Décimo aniversario del triple feminicidio político de Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Söylemez
El feminicidio y la impunidad.
El 9 de enero de 2013, Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Söylemez fueron ejecutadas con un tiro en la cabeza en las oficinas del Centro de Información del Kurdistán, en París. La investigación reveló numerosos indicios de que el presunto asesino, Ömer Güney, que fue detenido pocos días después del crimen, había actuado por cuenta del servicio secreto turco (MIT).
Aunque las autoridades francesas encargadas de la investigación identificaron a Ömer Güney como la persona utilizada para apretar el gatillo, es evidente que no han tomado ninguna iniciativa ni han hecho ningún esfuerzo para esclarecer el trasfondo de este asesinato político. El asesino fue declarado «muerto en prisión». Con ello, las autoridades francesas intentaron encubrir un asesinato político de alto nivel. Sin embargo, para un sentido significativo de la justicia, no basta con revelar al asesino de la masacre; asimismo, las fuerzas que planearon y decidieron la ejecución de este crimen deben ser expuestas.
En 2017, dos agentes de alto rango de los servicios secretos turcos apresados en Irak declararon que el asesinato de Paris había sido una decisión del más alto nivel de la institución. En el momento del asesinato, el primer ministro de Turquía era Recep Tayyip Erdogan. El servicio secreto turco estaba entonces, como lo está ahora, bajo su responsabilidad directa.
El caso se encuentra bajo secreto de sumario. Este hecho y la paralización de la investigación por el Estado francés hace a este cómplice del triple feminicidio político.
Exigimos que se exponga a los culpables; no solo a quienes aprietan el gatillo, sino a quienes planifican los crímenes en la sombra.
¡Sin justicia no hay paz!
¡Mujer, Vida, Libertad!
¡Jin Jiyan Azadi!