La ayuda a domicilio
La humanidad se enfrenta al reto de los cuidados desde una perspectiva neoliberal que ataca profundamente los valores básicos y principios de una sociedad que rentabiliza el apoyo y la atención a nuestros mayores.
El servicio de ayuda a domicilio se encuentra en una profunda situación de privatización que repercute tanto en las personas que acceden a este recurso como en las propias trabajadoras de este.
Principalmente las trabajadoras que participan en este sector son mujeres y responden a dos categorías diferentes, por un lado, trabajadoras sociales encargadas de coordinar, gestionar y organizar el servicio, y por otro, las auxiliares de ayuda a domicilio protagonistas principales siendo las más cercanas a las personas dependientes y con funciones de cuidados como aseo, alimentación, control de medicación, apoyo emocional…
Las multinacionales que acceden a los concursos públicos de este servicio se preocupan por generar ingresos más que por la situación de dependientes y trabajadoras, a lo que los ayuntamientos por su parte tampoco responden con un control exhaustivo del servicio y con la puesta en marcha de mejoras para ambos colectivos (trabajadoras y dependientes).
La plataforma del servicio de ayuda a domicilio de Asturias lleva varios años denunciando situaciones de injusticia y abuso por parte de estas empresas. Las más destacables son el reconocimiento de enfermedades profesionales, tanto ergonómicas como psicosociales, el coeficiente reductor para una jubilación anticipada y la remunicipalización del servicio.
Sus demandas incluyen también el desacuerdo con el kilometraje para las trabajadoras de zonas rurales, ya que, estas trabajadoras utilizan su propio coche para desplazarse de un domicilio a otro. Las empresas utilizan el “método google” para abonar la cuantía de kilometraje que no es otro que calcular los kilómetros a través de GOOGLE MAPS teniendo en cuenta que esta APP en ciertos lugares no reconoce las carreteras rurales y que éste no tiene en cuenta imprevistos de animales, semáforos o tráfico. Esta situación ha repercutido desgraciadamente también en los dependientes puesto que los nuevos convenios de los ayuntamientos han decidido restarles a las personas cinco minutos del tiempo de su servicio para que las trabajadoras tengan más tiempo de desplazamiento. El sistema tiene miedo de exigir los desplazamientos correspondientes a las empresas y prefiere recortar derechos a las personas más vulnerables.
Por otro lado, las trabajadoras denuncian también la bolsa de horas. Un método utilizado para encubrir horas extras como horas ordinarias… esta bolsa se utiliza como saco roto de horas, todo vale para la bolsa de horas, las jornadas laborales se reducen en lo que ataña a los contratos, pero, se realizan más horas incluyéndolas en la famosa bolsa de horas. Cuando una persona dependiente no tiene servicio porque tiene cita hospitalaria, con esa hora de servicio la tendencia empresarial es descontarla a la trabajadora generando una bolsa de horas negativa. Algunas trabajadoras proponen aprovechar esa hora para otra persona o apoyar a otra compañera en el servicio, aun así, es una situación injusta ya que ellas no se niegan a realizar el servicio y en ocasiones la empresa llega a cobrar la hora entera y ellas solo 15 minutos de esa hora.
En relación con el reconocimiento de enfermedades profesionales es una demanda continua que acarrea serios problemas, porque muchas trabajadoras ven mermadas sus capacidades físicas o psíquicas a causa de esfuerzos continuados y tareas repetitivas que desembocan en el desarrollo de dolencias no reconocidas ni valoradas por empresas ni inspecciones médicas. Destacar la incoherencia de un sistema que relata valorar los cuidados, realizados principalmente por mujeres, pero, que a la hora de la verdad no es capaz de estimar las enfermedades que acarrean estos trabajos, y que aumentan la brecha de género en el reconocimiento de enfermedades laborales.
Desde el punto de vista de gestión del servicio las trabajadoras sociales también nos encontramos muy limitadas. Cada año o dos años asistimos a un cambio de empresa, lo que conlleva un cambio de metodología, de sistema informático, de directrices y en muchas ocasiones de personal. También nos encomiendan en la mayoría de los casos la gestión de las guardias telefónicas, mientras los ayuntamientos piden a las empresas un teléfono de contacto de ocho de la mañana a diez de la noche de lunes a domingo, las empresas aceptan este servicio de atención sobrecargando a las coordinadoras del servicio, que en muchas ocasiones no descansan, y deben gestionar las incidencias en cualquier momento del día estés de comida, descanso, gimnasio o durmiendo.
Las empresas gestoras de estos servicios no se han especializado en servicios de atención sociosanitaria, sino que, tras la crisis del ladrillo en 2008 han sabido reconducir su actividad laboral hacia negocios en auge para seguir aumentando sus ganancias y especulando con el servicio, las personas y las trabajadoras.
Este es mi caso en el que fui despedida el 17 de noviembre de 2023 tras comunicar mi embarazo a la responsable del servicio de ayuda a domicilio en Asturias. Trabajaba como coordinadora del servicio de Ayuda a Domicilio para el concejo de Siero y estaba embarazada de 5 meses. Una vez acontecido este hecho me puse en contacto con la CNT Felguera quien me esta brindado apoyo absoluto. La CNT se puso en contacto con el responsable de RRHH, para hacerle saber lo ilegal del despido y exigirle la inmediata readmisión. Pero, la respuesta de quien debería velar por las buenas relaciones laborales y la conciliación dentro de la empresa (más si cabe en una empresa que tiene la certificación de “Empresa Responsable”) fue la rotunda negativa a la readmisión y con actitud chulesca dio por finalizada la llamada colgando el teléfono.
El servicio que ofrece Ingesan OHLA, empresa adjudicataria del servicio del concejo de Siero debería tener un marcado carácter social y de atención pública, no olvidemos que es la encargada de velar por la atención a nuestros y nuestras mayores, está enfocado como todas las empresas que pujan por nuestros servicios públicos en obtener la máxima rentabilidad sobrecargando de trabajo a sus Trabajadoras. Estos servicios, que deberían ser públicos para asegurar el respeto y calidad del servicio en las personas usuarias, así como de sus trabajadoras, son externalizados a multinacionales en aras de una “optimización” que solo se refleja en el aumento de beneficios a sus accionistas.
Por tanto; desde la CNT la Felguera exigimos mi readmisión del puesto de trabajo, así como la efectiva supervisión del ayuntamiento de Siero, en las prácticas laborales para evitar el abuso de las multinacionales y la repercusión en el servicio prestado a los y las personas. Ahora mismo estamos a la espera del juicio que tendrá lugar el 6 de marzo en el que se resolverá este conflicto laboral de forma judicial ya que, la negociación verbal no ha sido posible.
Aun así, ha servido para seguir levantando muchos casos de abusos con más mujeres que trabajan dentro de los SAD o residencias de mayores donde sufren de condiciones similares. Con salarios bajos, sin reconocimiento de enfermedades laborales, jornadas precarias y descansos negados.
¡¡Seguimos en la lucha!!
Ellos por dinero nosotras por dignidad.