Camino de Pasión (pandémica)

«Todas las desgracias del hombre provienen de no hablar claro». La peste. Albert Camus.

 

Cuando parecía imposible superar las cotas repulsivas del supremacismo sexista anticonstitucional, por parte de ciertas ‘liberales’ machorras ególatras e insolidarias de la Sección Clerical-feminazi – y ciertos aliados ‘feministos’ esperpénticos al arrimo del votito -, banalizando la calamidad de la pandemia neumovírica por restarles cancha en los media, con vidas en juego, existe un campeador que rebasa su estulticia. Nuestra vida sin el adalid canónigo-franquista Frankie ‘Torrente’ Smith, número dos del partido Vox-mitivo retirado por cuarentena, ya no es la misma. Entre hipócritas tragasantos ‘andalucistas’ de pega y cristo-sociatas neoliberales de sainete – ambos demócrata-orgánicos por definición -, a los andalusíes nos tenían invisibilizados, cuando no condenados al ostracismo. 

 

Entonces, con mayor ahínco que su ‘führer’ Abascal, de origen bereber pasiego, ese desmorrionado capitán rancio de los Tercios de españolísimo apellido materno – Smith -, presto acude a derrotar con cuatro colegas a la Royal Navy en Gibraltar, se lanza intrépido a desmenuzar con su prestada tizona automática a los sicarios baratos de la CIA&Mossad&MI6 del Daesh, prosigue impasible el ademán la campañita de trece siglillos de nada contra la morisma infiel y traicionera (breve continuación de la nuestra frente a los residuos neandertales de su calaña)… ¡Ahí va ese cristero paladín de la cruzada cañí al galope! …para dar la parada del burro convirtiéndose en el principal foco de infección vírica entre la casta partidocrática y, tras robar todo el protagonismo a tantas cínicas machirulas encumbradas por la ‘discriminación positiva’, tornado gallito de Morón el genuino hazmerreír universal.

 

Aunque parece que el tiempo caluroso nos da un respiro con respecto a la proliferación de la pandemia del Coronavirus. El sol acude a nuestro rescate ante la ineptitud o cobarde desidia de los politicastros y sus técnicos subordinados, las cuales nos ponen en peligro al Común. Si bien no conviene adormecerse en los laureles, debemos prepararnos para una próxima embestida, ya que este final de invierno anormalmente tórrido y seco ralentiza la difusión del virus, pero no lo elimina. Una primavera lluviosa, con bajada de las temperaturas, podría resultar catastrófica. Y ahora vienen las preguntas que deberíamos contestar para no vernos abocados a la hecatombe, y a la invocación milagrera desesperada de la virgencita habitual.

 

¿Actúan de forma proporcionada China e Italia para mitigar la extensión del contagio? Desde mi punto de vista sí, porque al tratarse de un nuevo virus desconocemos aún su posible letalidad y capacidad de mutar hacia formas más agresivas.

 

¿Una vez ejecutado el cierre cautelar de los colegios, la exposición de los abuelos que deberán cuidar a sus nietos porque la mayoría de sus padres no pueden teletrabajar, amenazará a los ancianos con débiles defensas y enfermedades crónicas? No hay duda, por lo que tal medida se revelará contraproducente.

 

¿Los espectáculos de masas como Fallas, procesiones callejeras de la SS (Sem. Santa), partidos de fútbol, etc, deben suspenderse o mostrarse en recintos acotados con filtros estrictos y tomas de temperatura a los asistentes? En efecto, no hay otro remedio hasta no conocer la exacta naturaleza de los microorganismos víricos y disponer de algún remedio médico que vuelva al Coronavirus una gripe estacional más, aun algo agravada, en caso de no existir vacuna eficaz.

 

¿Y en relación a los que se dedican por puro sadismo morboso u oportunismo parafascista a sembrar el pánico con bulos tóxicos por las redes sociales…? Detenciones preventivas durante cinco días por presunto terrorismo, elevadas sanciones y penas de cárcel como medida disuasoria contra esas alimañas.

