Juan de Dios Ramírez-Heredia •  Opinión •  07/08/2016

Un gitano fue el Presidente del Gobierno de Brasil

Un gitano fue el Presidente del Gobierno de Brasil

Fue el creador de la nueva capital de la nación: Brasilia

Hemos querido aprovechar este momento excepcional de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Brasil para divulgar el conocimiento de que aquella hermosa y entrañable tierra americana ha tenido un Presidente del Gobierno, gitano de nacimiento, que ocupa un destacadísimo lugar en la escala del conocimiento y el afecto de sus conciudadanos. Se trata de Juscelino Kubitschek de Oliveira que nació en Diamantina el 12 de septiembre de 1902 y murió, en un accidente de circulación en Resende el 22 de agosto de 1976, es decir, un año antes de que los españoles celebrásemos nuestras primeras elecciones democráticas tras el largo túnel de la dictadura.

Hasta aquí la noticia no debería tener mayor relevancia si no fuera por el carácter excepcional que supone el que un miembro de una minoría marginada alcance la más alta cota de poder en su país. Nosotros sabemos que Obama es Presidente de los Estados Unidos como antes lo fueron Bush, republicano, o Clinton, demócrata. Pero Obama pasará a la historia, al margen de su mayor o menor eficacia al frente de su país, porque es negro. Lo mismo ocurre con Juscelino Kubitschek, uno más entre los 800.000 gitanos brasileños que conviven en un país que tiene en su conjunto más de 205 millones de habitantes.

Por lo general todos los pueblos acostumbran a presumir de poseer entre los suyos a personajes que han sido, o son, famosos por su actividad en los distintos campos de las ciencias, las artes o la vida social. Nos gusta presumir diciendo que Charles Chaplin es gitano como también lo es Yul Brinner. O que en el poderoso mundo del futbol brillan con luz propia gitanos como Sbrahimoviv, Quaresma (el del triunfo de Portugal en los campeonatos del mundo). Güiza, “Perla” Reyes o Hristo Stoichkov, entre muchos otros. Y en el mundo de la ciencia destaca nuestro premio nobel de fisiología y medicina August Steenberg Krogh. Y hay más, también en el complicado mundo de la política.

Por eso hoy, en el inicio de la celebración de los Juegos Olímpicos, queremos destacar la gran labor desarrollada por el presidente gitano del gobierno de Brasil. Estas son algunas pinceladas de su vida y su trabajo.

Una vida de sacrificio, de esfuerzo y de pobreza

Nuestro presidente tuvo unos orígenes muy pobres. Se quedó huérfano de padre con tan solo dos años, y su madre, Julia Kubitschek, gitana de origen checo, fue la que se encargó de que estudiara. A los ocho años ayudaba al mantenimiento de su madre y sus dos hermanas, Eufrosina que murió siendo una niña y María da Conceicao, repartiendo mercancías por los domicilios. Pero su madre habló con los Padres Paules y con ellos estudio hasta los quince años.

En diciembre de 1921 logró el diploma de la escuela secundaria, y al año siguiente ingresó a la Universidad Federal de Minas Gerais, logrando el título de licenciado en medicina en el año 1927. El joven Juscelino no tenía dinero y sufragó parte de sus estudios con el dinero que le prestaron algunas familias amigas y tras vender una joya familiar. Dicen sus biógrafos que, en 1921, para sostenerse empezó a trabajar como ayudante de telégrafos. Lo que le llevó a soportar una vida estresante. Tenía solo diecinueve años y estudiaba todo el día. Por la mañana, hasta las 8:00 horas trabajaba en el telégrafo y comía y dormía poco. Pero eso no fue suficiente y tuvo que endeudarse para poder terminar sus estudios.

Luego ingresó en el cuerpo médico de las Fuerzas Armadas de Minas Gerais, durante los conflictos armados que sufría el país y rápidamente le concedieron un bisturí de oro, como distinción por sus servicios durante los enfrentamientos. Dicen sus biógrafos que en un hospital montado sobre vagones de tren operó la herida de bala en el cráneo de un soldado que sobrevivió sin secuelas.

