La guerra de Ucrania se cocinó a fuego lento. 2 de Mayo de 2014, los asesinatos de Odessa
Josep Borrell: «No se puede aumentar el bienestar de las personas, de los hospitales, de las escuelas, de las ciudades: porque ese dinero lo necesita Ucrania».
Un boca chanclas, un vividor, un vendido, sinvergüenza y senil socialisto.
La demostración de la involución ética y moral de la decadente Europa.
Borrell es el vivo ejemplo de la indigencia intelectual y política, de la inmoralidad de la Europa al servicio del poder Yanqui.
Para entender lo que pasa en Ucrania hay que conocer la historia reciente en Odessa, Crimea, Donetsk y Lugansk. Los medios Occidentales no te lo van a contar, porque el objetivo es que veas la guerra como una película de buenos y malos al estilo Hollywood.
Es necesario tener memoria, Donetsk, Lugansk, Odessa, desde el 2014 la guerra estaba declarada y en marcha, pero aquellos asesinatos contaban con el silencio complice de la comunidad internacional.
Recordemos los asesinados en Odessa e Mayo del 2014 perpetrados por el fascismo ucraniano.
El 2 de mayo de 2014, decenas de oponentes del actual Gobierno NAZI-FASCISTA de Kiev fueron cruelmente asesinados en esta ciudad ucraniana a raíz de un incendio en la Casa de los Sindicatos tras protagonizar violentos enfrentamientos callejeros con extremistas del grupo radical Pravy Sektor y sus simpatizantes.
Los NAZI-FASCISTAS quemaron el edificio sindical con más de un centenar de personas dentro, la mayoría murieron quemados, entre ellos un niño de corta edad, los que se tiraban por las ventanas para huir de las llamas eran rematados a palos por los NAZIS que apoyan al gobierno Ucraniano.
Los EEUU, la OTAN y la Unión Europea apoyan al gobierno NAZI-FASCISTA Ucraniano en su enfrentamiento con las provincias rebeldes, con una mayoría de población rusa y con la misma Rusia.
Alimentar al monstruo y fortalecerlo como buen burgués asustado lleva a que ahora el FASCISMO y el racismo también sean gobierno en los EEUU y en otros países de Europa.
Aquellos crímenes y otros muchos han quedado impunes en una Ucrania es como otra Europa, la que desapareció prematuramente en 1945.
La oligarquía nacionalfascista, incluyendo a sus mamporreros políticos y periodistas, defienden al asesino Sternenko.
Creen que si el asesino de Odessa es condenado, significaría la pérdida de poder de la oligarquía que controla Ucrania.
Supondría la pérdida de los privilegios de esos que constantemente quedan impunes de serios crímenes solo porque están protegidos por el Gobierno y porque la ultraderecha es capaz de amedrentar con éxito a la policía, los investigadores y los jueces.
Aquellos crímenes que Occidente no quiso ver, aquel fascismo que Occidente apoyó, aquel conflicto donde la OTAN tomó partido por un gobierno NAZI y golpista que había tomado el poder en Kiev, es el mismo que ahora amenaza al mundo como pandemia ideológica tan peligrosa como cualquier coronavirus para toda la humanidad.
La historia no es como se cuenta, es como sucede, y el sufrimiento comenzó mucho antes de lo que cuenta la prensa occidental.
La guerra se cocinó a fuego lento y tiene muchos culpables.