La victoria de Trump y el cambio climático
Desde EQUO lamentamos la victoria de Trump en las elecciones. El próximo presidente de EEUU será una persona xenófoba y machista, alguien que cuestiona abiertamente los DDHH, la igualdad y la democracia.
La victoria de Trump es el resultado de la desafección de la gente golpeada por décadas de políticas neoliberales, y de la globalización que solo favorece a quienes más tienen.
El sistema no ha sabido ofrecer respuesta a una crisis no solo económica, sino también política, social y ecológica y la ciudadanía estadounidense ha optado por no votar a una candidata que para muchas personas representa el statu quo, frente a un candidato que ha aprovechado el descontento para cuestionar el sistema. La alternativa a Trump eran políticas progresistas, y de transición hacia la igualdad y la sostenibilidad representadas por otras personas como Jill Stein o Bernie Sanders.
En la semana que comienza la COP22 en Marrakech, la victoria de Trump es también una muy mala noticia para la lucha contra el cambio climático y para la implementación de Acuerdo de París que entró en vigor esta semana. Está por ver qué consecuencias tendrá la presidencia de Trump en las políticas que debe implementar EEUU para reducir las emisiones de CO2. El cambio climático es un reto para todo el planeta, cuyas soluciones son globales y debe contar con el respaldo de un país como EEUU.
La victoria de Trump tiene antecedentes y tendrá su continuación en Europa, que deberá reflexionar para evitar una deriva xenófoba, conservadora que ponga en peligro los valores que defendemos. Nos sumamos a la preocupación de nuestros compañeros del Partido Verde Europeo por las consecuencias que para Europa pueda tener el resultado de estas elecciones. En medio de este clima de agitación política y social, debemos buscar una respuesta rápida, y seguir trabajando para construir más y mejor Europa, lejos de las respuestas autoritarias y populistas que en los últimos tiempos se están abriendo paso ante el descontento de la ciudadanía. Una Europa más fuerte y unida nos permitirá evitar con mayores garantías que los efectos colaterales de la presidencia de Trump debiliten el futuro de la Unión.