Alba García Martín •  Maizterrak Sindicato de Inquilinas de Bilbao •  Opinión •  07/12/2020

No pinta bien

No pinta bien

Blackstone, blackstone, blackstone. Quedaos con ese nombre porque a partir de ahora lo vamos a tener hasta en la sopa.

Blackstone, el mayor fondo buitre a nivel mundial ha aterrizado en nuestra ciudad. Sí, aquí en Bilbao, nuestros dirigentes políticos negocian con este tipo de fondos y venden el suelo de nuestra ciudad para poder tener pasta con la que pagar las obras públicas.

Visto así muchos diréis, bueno pues ni tan mal ¿no? Es una manera de tener dinero con el que invertir en obras para la ciudad, proyectos… dinero para la “mejora” y el “desarrollo” de nuestras ciudades.

Sentimos deciros que…tururú. Que ojalá vender las ciudades no acarreara consecuencias, pero las acarrea, y son graves.

Hoy vamos a poneros un ejemplo, la calle Mena del barrio de San Francisco de Bilbao.

La calle Mena es una calle muy jugosa; para quien no la conozca, está prácticamente encima de lo que será el soterramiento del TAV, en la primera línea del proyecto denominado Bilbao-Abando, Hurrengo Geltokia, cito literalmente de su propia web: “no es solo una estación es un modelo de ciudad”. Y tanto que es un modelo de ciudad, nos consta.

Nos consta que es un modelo de ciudad en el que se expulsa a las vecinas de sus barrios, uno que no quiere gente con rentas bajas viviendo en el centro. Es un modelo de ciudad que nos vende, a las vecinas, para hacer lo que llaman “mejoras”. Vuelvo a citar su web: “Ha llegado el momento de cerrar heridas, cubrir la trinchera centenaria que divide a Bilbao La Vieja, Abando y Zabala y levantar nuevos espacios para la ciudadanía. El futuro pasa por una ciudad abierta, amable con las personas que aquí vivimos y las que nos visitan.”

¿Para qué ciudadanía son estos nuevos espacios si estáis echando a las vecinas que residen en ellos? Si les preguntáramos a Bahia y Alami, vecinas de la calle Mena donde residen con sus tres hijas menores, cuánto de amable y abierta les parece esta ciudad, ¿cuál creéis que será su respuesta?

Me gustaría plasmar en estas líneas el profundo sentimiento de abandono, falta de empatía, dolor, humillación y desprecio por el que está pasando esta familia, con la complicidad de nuestro ayuntamiento.

No hay derecho a que nadie haga nada por ellas, no hay derecho a que acudan a los servicios sociales de base y el acceso a los recursos venga dado por alguien que, en ocasiones, te juzga según entras por la puerta.

No hay derecho a que esta familia tenga que verse en la calle con tres niñas para que se active no sé qué “protocolo anti-desahucio”.

No hay derecho a que la señora que lleva este procedimiento en los juzgados nos hable como si por encima del bien y del mal estuviera, y sin titubear diga que serán desahuciadas sí o sí.

No hay derecho a que nadie se plantee que ¡ellas son vecinas de Bilbao! ¿no pasaba el futuro por una ciudad abierta y amable con las personas que aquí vivimos?

No hay derecho a que una propuesta de solución de los servicios sociales de base, recurrente y un tanto cruel, sea pagar un mes de fianza y alquiler, cuando saben perfectamente que las inmobiliarias se niegan a alquilar viviendas a personas migrantes, personas sin nómina o a perceptoras de RGI.

No hay derecho a ese abandono atroz por parte de las instituciones y tampoco a las prácticas mafiosas de los buitres, de Blackstone, que quieren echar a esta familia como ya lo hicieron antes con todo ese bloque de la calle Mena.

No hay derecho y por eso Maizterrak Bilbo venimos para quedarnos. De momento hemos conseguido paralizar el desahucio, pero esta familia sigue sin una alternativa habitacional.

“No pinta bien”, le decía con mucha empatía hace unos días a Alami su trabajadora social, hablando sobre su situación.

Tiene razón señora, no pinta bien, por eso no nos vamos a ninguna parte.


Opinión /