DesemBUCHA
07/04/2022
Desmontando la campaña de mentiras de la OTAN en los alrededores de Kiev
Desembuchar: Coloquialmente, decir todo lo que sabe sobre un asunto y se tenía callado
Muy mal deben ir las cosas a Estados Unidos para que necesite recurrir a absurdos montajes mediáticos para tratar de ganar posiciones en otra de sus muchas guerras abiertas. Pero este teatrillo no será el último, ni tampoco ha sido el primero. Hemos de estar preparados para muchos otros que vendrán, probablemente incluso para ataques (falsos, claro) con armas químicas contra población civil, tienen mucha experiencia en este tipo de operaciones en diferentes escenarios.
La supuesta masacre de Bucha se desató justo cuando acabábamos de terminar de reírnos del desenlace de la masacre de la maternidad de Mariupol, cuando la desgraciada protagonista del cuento, la YouTuber Mariana Podgurskaya, muerta por las heridas provocadas por el bombardeo aéreo ruso, revivió para contar con pelos y señales el making off de todo aquel espectáculo para consumo de la crédula población occidental. Y en lo básico no dejó lugar a dudas de ningún tipo y coincidía a grandes rasgos con lo que habíamos defendido con anterioridad: no hubo ataque ruso, el hospital estaba tomado por el batallón Azov, todo se escenificó con anterioridad y, la prota del cuento acabó vivita, coleando y cantando la Traviatta.
Pero a mí el cuento de Bucha siempre me resultó más parecido al del teatro de Mariupol. «Lleno» hasta la bandera de personas refugiadas, «atacado» también por los rusos, donde primero se anuncian centenares de muertes, que luego se desmienten todas por el gobierno ucraniano y la prensa occidental y, al cabo de los días, se retoma la cantinela de una masacre de la que, supuestamente, no se habían logrado percatar con anterioridad. No se puede ser más torpe.
El problema es que esta guerra carece de las imágenes que los propagandistas necesitan para mantener el discurso de que Rusia está provocando una matanza de civiles tras otra. Las pocas imágenes que han sacado, curiosamente, se corresponden con matanzas provocados por el bando ucraniano en el Donbass. Recordemos por ejemplo la foto de portada del diario italiano La Stampa, reproducida en numerosos medios, diciendo que había sucedido en Kiev cuando había acontecido días atrás en el centro de Donetsk y que nadie en Europa quiso publicar en su momento. Y es que Rusia está matando muy flojito para lo que ellos desearían. Sobre todo a tenor de los datos aportados por la propia ONU que, para colmo han atribuido la mayoría de las muertes civiles al bando ucraniano en las provincias separatistas del Donbass. Pero es que tiene toda la lógica del mundo, Rusia está operando básicamente en la zona rusa de Ucrania, donde viven millones de compatriotas que pretende, según su propio discurso, liberar del yugo neonazi. ¿Cómo va a provocar muertos entre la población civil si son sus propios paisanos y connacionales?
El propio Washington Post lo admitía implícitamente la pasada semana cuando afirmaba que el ejército ucraniano colocaba su artillería en zonas habitadas porque sabían positivamente que Rusia nos les dispararía. Asumía así, de un plumazo dos argumentos que jamás defenderían de manera consciente: que los rusos no disparan a civiles y que la población de las ciudades ucranianas son usadas de escudos humanos por un gobierno que debería defenderlos.
