Comunero mapuche asesinado
El viernes 9 de julio llegó la noticia de un nuevo asesinato por parte de Carabineros de Chile de un comunero mapuche en Carahue (Sur de Chile, histórico territorio mapuche). Horas después, se difundió internacionalmente que la identidad del comunero muerto pertenecía a Ernesto Llaitul, hijo del vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) Héctor Llaitul. La información sobre la identidad la divulgaron fuentes oficiales de Carabineros y la Fiscalía de Chile. Más tarde, el propio Héctor, tras reconocer el supuesto cuerpo de su hijo, desmintió la información confirmando que no se trata de Ernesto, “El Nano”, sino de otro weichafe: Pablo Marchant. Compartimos las palabras del vocero de la CAM:
«Hay que hacer una aclaratoria categórica. No sé con qué intencionalidad se difundió desde Carabineros el nombre de mi hijo Ernesto. Yo personalmente acudí con la pareja de «Nano» al lugar de los enfrentamientos y constatamos que se trata del destacado weichafe Pablo Marchant y no de mi hijo Ernesto. Esta confusión quizás también pudo darse porque el peñi tiene impactos en el rostro o bien se lo desfiguraron, no sabemos bien qué pasó».
El terrible suceso tiene que ver con el conflicto del pueblo mapuche con las empresas forestales que saquean el Wallmapu, acaparan tierras producto del histórico despojo a este pueblo originario y acaban con la biodiversidad del territorio y las posibilidades de construir alternativas de vida digna. Se desconocen los detalles de este nuevo asesinato, pero se enmarca en un acto de sabotaje de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) a maquinarias de la forestal Mininco, perteneciente al grupo Matte. Estas acciones de sabotaje de la CAM responden a una filosofía y pensamiento político que contempla el horizonte ético y el respeto a la vida, y se inscriben dentro de los procesos recuperación territorial para reproducir la vida comunitaria del pueblo mapuche, que solo es posible mediante una relación recíproca con el territorio.
En las últimas décadas y años, la militarización del Wallmapu por parte del Estado mapuche ha ido en aumento, con el objetivo de proteger los intereses del extractivismo capitalista nacional e internacional. Capitales conformados mediante relaciones de explotación y despojo heredadas de la colonización española, continuadas y profundizadas por el Estado chileno y que tienen su raíz histórica más inmediata en la dictadura de Augusto Pinochet, como es el caso de la familia Matte, dueña de la forestal Mininco, una de las familias más ricas del país, cuya fortuna resultado de la explotación forestal se origina durante la dictadura militar.
Son muchos los comuneros mapuche asesinados en “democracia”, tanto durante gobiernos de la derecha heredera del pinochetismo -caso del actual presidente Piñera- como durante gobiernos dizque progresistas como el de Lagos o Bachelet. Los montajes judiciales forman parte igualmente de la persecución y criminalización a un pueblo que lucha por territorio, autonomía y autodeterminación. La CAM, organización nacida de procesos de comunidades en lucha durante los años 90, se define como autonomista, anticapitalista y revolucionaria, y ha sido y sigue siendo uno de los movimientos de resistencia mapuche más golpeados y perseguidos por el Estado chileno. En septiembre de 2017 el cuerpo policial de Carabineros emprendió la conocida como Operación Huracán, donde 8 líderes mapuche, entre ellos Héctor Llaitul y su hijo Ernesto, fueron detenidos y apresados de forma preventiva acusados de asociación ilícita terrorista. Las pruebas consistían en supuestos mensajes de Whatsapp y Telegram. Amparándose en la Ley de Inteligencia, Carabineros actuó de forma autónoma, sin participación de la Fiscalía. Meses después, se demostró que los comuneros fueron víctima de un montaje policial, dado que las pruebas y mensajes fueron manipuladas por Carabineros. El escándalo provocó una crisis política que dejó en evidencia la esencia de la institución policial y llevó a la renuncia del director de Carabineros, Bruno Villalobos, y el general de Inteligencia, Gonzalo Blu. Todos los mapuche fueron sobreseídos.
Tras lo sucedido en las últimas horas, nos preguntamos cuáles son los motivos de que tanto Fiscalía como Carabineros difundieran que la identidad del comunero muerto por bala policial pertenecía a Ernesto Llaitul sin tener la confirmación de dicha identidad.
¡Basta de represión al pueblo mapuche! ¡Fuera las forestales del Wallmapu!
Amulepe taiñ weichan (Que la lucha continúe)