 

¿Qué se debería haber hecho en las Comunidades Autónomas y las ciudades más afectadas? Por decreto-ley si fuese preciso, órdenes expresas a los centros sanitarios privados para que no se desinhiban, por puro afán de lucro, empujando a sus clientes enfermos con esta patología hacia los hospitales públicos. Si hacen caso omiso cierres cautelares de sus clínicas y multas cuantiosas. Exhaustivos mediciones de fiebre en aeropuertos, puertos y fronteras de entrada y salida. Todos los eventos de masas aplazados o celebrados a puerta cerrada sin público. Prohibiciones con dura penalización si viajan a los lugares de mayor incidencia de la enfermedad, o vienen de allí sin comunicarlo a las autoridades de Salud, únicas facultadas para dar órdenes a uniformados y civiles en la actual coyuntura. La UME no sólo sirve de apagafuegos, debería instalar hospitales de campaña en las capitales más golpeadas por el Covid-19, con el objeto de que los centros sanitarios no se vean colapsados y la población se tranquilice al adoptar enérgicas resoluciones. Los millones de niños malnutridos en Andalucía, Extremadura y Canarias están especialmente expuestos, por lo que habría que requisar todas las carpas posibles – devolviéndoselas después a su propietarios desinfectadas, subsanando a sus dueños de modo suficiente – para distribuir los alimentos que recibían en los colegios. No puede demorarse el disponer de UCIs móviles que permitan aislar a los enfermos graves, incautando caravanas en las empresas del sector, compensándolas después de la crisis (las brillantes recetas de los ‘recortes’ de camas y personal médico del zoquete paraopusino M. Rajoy las vamos a pagar muy caras).

 

Sin presionar la Sociedad Civil a los irresolutos responsables, los efectos devastadores sobre la economía y el número de damnificados se acrecentarán.  La única forma de paliar los efectos de una epidemia cuando se extiende es anticiparse a sus previsibles efectos negativos, no mantenerse al rebufo de las circunstancias, agravando el desastre. Preferible es pasarse en la adopción de medidas de contención que quedarse a verlas venir, tal y como hacen sin rubor alcaldes y gerifaltes de CCAA, con las competencias transferidas de Sanidad. El presidente Bonilla, su insolente e incapaz consejero ‘Paponazo’ Aguirre y hasta los alcaldes de Sevilla, Málaga y Almería… si su única función consiste en hacer de mayordomos de cofradías, con menos preocupación por la salud de los ciudadanos que por el momio de Queipo en la Macarena, su obligación cuanto antes es dimitir, no dejarse arrastrar por la tentación de hacer ‘Cotinos’ por los reservados ViPs de restaurantes exclusivos, brindando con los directores espirituales de los sanedrines nacional-católicos.

 

Por eso, con toda esta caterva de ineptos sin escrúpulos ni conciencia que nos malgobiernan, carece de sentido convertir sólo a ‘Torrente’ Smith en cabeza de turco, escarneciéndole con sátiras junto a su camarilla neofalanjeta. ¡No zaherir con tanto meme y tuit a ‘Torrente’ Smith, vocacional jinete xenófobo del apocalipsis de opereta, al que debemos los moriscos andaluces la salida de las catacumbas, de la mano de su ‘duce’ Santi matamoros! Vale, en plena alerta por la espiral neumoviríca se fue de finde a Milán, regalando toses a diestro y siniestro, besos a sus margaritas neorrequetés y contactos epidérmicos de manos a sus camaradas, en el petardazo mesiánico de Voxtalegre 3, ¡y qué, tal vez lo hacía para que disfrutasen del ‘sacramento de la penitencia’ y redimirlos por senderos de gloria según sus valores! Frankie, igual que aprecia el fino detalle de ‘fusilar con amor’, sabe defender a los españolazos justo como merecen sus feligreses rojigualdos. ¡Vuelve, ‘Torrente’, te necesitamos para servir de contrapunto castrense a tu clasista compinche, la soberbia marquesita pedante con cuello de jirafa! ¡Omella, Rouco… comportaos y organizad rogativas por su pronto restablecimiento con casullas adornadas de seda y brocados de oro!

 

Por suerte, cuando la deshumanización pretotalitaria se enseñorea por Bruselas, Washington y Roma, en comandita con su sacristía de ‘Madriz’, siempre nos quedará nuestro gigante humanista que atraviesa los milenios, el argelino universal Camus, rebelde invicto de nuestra Esperanza: «¿Quién podría afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?».