Pues a pesar de todo, tratan de hacer negro lo blanco, aunque no dejan de hacer el ridículo una y otra vez. Y realmente no tienen otra opción, pues el frente mediático económico y político les ha salido francamente mal. Alrededor de 2/3 de los países del mundo han decidido hacer caso omiso de las coerciones económicas y militares de EEUU y seguir comerciando con Rusia. La economía rusa, que debería haberse desplomado sigue resistiendo y ganando enteros a pasar de las sanciones. Tras la caída en picado del rublo, ya ha recuperado el valor que tenía antes de la guerra y el alza de precios del gas y el petróleo le asegura unos ingresos millonarios con los que financiar la campaña militar. El dólar va camino de perder la hegemonía global mientras muchos países están optando por comerciar en las monedas propias o incluso hablan de crear una nueva divisa. Aliados tradicionales de Washington parece que abandonan el barco o juegan a la ambigüedad calculada. La globalización está herida de muerte, los instrumentos económicos internacionales también, las alternativas van surgiendo como las setas en otoño. La culpa no es de la invasión de Ucrania, sino de la respuesta norteamericana, tan desproporcionada como inútil. El mundo va a a entrar en una fase inflacionaria desmedida por incorporar a Ucrania en la OTAN, nos haremos más pobres por el capricho norteamericano de jugar sus guerras en suelo europeo. Aquí seguiremos comulgando con ruedas de molino sin rechistar, nos tienen en permanente estado de shock.
La única manera que EEUU tiene de seguir avanzando con su campaña de sanciones es aumentándolas y sumando a más estados a ellas. Ya lo hemos visto. ¿A quien ha beneficiado pues la masacre? Desde luego no a a Rusia, no tendría ningún sentido que la hubiesen desencadenado ellos mismos si en los cálculos coste-beneficio todo fuesen pérdidas. Y desde luego, aunque creamos que los rusos son malos por naturaleza, de tontos no tienen un pelo.
Es hora de desembuchar, entremos sin más preámbulo a estudiar las pruebas de las que se dispone hasta este mismo momento para defender que todo ha sido un gran engaño:
- Para empezar, hay que señalar que muchos de los cadáveres de Bucha presentaban una banda blanca en sus brazos, lo que significa que se identificaban a ellos mismos como neutrales y eso es algo que molestaba sobremanera a los neonazis que, directamente, los acusaban de colaboracionistas.
- Según hemos visto en las fotografías, mucha de la gente asesinada llevaba en sus manos las típicas bolsas de ayuda humanitaria con el logotipo de la Federación rusa. En ninguna cabeza cabe que le estés dando comida a unas personas que luego vas a asesinar.
- Los cadáveres solo aparecen cuatro días después de la retirada rusa. Ni en las declaraciones del alcalde de la ciudad del día siguiente de la partida del ejército, ni en las fotografías que muchos políticos fueron a hacerse a la ciudad de Bucha para celebrar la supuesta derrota rusa, se ve ningún muerto, ni nadie hace alusión a que haya muertos en las calles. Algo tan evidente debería haber saltado de inmediato a las rotativas.
- Peor aún, se han encontrado documentos de la policía ucraniana, muy penetrada por la extrema derecha nazi, diciendo que van a hacer una limpia de colaboracionistas a la mencionada ciudad de los alrededores de Kiev. Han dejado por escrito que estaban planeando una verdadera masacre como la sucedida después de la retirada de Rusia en virtud de los acuerdos de desescalada tomados en Turquía.
- Existe un vídeo de un conocido neonazi ucraniano en el cual se ve a un soldado preguntándole a su superior si puede seguir matando a la gente que tienen capturados con los brazaletes blancos, a lo que este militar le responde que sí. Se ve que habían secuestrado a grupos de supuestos colaboracionistas con los rusos y que los estaban matando por orden de la superioridad. Es muy probable que neonazis de Bucha o parte de la ciudadanía los hayan delatado o que incluso se hubieran dejado esos brazaletes para afirmar que ellos eran neutrales y por eso fueron capturados y asesinados. El vídeo ya ha sido retirado de la cuenta de este tipejo, pero a mucha gente le dio tiempo a guardarlo y hoy es una prueba fundamental para tumbar el relato que Kiev y occidente están haciendo de lo sucedido en esta ciudad.
- Pero aún hay más, ayer mismo se han conocido imágenes de soldados ucranianos trasladando cadáveres de muertos a zonas de la carretera utilizando la ayuda de un cable o una cuerda para colocarlos en el sitio adecuado para que fuera filmado por los medios de comunicación occidentales. Esa es otra prueba inequívoca de que todo lo acontecido en Bucha es un verdadero montaje.