Carrera política

Juscelino, Diputado

Juscelino Kubitschek, nuestro presidente de Gobierno gitano, adquirió muy pronto gran popularidad entre los brasileños. Se mostró como un hombre sencillo, que no había renunciado a sus orígenes y que, en el ejercicio de su profesión adquirió fama de ser muy eficaz. No era de extrañar, pues, que el Partido Progresista lo propusiera como Diputado en las elecciones de 1934. Y ganó las elecciones con lo que ya tenemos a Juscelino como el primer Diputado gitano de la Cámara Legislativa de Brasil.

Juscelino, Alcalde

En 1940 le ofrecieron la candidatura de la alcaldía de Belo Horizonte. Ganó las elecciones y demostró ser un alcalde excepcional. Durante su mandato proyectó la idea de crear el lago artificial Pampulha para el suministro de agua a la ciudad; construyó el Museo de Belo Horizonte, el Instituto de Bellas Artes e inició la creación del Teatro Municipal. Nuestro alcalde gitano propició la realización de numerosas obras públicas. Para el saneamiento de la ciudad se instalaron las cañerías para el agua potable y mandó construir el Hospital Municipal. Se instaló el teléfono y se llevó electricidad por vía subterránea. Y para los más pobres, así como para toda la clase baja, mando a construir viviendas, además de desarrollar organizaciones de asistencia laboral para los trabajadores, con médicos gratuitos y alimentos de bajo costo. Durante el tiempo en que fue alcalde de Belo Horizonte la gente de su ciudad le pusieron el mote de prefeito furacão (alcalde huracán) por sus grandes y rápidos cambios.

En1950 en ganó nuevamente las elecciones constituyéndose en Gobernador de la región de Minas Gerais (Minas Generales) que es un territorio cuya extensión es ligeramente mayor que la de toda Francia.

Juscelino, Gobernador

El 31 de enero de 1951 comenzó con la tarea gubernamental del Estado. Para poner remedio a estas necesidades, el ahora gobernador gitano logró incrementar la energía, que en ese momento era de 205.000 KW a 600.000 KW. Simultáneamente construyó 3.087 km de carreteras y 251 puentes. A nuestro Gobernador se debe también la creación de la CEMIG (Centrales Eléctricas de Minas Gerais) lo que propició un considerable aumento de la energía y, consecuentemente el crecimiento de la industria.

Pero Juscelino Kubitschek no podía olvidar sus duros orígenes. Su infancia de hambre y necesidades y los esfuerzos que hizo su madre, viuda, porque fuera a la escuela. El resultado fue espectacular. Cuando inició su cargo de Gobernador, eran 680.000 los alumnos que acudían a la escuela primaria. Cuando terminó su mandato la cifra superaba el 1.100.000 estudiantes. Para ello mandó construir más de 140 escuelas de las cuales dos eran de medicina.

 

Juscelino, Presidente de la nación

Nuestro admirado héroe tuvo un principio de mandato accidentado. Las elecciones se celebraron el 3 de octubre de 1955, y Juscelino Kubitschek fue elegido con el 36 %, unos 3.077.411 votos. En segundo lugar, quedó el militar Juarez Távora con el 30 % (UDN), seguido del 26 % de Ademar de Barros (PSP). La vicepresidencia la ganó Joao Goulart, conocido popularmente como “Jango”, miembro del Partido Laborista Brasileño. Ambos se entendieron rápidamente y no tardaron en encontrar una fórmula para gobernar el país. Pero, como suele pasar en todos los países de democracias poco asentadas, los perdedores no suelen conformarse. Por eso entre la oposición y una fracción del ejército montaron un complot para derribar al Gobierno. Por suerte la otra parte del ejército se puso a favor del nuevo presidente, disolviendo cualquier posibilidad de golpe de Estado.

