¿Maduro por petróleo? Cuba en el centro de la guerra psicológica desde Argentina
La operación de guerra psicológica a gran escala contra Venezuela no da respiro. A los mensajes centrales –la supuesta “crisis humanitaria” (1), la “ruptura democrática” (2), el “narcogobierno” (3)-, se añaden otros dirigidos específicamente a fomentar la sospecha y la división en torno a las fuerzas aliadas del presidente Nicolás Maduro (4).
Un ejemplo nos lo ofrecía el diario argentino “Clarín”. En un artículo titulado “Gestiones secretas en Cuba para reemplazar a Maduro”, afirmaba que el Vaticano respaldó una “gestión ante Raúl Castro para que Cuba le retire el apoyo político y la asistencia militar al régimen venezolano” y le conceda “el asilo a Nicolás Maduro” (5). La contrapartida: “el compromiso de que un eventual nuevo gobierno venezolano seguiría proveyendo de petróleo a La Habana” (6). “El ala dura del Partido Comunista cubano –seguimos leyendo- trabó el posible acuerdo”, aunque “las fuentes consideran que Castro sería partidario de acceder a la propuesta” (7).
Poco importa que el diario reconozca que, en el fondo, no sabe nada: “no está claro quiénes le hicieron la propuesta a Castro” –nos dice-, “si fueron diplomáticos de varios gobiernos”, “de organismos (…) como la OEA”, incluso “algún alto dignatario eclesiástico”. Porque el mensaje ya ha llegado a sus lectores: Raúl Castro habría sido frenado por “los sectores más duros de su partido” cuando se disponía a entregar la cabeza de Maduro a cambio de petróleo.
El diario argentino revela entonces sus fuentes: “las fuentes diplomáticas consultadas por Clarín insistieron en que las gestiones existieron”, leemos. Es decir, el mensaje de guerra psicológica procede de uno de los gobiernos que confrontan a Venezuela, y muy probablemente, del de la propia Argentina.
Este globo sería continuación del que ya lanzó en julio el rotativo británico The Financial Times, cuando anunciaba en primicia que “el presidente colombiano, Juan Manuel Santos” había viajado “a Cuba para convencer a La Habana de que ofrezca un exilio a Nicolás Maduro” (8).
Relato al que el mismo diario Clarín añadía su particular “conexión argentina”, en un reportaje, también de julio, titulado “Macri, en una negociación regional que busca una salida para Maduro” (9). Las fuentes, las mismas: “así lo pudo confirmar Clarín de altas fuentes diplomáticas”, leemos: “el Gobierno argentino se ha involucrado en una negociación regional, con Colombia y México para buscar incluso un salvoconducto al presidente Nicolás Maduro”.
Como era de esperar, ambas “revelaciones”, la de julio y la de septiembre, activaban toda la artillería mediática latinoamericana, para hacer creíble la supuesta “traición de Cuba a Venezuela”. Un mensaje que evidencia la conexión –plenamente activa- entre los servicios de inteligencia de ciertos gobiernos latinoamericanos y su prensa corporativa. La noticia recorría las principales cabeceras: El Tiempo (10) y El Espectador (de Colombia) (11), El Nacional (de Venezuela) (12) o La Prensa (de Honduras) (13), entre otras.
Todo ello, por supuesto, era acompañado de las habituales mentiras y medias verdades acerca de la situación en Venezuela. Por ejemplo, la supuesta “huida de miles de venezolanos” a Colombia debido a “la violencia, la crisis económica y el desabastecimiento”, sin mencionar –eso jamás- a los 5 millones de colombianos y colombianas que hoy viven en Venezuela porque huyeron de su país de origen –precisamente- a causa de dichos problemas (14).
Sembrar la duda, la sospecha y la decepción acerca de las fuerzas aliadas, buscando la división, es un viejo método de la guerra psicológica (15). En la que servicios de inteligencia y medios de comunicación están unidos por estrechos vínculos orgánicos.
(5) https://www.clarin.com/mundo/
(8) https://www.ft.com/content/
(9) https://www.clarin.com/mundo/
(13) http://www.laprensa.hn/mundo/
* coordinador de Cubainformación