- Se conocen crónicas periodísticas que hablan de que durante los primeros días de la llegada de los rusos la población local estaba muy recelosa, pero luego tras el reparto de ayuda humanitaria y tras llegar un periodo de relativa calma, los negocios abrieron y la vida en la ciudad se hizo todo lo normal que podría ser. Eso es lo que debió enfadar a los nazis ucranianos, porque le estropeaba el relato de que los rusos iban a matar a la población civil, cosa que llevan haciendo desde el inicio de la guerra y durante ocho años en el Donbass.
- La retirada de la ciudad se realizó en virtud de un acuerdo tomado con Ucrania. Rusia se retiró voluntariamente de la ciudad y podría haber tenido todo el tiempo del mundo para ocultar las pruebas si ellos mismos hubieran cometido la masacre para evitar así las nuevas sanciones que han recibido, la reprobación de medio mundo y el haber proporcionado nueva munición a Vladimir Zelenski para que siga pidiendo armas para poder enfrentar al ejército de Rusia. Pero, tras lo sucedido en Bucha, creo que no se a van tomar ningún tipo de acuerdos como este, que solamente han sido utilizados para desprestigiar a Rusia. Su ejército se podía haber quedado perfectamente en los alrededores de Kiev y no tenía ninguna necesidad de ejecutar esa retirada de posiciones. Creo que aprenderán para la próxima reunión que celebren con el títere de Zelenski y va a hacer imposible cualquier nuevo acuerdo de buena voluntad hasta la rendición final.
Lo único que aún tiene Estados Unidos a su favor es la batalla mediática, al menos en nuestros países. Y eso sucede porque la inmensa mayoría de los medios de comunicación de masas globales pertenecen a los USA. Así que tienen que estrujar la opción mediática y esta batalla por la opinión pública como únicos recursos para ganar enteros en la contienda política que le pueda conseguir también beneficios en el frente de la guerra. Por eso veremos dentro de no mucho tiempo otros Buchas y otros hospitales de Mariupol. Esta historia ya la hemos vivido anteriormente en Libia, en Siria, en Irán, en Irak y en muchos otros lugares, Siempre con el mismo patrón.
Sí, hoy es el momento de recordar aquellas famosas fosas comunes de Gadafi donde se suponía que habían enterrado a opositores que en realidad eran un vertedero de huesos de una cercana carnicería de camellos. Hoy es el momento de recordar las armas de destrucción masiva que nunca aparecieron en Irak. Hoy es el momento de recordar aquellos supuestos manifestantes pacíficos que pedían democracia en Libia y que en realidad solo eran yihadistas y mercenarios pagados por países del Golfo para derrocar a un gobierno que alcanzó las mayores cotas de bienestar y de igualdad de todo el continente africano. Hoy es el momento de recordar aquellos supuestos rebeldes moderados de Siria que sólo eran yihadistas, primero del al Qaeda y luego del Estado Islámico. Hoy es el momento de hablar de aquel programa de armas nucleares de Irán que jamás existió tras su revolución. Hoy es el momento de recordar a aquel famoso periodista alemán que denunció que la inmensa mayoría de los periódicos, de las televisiones y de las radios europeas escriben o hablan al dictado del Pentágono a cambio de suculentos regalos o de pagos en especia. También es el momento de recordar a ese conocido militar español que dice que la mayoría de los periodistas y de los tertulianos de este país realmente trabajan para servicios secretos extranjeros y que la información que parte de sus medios no es otra cosa que propaganda militar.
Quien quiera seguir engañado porque prefiera creer los cuentos de buenos y malos de los medios de comunicación de masas, es libre de hacerlo, pero desde luego que nadie nos quite el derecho de pensar que, una y otra vez, estos medios nos están engañando como ya han hecho en infinidad de situaciones. Y no, no es conspiranoia, se trata de aprender de lo que ha sucedido en ocasiones anteriores y de aplicar el raciocinio frente a los recursos emocionales con los que tratan de manipularnos día a día para qué nos dejemos manipular a su antojo y para que nos inculquen su matriz de pensamiento sin apelar a situaciones anteriores de la historia reciente de la humanidad.