Juscelino ganó las elecciones con este lema: «50 años de progreso en 5 años de gobierno». Y lo cumplió. De forma inmediata se empezaron a establecer plantas hidroeléctricas y construcción de carreteras. Se lograron atraer fuertes inversiones extranjeras que implantaron las industrias automovilísticas, la de repuestos y la de electrodomésticos lo que ocasionó el crecimiento de los puestos de trabajo. En consecuencia, los salarios aumentaron y la clase media brasileña experimentó un fuerte ascenso.

Pero la “acción estrella” del mandatario gitano era la creación de una nueva capital para Brasil. Esto lo consiguió y el 21 de abril de 1960 en que trasladó la capital de la nación de Rio de Janeiro al interior del país. A una ciudad nueva a la que se le puso de nombre Brasilia.

Juscelino Kubitschek logró importantes cambios sociales y culturales y, como no, impulsó la celebración de festivales musicales y la proyección mundial de la “bossa nova”. Brasil consiguió por primera vez ganar el Campeonato Mundial de Futbol en 1958, bajo el mandato del Presidente gitano. Y en 1959 la selección masculina de baloncesto fue campeona en Chile. Igualmente, en ese mismo año, Eder Jofre logró ser campeón mundial de boxeo y la tenista María Bueno el Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos (US Open).

Estabilidad política y democracia

Su gobierno se caracterizó por una época de estabilidad política y el mantenimiento del régimen democrático. A pesar de todo el Presidente gitano brasileño tuvo que hacer frente durante su mandato a dos rebeliones militares. La primera el 19 de febrero de 1956 provocada por los funcionarios de la Fuerza Aérea de Brasil, y la segunda el 3 de diciembre de 1959. Ambas rebeliones fueron rápidamente controladas y Juscelino Kubitschek, que era un demócrata generoso, amnistió poco después a los cabecillas de las revueltas.

Fin de su mandato

La Constitución brasileña establece un periodo determinado para la finalización del mandato del Presidente del Gobierno. Juscelino Kubitschek lo cumplió íntegramente y el 31 de enero de 1961 se celebró la ceremonia del traspaso del mando imponiéndole la banda presidencial a su sucesor.

Juscelino Kubitschek murió en un accidente automovilístico, pero las circunstancias exactas de su fallecimiento siguen siendo un misterio hasta la fecha. El fatal desenlace se produjo el 22 de agosto de 1976. Tenía 74 años. Su coche se estrelló contra un camión de yeso y murió en el instante. Se rumoreó que enemigos políticos habrían saboteado su vehículo.

Unas 300 000 personas asistieron a su funeral en Brasilia, donde la multitud cantaba la canción que lo identifica, «Peixe Vivo». Sus restos descansan en el Memorial JK, construido en 1981 en la capital federal de Brasil que él fundó.

El “puente más bello del mundo” lleva el nombre del Presidente gitano de Brasil

De todas formas, a mí me impresionó profundamente ver y atravesar el Puente Juscelino Kubitschek que atraviesa el Lago Paranoá en Brasilia, Distrito Federal, uniendo el Plano Piloto (área central de Brasilia) con el sector residencial, Lago Sur. El Puente Juscelino Kubitschek fue inaugurado el 15 de diciembre de 2002 y se convirtió rápidamente en otro de los íconos arquitectónicos de Brasilia. Hace unos años mi amigo y compañero Jorge Bernal, gitano argentino, gran luchador por nuestra causa y persona de una gran cultura, manifestó en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, en noviembre de 2004 que “Cuando Juscelino Kubitschek era presidente, acostumbraba invitar a los gitanos al palacio presidencial para comer o cenar con él.

Hoy nosotros ―cuando algunos medios de comunicación siguen empecinados en decir “familias gitanas enfrentadas”, o “reyerta entre clanes gitanos”, cuando ese elemento informativo no añade nada sustancial a la noticia― queremos reivindicar, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, que el Presidente del Gobierno de Brasil, más querido, recordado y respetado por la mayoría del pueblo brasileño fue un gitano.

 

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Abogado y periodista

Presidente de Unión Romaní

 


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