Fachapobres y libertarios
Aquella generación que no es capaz de dejar a la siguiente un futuro mejor, una sociedad mejor, una vida mejor, es una generación de fracasados.
Por desgracia para nuestros hijos nuestra generación es una generación de fracasados incapaces de defender los derechos que costaron tanta sangre, sudor y lágrimas a las generaciones que lucharon antes.
Ser un esquirol en la época de nuestros padres y abuelos se vivía con vergüenza, eran ignorados y despreciados por sus compañeros de trabajo, hoy se hacen llamar libertarios y se sienten orgullosos de lamerle las botas al patrón.
Por eso nuestros padres y abuelos conquistaron los derechos que nuestra generación pierde, porque ellos tenían conciencia de clase, sabían a que clase pertenecían y que sus intereses no eran los mismos que los del patrón.
Un trabajador que vota a un multimillonario pensando que va a defender mejor sus intereses es como la cucaracha que vota por el insecticida, o el borrego que va feliz hacía el matadero.
Cuando un trabajador piensa que votando a un millonario se asegura que no va a robar estando en el poder, ¿en que mundo vive?, ¿en Narnia?, ¿como piensa que llegó a millonario?, ¿trabajando?, ¿para que cree que quiere el poder?, ¿para ayudar a los pobres que explota en sus empresas?.
Los FACHAPOBRES tienen un problema de pérdida de conciencia de clase y renuncia voluntaria a su dignidad. El trabajador de derechas es sin duda el producto mejor acabado del capitalismo, cómplice de sus enemigos, culpables de su situación y enfrentados a sus compañeros de fatigas.