Panorama electoral dominicano: Abinader busca la reelección y Leonel con muchas posibilidades de retornar
En la siempre efervescente arena política de la República Dominicana, encuestas de prestigio nos están pintando un cuadro que, para muchos, ya tiene ribetes de una lucha sin cuartel: la posibilidad concreta de un enfrentamiento en segunda vuelta entre Luis Abinader y Leonel Fernández.
Por un lado, tenemos a Luis Abinader, actual mandatario y representante del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien ha estado al timón del país en un período marcado por desafíos mayúsculos, como la pandemia del COVID-19 y sus secuelas económicas. Unas secuelas tan grandes que han incrementado la inflación y ralentizado el crecimiento económico de lo que, hasta antes de la pandemia, era una de las economías más pujantes de la región.
Según los datos de su Banco Central, el crecimiento económico de dicho país alcanzaría apenas un 2.5% durante el 2023 lo que contrasta con la proyección inicial hecha por ese órgano de alrededor de 5% del PBI.
Pero, sin embargo, Abinader ha jugado sus cartas con una mezcla de pragmatismo y narrativas comunicacionales bien diseñadas que buscan posicionar a la República Dominicana como un referente de recuperación y estabilidad en la región.
En su gestión, las críticas a muchos de sus funcionarios y con algunos escándalos de corrupción, no han logrado afectar severamente su nivel de aprobación, razón por la cual, las encuestas le dan en primer lugar en la intención de votos.
En la otra esquina, se encuentra Leonel Fernández, un peso pesado de la política dominicana y líder de la Fuerza del Pueblo. Fernández, con su vasta experiencia como ex presidente en tres ocasiones y su habilidad para navegar las aguas turbulentas de la política insular, representa una opción de cambio con altos niveles de certeza, según dicen algunos analistas. Su capacidad para articular un discurso que resuena con amplios sectores de la población y su habilidad para construir alianzas lo convierten en un adversario de fuste para Abinader.
Esto se demuestra en los datos que revela la última entrega de la encuestadora Greenberg publicada en el medio de circulación de ese país: Diario Libre, donde se revela que Luis Abinader obtendría un 44% frente a un 29% de Leonel Fernández y un 18% de Abel Martínez, candidato presidencial del PLD, antiguo partido de Fernández y de quien se sabe que fue uno de sus principales colaboradores cuando este dirigía el partido morado.
Según el articulista del periódico dominicano Listín Diario, Edgar Lantigua, en un artículo publicado en fecha 6/12/2023, titulado: La encuesta Greenberg, dudas y certezas, hay certezas en la encuesta que hace pensar que habrá una segunda vuelta, entre ellas cita que ¨los hallazgos más significativos de la muestra (…) proyectan dudas sobre la sostenibilidad del posicionamiento gubernamental¨ indicando el hecho de que, según la medición, el 57% de la población reprueba la gestión económica por el alto costo de la vida.
Lantigua indica que ¨Igualmente una amplia proporción de la población, 81%, entiende que el crecimiento económico y las políticas de la actual gestión, favorecen a los más ricos, como resultado de esto, el presidente Abinader es más débil entre los votantes de bajos ingresos, según el mismo sondeo¨
Lo descrito por el articulista dominicano se puede unificar con lo establecido en el reporte del Diario Libre en el que da algunos de los datos de la encuesta, cuando advierten que ¨Leonel Fernández no es ajeno a la política dominicana. Y en algunos sentidos, los datos sugieren que podría regresar (…) el 47%, cree que el país estaba mejor cuando él era presidente¨
La encuesta mencionada sugiere que ninguno de los dos candidatos tendría, al día de hoy, la capacidad de ganar en primera vuelta, lo que nos lleva a la posibilidad de una segunda ronda electoral. Este escenario no es menor, ya que pone de manifiesto la polarización del electorado dominicano y la competencia feroz por captar la atención y el voto de los indecisos.
Otras firmas encuestadoras como la Marck Penn atribuyen una intención de voto hacia Abinader de un 47%, hacia Fernández de un 32% y a Abel hacia un 18%, lo que pondría al presidente de la Fuerza del Pueblo,en términos puramente matemáticos, en ventaja frente al candidato-presidente en una segunda vuelta, ya que la sumatoria de la oposición superaría la propuesta presidencial. Esa expresión de simpatías se refleja en varias investigaciones más que colocan al mandatario en un 44%, al expresidente Fernández en un 36% y al aspirante del PLD en un 14%.
La segunda vuelta se perfila, entonces, como un terreno de confrontación directa donde cada detalle cuenta. La estrategia, la capacidad de movilización y la efectividad de las campañas serán determinantes. En este contexto, los candidatos deberán afinar sus propuestas y discursos para conectar con las necesidades y aspiraciones de un electorado que demanda respuestas concretas a los problemas cotidianos.
Es importante destacar que, en este ajedrez político, las alianzas jugarán un papel crucial. La capacidad de ambos candidatos para tejer acuerdos con otras fuerzas políticas podría inclinar la balanza en una u otra dirección. En este sentido, el papel que jueguen en las municipales de febrero Abinader y su bloque de aliados, así como Leonel y la muy conocida alianza Rescate RD, podría ser un escenario en donde se ponga en perspectiva lo que ocurriría en mayo de este mismo año y a decir de algunos destacados analistas, luego de evaluar los resultados de la citada encuesta, la sumatoria de los porcentajes de los partidos FP, PLD y PRD, miembros de la alianza Rescate RD, los pone ante las puertas de un posible avance electoral en las municipales, lo que colocaría al expresidente ante el umbral del triunfo en el posible balotaje.
En conclusión, el panorama electoral dominicano está lejos de estar definido. Las encuestas nos dan una fotografía del momento, pero en política, como bien sabemos, el juego está abierto hasta que se cuentan los últimos votos.
Lo que sí es seguro es que la República Dominicana se encamina a una elección apasionante, donde la posibilidad de una segunda vuelta entre Luis Abinader y Leonel Fernández es más que un simple pronóstico: es el reflejo de una democracia viva y vibrante que se prepara para escribir el próximo capítulo de su historia.