar a su propio pueblo. Esta es la catadura moral de los opositores. 
 
La agencia de noticias estadounidense AP publicó un reportaje de investigación sobre los planes organizados en Colombia con ayuda de fuerzas estadounidenses para invadir Venezuela y provocar un alzamiento militar que derrocara al gobierno de Nicolás Maduro.
 
El intento fallido de comenzar un levantamiento se derrumbó bajo el peso colectivo de una planificación escasa, disputas entre los políticos de la oposición y una fuerza mal entrenada que tenía pocas posibilidades de vencer al ejército venezolano.
 
«No vas a sacar a Maduro con 300 hombres hambrientos y sin entrenamiento», dijo Ephraim Mattos, un ex SEAL de la Marina de los EE. UU. Que entrenó a algunos de los posibles combatientes en primeros auxilios.
 
SIN PROBABILIDAD DE TENER ÉXITO
 
Muchos vieron el plan como imprudente y parece que no hubo ningún intento serio de buscar el apoyo militar de Estados Unidos.
 
«No había posibilidad de que tuvieran éxito sin la intervención militar directa de los Estados Unidos», dijo Mattos, el ex SEAL de la Marina que pasó dos semanas en septiembre entrenando a los voluntarios en medicina táctica básica en nombre de su organización sin fines de lucro, que trabaja en zonas de combate.
 
Pero lo siguen intentando y continúan fracasando en su intento de dar un golpe de Estado contra el legítimo Gobierno de Venezuela aprovechando de la forma más miserable la pandemia del COVID-19.

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